Por intolerancia de la “morena” presidenta de la CNDH, renuncia su Consejo Consultivo
Miguel Ángel Rivera martes 24, Oct 2023Clase Política
Miguel Ángel Rivera
Desde su elección, bajo sospecha de un fraude al contar los votos y de no cumplir con el requisito de imparcialidad —fue militante y candidata de Morena—, Rosario Piedra Ibarra ha sido impugnada como presidenta de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) y ayer culminó su negativa tarea, con la renuncia en pleno del Consejo Consultivo de ese organismo, que ha perdido toda honorabilidad.
Piedra Ibarra fue elegida en noviembre de 2019 en reemplazo del reconocido jurista Luis Raúl González Pérez, apenas un año y cuatros meses después de haber sido candidata a diputada por el décimo distrito de su natal Nuevo León, postulada por Morena, partido del que fue parte de su dirigencia nacional, como secretaria de Derechos Humanos y además consejera nacional hasta unos días antes de ser postulada a la CNDH.
Para los senadores de oposición con esos antecedentes no cumplía los requisitos del párrafo IV del artículo 9 de la Ley de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos, que establece que para ser titular de ese organismo se debe cumplir con los requisitos de “No desempeñar, ni haber desempeñado cargo de dirección nacional o estatal, en algún partido político en el año anterior a su designación”.
Pero lo más grave es que su elección —luego de dos votaciones en donde no alcanzó la mayoría calificada— se vio envuelta en sospechas de fraude o, por lo menos, de acuerdos en “lo oscurito”.
Esta situación fue denunciada en particular por el senador del PAN —ahora del Grupo Independiente— Gustavo Madero Muñoz.
Luego de que la fracción parlamentaria del PAN evidenciara irregularidades en la votación y, por ello, pidió que se repitiera el proceso selectivo, en la siguiente sesión se dio un nuevo debate en el cual el senador chihuahuense destacó que el artículo 102 constitucional establece que el cargo en cuestión será “elegido por el voto de dos terceras partes de los miembros presentes de la Cámara de Senadores”, mandato que se incumplió.
Explicó que “la lista de asistencia fue de 118 senadores, las boletas entregadas fueron 118, hay video de 116 senadores votando y la Mesa Directiva sólo contó 114 votos, de ellos 76 fueron para Rosario Ibarra, cifra que nunca fue dos terceras partes de los presentes”, dijo el legislador.
Madero Muñoz consideró lamentable que el Senado viole la Constitución, con el ilegal nombramiento de Rosario Piedra Ibarra. “La sociedad civil y los órganos constitucionalmente autónomos le incomodan (al gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador) porque en su visión de una voz mandante estos contrapesos le estorban para la toma de decisiones sin cuestionamientos, todo esto porque es un autoritario queriéndose vender como demócrata”, apuntó.
Uno tras otro, todos los consejeros de la CNDH
renuncian por no ser atendidos y amenazados
Poco después de la elección de Piedra surgió la crisis dentro de la CNDH por la renuncia de miembros de su Consejo Consultivo.
Primero fue Alberto Manuel Athié Gallo y su decisión se explicó porque él mismo había participado en el proceso de elección de nuevo ombudsman, pero luego le siguieron otras cuatro consejeras, por considerar que con el nombramiento de Piedra “presagia el sometimiento de la Comisión al poder” y se aparta de la autonomía constitucional.
“La elección se llevó a cabo sin apego a los indicadores que fueron asumidos voluntariamente por las comisiones unidas responsables del proceso y que se consumó en el pleno del Senado de manera arbitraria, lo que presagia el sometimiento abierto de la CNDH a quienes actualmente detentan el poder político”, señala la carta de renuncia de las ahora ex consejeras María Ampudia González, Mariclaire Acosta Urquidi, Angélica Cuéllar Vázquez y María Olga Noriega Sáenz.
Su renuncia la dirigieron a Mónica Fernández Balboa, entonces presidenta de la Mesa Directiva del Senado, y en él denunciaron que el proceso “estuvo plagado de irregularidades y falta de apego a la legalidad”.
Señalaron que ante la “cuestionada” elección se le resta legitimidad a la CNDH, puesto que sus principales herramientas son pluralidad, independencia, libertad, autonomía de gestión y “apego irrestricto” a la Constitución.
