Sociedad civil suple al gobierno
¬ Luis Ángel García viernes 27, Oct 2023Por la Derecha..!
Luis Ángel García
Tal y como ha ocurrido con anteriores desastres naturales, como el ciclón que devastó a Tabasco, cuando el mismísimo inquilino de Palacio Nacional ordenó inundar una población antes que afectar la obra en Dos Bocas y enviar tardíamente ayuda a sus paisanos, la sociedad suple al gobierno y se hace cargo de una de las responsabilidades que debiera ser exclusiva de las autoridades: la protección civil.
“Otis”, el huracán más fuerte, categoría 5, que azotó las costas de Acapulco puso al descubierto la ineficacia gubernamental y la falta de infraestructura y recursos económicos para atender las necesidades de los damnificados. La reacción tardía que tuvo el Presidente con sus paisanos, a quienes dejó morir solos porque no quería mojarse los zapatos, lo hizo cambiar de estrategia y pretendió presentarse horas después del impacto del meteoro con fallidos resultados. Quiso trasladarse por carretera y ninguno de los miembros del gabinete que lo acompañó se atrevió a decirle que estaba bloqueada la autopista. Ahora han de extrañar al Estado Mayor Presidencial, área de apoyo que tenía entre sus atribuciones la logística de los viajes del Ejecutivo y prever cualquier contingencia.
Más grave aún, la irresponsabilidad de haberse ido sobre los dineros del Fonden con el pretexto -como los fideicomisos de los trabajadores de la SCJN-, de que era un cochinito de los corruptos funcionarios que usaban para su propio beneficio. Su error, no aceptado nunca, también hizo que llegara poca y tarde la ayuda a sus paisanos.
La desaparición de fondos y fideicomisos, a pesar de la irresponsabilidad social que representa, no tuvo otro objetivo que, él sí, crear un cochinito para hacer frente al pago de los programas asistencialistas que tienen un uso electorero. Prefiere hace frente al subsidio a la pobreza que invertir en la prevención y protección civil de la población.
Pero esa práctica, que ya se hizo costumbre, ha fomentado la desfachatez gubernamental y dejan que sea la población, la propia ciudadanía, quien auxilie a sus hermanos, a sus compatriotas en desgracia. La gente que ha perdido todo sólo recibe de sus gobernantes unos cuantos pesos, escobas, palas y cubetas para mitigar su tragedia. Desde los sismos de 1985 ha sido la sociedad civil quien ha puesto sus brazos, sus casas, su dinero o las aportaciones en especie, además de alimentos, cobijo y consuelo a miles de damnificados.
Pero antes, lo que dicen eran peores, tuvieron la visión de crear un fondo para los desastres naturales y crear una infraestructura de previsión y cultura de la protección civil; por ello no fue peor la catástrofe del sismo de 2017. Sin embargo, este gobierno ni picha, ni cacha ni deja batear. Se embolsaron miles de millones de pesos para atender las pensiones de los viejitos y dar “becas” a los “ninis”, porque tal vez pensaron que no ocurrirían desastres gracias a las estampitas religiosas que porta el inquilino de Palacio Nacional, y dejan la carga de la reconstrucción y la asistencia a la población en manos de la ciudadanía.
Es un error que vecinos, colonos, asociaciones, OSC, empresarios, organizaciones de profesionistas salten de inmediato y formen centros de acopio para enviar ayuda a quienes sufren la pérdida de familiares, vivienda y alimentos. El gobierno solo se para el cuello con la transportación y distribución de materiales y vivires, pero ya vimos que no son muy buenos para la logística. Por cierto, en las primeras imágenes solo se ve la destrucción en la zona hotelera de Acapulco, pero nadie evidenció el sufrimiento en las colonias populares.
En una nueva cultura de la protección civil, la ciudadanía debiera ser más cauta y no seguir levantándole la cola al gobierno.