¡Fuera porros de la UNAM!
Jorge Luis Galicia Palacios lunes 23, Oct 2023Como veo, doy
Jorge Luis Galicia Palacios
- Respeto a la autonomía universitaria y a su proceso de sucesión
Eso de los grupos de encapuchados en la UNAes reprobable desde cualquier punto de vista que se le quiera ver. ¿Cómo está eso de que la máxima casa de estudios del país es vulnerada por supuestos estudiantes que dicen defender la autonomía universitaria en medio de actos vandálicos y con lujo de violencia?
La semana pasada un grupo de encapuchados, tipo comando, irrumpieron las instalaciones del Colegio de Ciencias y Humanidades, plantel Azcapotzalco, y sin razón alguna, tomaron por asalto el campus, agrediendo salvajemente al personal académico y administrativo, a quienes secuestraron al impedirles la salida del plantel, hechos en los cuales tres personas resultaron lesionadas.
El grupo de delincuentes, porque no se les puede llamar de otra manera, fueron a vandalizar las instalaciones del CCH y a arremeter contra las autoridades universitarias, rompiendo cristales, grafiteando muros y destruyendo todo lo que encontraron a su paso.
Lo reportes hablan de que al plantel ingresaron aproximadamente cincuenta encapuchados armados con palos y bombas molotov y el resultado de esa violenta incursión fue de tres personas lesionadas con quemaduras de segundo grado por lo que tuvieron que ser trasladadas de emergencia a hospitales, en tanto que otras más recibieron atención médica fuera del inmueble por parte de personal paramédico.
Lo sucedido en Azcapotzalco no se puede ver como una manifestación más de un grupo universitario, no, el violento hecho tiene que ver con el proceso universitario que se lleva a cabo en la máxima casa de estudios de la Nación y la única lectura al respecto es que se trata de un intento más por vulnerar la autonomía universitaria.
En ese contexto, no es difícil suponer que los encapuchados sean el instrumento de oscuros intereses ajenos a la UNAM que pretendan desestabilizar las actividades universitarias para impedir la libre elección del nuevo rector o rectora en esa casa de estudios. En otras palabras, pareciera ser que quieren enrarecer el clima de la sucesión como en otras ocasiones lo han intentado sin éxito.
Ojalá me equivoque en esta apreciación, pero lo que es un hecho es que acciones desestabilizadoras en la UNAM, a diez meses de distancia de la madre de todas las elecciones sería un golpe terrible, no sólo para la comunidad universitaria sino para la sociedad en su conjunto, porque sería el inicio de la construcción de una bomba molotov que en su estallido tendría consecuencias poco favorables para México, en sus rubros económicos, social y político. Que conste.
LAS CARTAS HABLAN.— De lo sucedido en el CCH Azcapotzalco, la máxima casa de estudios ya presentó las denuncias correspondientes. Mediante un comunicado, señaló:
“El departamento jurídico de la universidad presentará las denuncias penales contra los responsables de esta burda provocación y aportará todos los elementos de prueba en su poder para que la autoridad correspondiente pueda realizar una investigación a fondo.
La UNAM manifiesta su abierto repudio e indignación ante los intereses ajenos a la Universidad que pretenden afectar, con lujo de violencia, el proceso de sucesión de la Rectoría, que se lleva a cabo en completo orden en nuestra casa de estudios”.
VA MI RESTO.— En muchas otras ocasiones hemos apoyado los movimientos estudiantiles y nos hemos puesto de su lado para reclamar a las autoridades las causas o demandas cuando estas no tienen la atención adecuada, el caso es que vivimos tiempos políticos electorales y en lo que sucedió en el CCH Azcapotzalco hay sospechas de que los encapuchados responden a intereses ajenos a la comunidad universitaria y más bien parecen estar influenciados por temas partidistas.
De antemano se sabe que estos movimientos reflejan intolerancia y cerrazón ideológica, que son expresiones ajenas a la UNAM, por lo que es muy lamentable que a la máxima casa de estudios del país se le quiera utilizar para propósitos y fines de experimento político, donde lo único que se logra es más división y resentimiento social. Entonces, la posición de la mayoría universitaria es muy clara y contundente, no a los porros, no a la intolerancia, no a actitudes que dividan a los mexicanos, no a provocaciones que confronten a la comunidad universitaria, no a los encapuchados, fuera intereses partidistas en la UNAM, y hasta ahí porque como veo doy.