“Si permanecemos en la CNDH estaremos en riesgo de no acatar el mandato de cumplir y hacer cumplir la Constitución. Manifestamos nuestra decisión, por congruencia personal, de presentar nuestra renuncia al cargo honorífico de miembros del Consejo Consultivo de la CNDH, de manera inmediata e irrevocable”, señala la carta enviada el jueves.
“Una ombudsperson carente de legitimidad será incapaz de establecer una interlocución válida con los distintos actores involucrados en la observación, protección y promoción de los derechos humanos; tampoco podrá generar la confianza ni la certeza jurídica consustanciales a su misión”, señalaron las ahora ex consejeras María Ampudia González, Mariclaire Acosta Urquidi, Angélica Cuéllar Vázquez y María Olga Noriega Sáenz.
Rosario Piedra Ibarra aseguró, bajo protesta de decir verdad, que cumplía con el requisito de no desempeñar ni haber ocupado algún cargo de dirección nacional o estatal en algún partido político en el año anterior y ofreció garantías de que su gestión será autónoma.
Dijo que su actuar ha sido conforme a la ley y que su compromiso “ha sido, es y será siempre y por sobre todo” con las víctimas, además de señalar que su trabajo no será de oficina.
Pero lejos de generar comentarios positivos, su actuación al frente de la CNDH ha sido muy cuestionada. Inclusive, las oficinas centrales del organismo fueron ocupadas por organizaciones feministas que se quejaron de no ser atendidas y, además, exhibieron presuntos lujos de los altos funcionarios de la Comisión.
Piedra enfrentó también críticas al presentar sus informes de labores.
Por ejemplo, en enero de 2022, al comparecer ante los integrantes de la Comisión Permanente, la diputada Elizabeth Pérez Valdez (PRD) lamentó que la CNDH tenga ahorros cuando hay 96,000 personas desaparecidas de 2018 a la fecha, cuando más de cien mil personas han perdido la vida de manera violenta en lo que va del sexenio, ni en medio de la crisis sanitaria.
La titular de la Comisión respondió que ese organismo viene de un largo, muy largo periodo de violaciones a derechos humanos, de impunidad solapada y de simulación en su defensa, “por lo que estamos conscientes de que para superar esa crisis es indispensable actuar y hacer, más que hablar”.
Pero con todo, ayer se anunció que todos los integrantes del Consejo Consultivo CNDH renunciaron por considerar que se ha obstaculizado su trabajo llegando al extremo de ser ignorados por completo e inclusive ser objeto de amenazas y calumnias.
“Hemos diferido con la presidenta (Rosario Piedra) desde simples interpretaciones a procedimientos internos, tales como el significado del quorum, la mayoría de votos, el conflicto de intereses en la contratación de personal, hasta negarnos facultades para hacer una simple modificación al orden del día de las sesiones del propio Consejo”, se lee en una carta
El texto lo suscriben Tania Espinosa Sánchez, Adalberto Méndez López, Bernardo Romero Vázquez, Jorge Alejandro Saavedra López, Ángel Trinidad Zaldívar y Georgina Diédhiou Bello.
Reiteraron que desde el comienzo de su encomienda, han tratado de aplicar lo que dice la ley, pero no han podido mediar ni razonar con la presidenta de la CNDH.
Los ahora ex consejeros advirtieron que, un órgano que debiera ser autónomo, la CNDH “pareciera estar atendiendo a intereses diversos a los de la defensa y protección de los derechos humanos, razón por la cual es que, ante los múltiples obstáculos que nos han hecho prácticamente imposible cumplir con la noble función que nos fue encomendada y considerando que nuestra presencia parece solamente legitimar algunas arbitrariedades, interpretaciones sesgadas y decisiones unilaterales de la presidenta de la CNDH, decidimos de manera unánime renunciar a este honroso encargo”.
Mientras tanto, los senadores oficialistas, se afanan por evitar que la presidenta de la Suprema Corte de Justicia, Norma Lucía Piña Hernández, sea recibida para argumentar en contra del despojo de sus fideicomisos. Así cumplen con la instrucción presidencial de “ni contestarle el teléfono” a los ministros del tribunal constitucional.