Los burros y los caballos
Alberto Vieyra G. martes 31, Oct 2023De pe a pa
Alberto Vieyra G.
De risa loca fue la película de lo absurdo que protagonizó AMLO el pasado jueves, haciendo el peor ridículo de su vida queriendo llegar a un devastado Acapulco sin ningúna logistica y sólo para tomarse la foto y presumirle a la humanidad con su singular vanidad de que es el segundo gobernante más popular del mundo.
Seguramente, el sesudo guión lo escribió el propio Andrés Manuel López Obrador, pues su camioneta Suburban blindada se quedaría varada en el kilómetro 320, a la altura de Chilpancingo. De ahí pa’ delante los señores militares lo encaramaron en un jeep militar, en el kilómetro 49, y cuando éste se atasco. próximo a Acapulco. lo subieron a una estaquita Nissan para llegar por fin y ya en la hora en que salen los espantos, de noche a la base naval de la Secretaría de la Marina, donde se asegura se tomó la foto con la gobernadora Evelyn Salgado y no con los damnificados, que lo perdieron todo ante el devastador huracán “Otis” que golpeó con categoría 5.
Después de ese histórico ridículo, AMLO regresaría en helicóptero a la Ciudad de México en tan sólo 48 minutos, pero sin haber resuelto nada en favor del “pueblo bueno y sabio”.
¿Usted ha visto en las últimas 5 décadas a un Presidente de la República a lomo de mulas, burros o caballos? ¿Por qué a ninguno de los sesudos mandos militares se le ocurrió montar a AMLO en una mula, un caballo o un burro para no hacer el ridículo que hizo y que lo exhibe como un Presidente de la República insensible ante las devastaciones de la naturaleza? ¿AMLO perdería su gran oportunidad de pasar a la historia como un estadista abrazando primero a los pobres y no a una gobernadora inepta? AMLO se exhibió ante propios y extraños como un Presidente cavernícola. ¿O será que en resumidas cuentas, México no cuenta con Presidente de la República?
En esta película de lo absurdo que resulta todo un filón para el cineasta Luis Estrada, que alcanzó fama con aquella cinta de la “Ley de Herodes”, quedó al descubierto que AMLO cometió un error garrafal, como ha cometido muchos otros errores históricos desapareciendo al Estado Mayor Presidencial que utilizaba las más sofisticadas vías de comunicación y logística para hacer que los Presidentes de la República se trasladarán de la casa presidencial a cualquier lugar de la República y sin tener que exhibirse como un gobierno que rinde culto a la improvisación y a la mediocridad, pero sobre todo sin tener que exponerse a los peligros.
La catástrofe causada por “Otis” y el fenomenal ridículo hecho por AMLO podrían precipitar su salida de Palacio, como le ocurrió al dictador Anastasio Somoza, quien cayó después de una catástrofe natural en Nicaragua. Sabedor de ese episodio, AMLO regresaría a la Ciudad de México para retomar las mañaneras su principal instrumento propagandístico, después de que ordenó que hasta los inservibles morelitos se fueran hacer campaña electoral a los cerros y barrancas de Acapulco donde los habitantes han sido históricamente la carne de cañón o el botín electoral de la venenosa partidocracia azteca y ni lo dude que en breve la “corcholata” de AMLO acuda a Acapulco y otras zonas siniestradas para repartir con despensas, matracas, tortas, gorras, chamarras y utensilios para el hogar a cambio del voto de los afligidos guerrerenses, a los que el mortífero huracán “Otis” les pegó con tubo y con saldo de más de 30 muertos, heridos y desaparecidos, gracias a que el gobierno de la República está entretenido en golpear inmisericordemente a los trabajadores y a los ministros del Poder Judicial de la Federación y fue incapaz de tomar las providencias cuando el Centro Nacional de Huracanes de EU alertaba que “Otis” que apenas era un tormenta tropical podría convertirse en huracán.
¿Para qué sirve el Servicio Meteorológico Nacional de la Conagua?
Pareciera que de nada, porque a las 6 de la mañana cuando AMLO se reunió con el aparato de seguridad, nadie sabía absolutamente nada de la catástrofe que había ocurrido en Acapulco entre la 1 y las 4 de la mañana. Otra vez AMLO se exhibió como un Presidente desinformado en la era de las grandes comunicaciones
¿Sabrá AMLO que cuando una tormenta tropical toca las aguas de la llamada piscina cálida del Océano Pacífico occidental y que llega a chocar con la llamada monumental corriente marítima Humboldt, que trae aire helado de la Antártida, esa combinación de temperaturas se convierte en gasolina para una fogata?