La importancia del priismo
Ramón Zurita Sahagún miércoles 18, Oct 2023De frente y de perfil
Ramón Zurita Sahagún
No es requisito indispensable, pero una militancia en el PRI se toma muy en cuenta para designar candidatos de Morena a gobernadores.
Siendo el Revolucionario Institucional el partido que más críticas recibe del actual gobierno y que una gran mayoría de los mexicanos rechaza, según encuestas, resulta sorpresivo que Morena voltee hacia sus ex militantes como preciado bocado para las candidaturas, sean de gobernadores, aspirantes presidenciales, alcaldes y legisladores.
De los seis que contendieron por la candidatura presidencial tres de ellos tenían una amplia militancia en el partido tricolor: Marcelo Ebrard, Ricardo Monreal y Adán Augusto López y otro más, Manuel Velasco, no fue priista, pero su familia sí y él llegó al gobierno de Chiapas, aliado con el PRI.
En la actualidad, cuando menos una decena de ex priistas han sido nominados como candidatos a gobernadores en un total de 33 entidades del país (Baja California fue dos veces a elección en el actual sexenio) que han celebrado comicios, a partir de 2018.
Algunos de ellos y ellas gobiernan varios estados del país, lo que no consiguieron como militantes priistas, lo que valida su cambio de militancia.
Unos gobiernan con rencor y otros lo hacen de la mejor manera posible.
Considerados de los más duros son Layda Sansores, Campeche y Miguel Ángel Navarro, Nayarit, quienes buscaron en varias ocasiones la gubernatura de sus respectivos estados.
Para otros, la situación fue más sencilla y Américo Villarreal, Tamaulipas; Alfonso Durazo, Sonora; Adán Augusto López, Tabasco; Julio Ramón Menchaca, Hidalgo; Lorena Cuéllar, Tlaxcala; David Monreal, Zacatecas; y Sergio Salomón Céspedes (interino) Puebla, lograron en Morena ser gobernadores de sus respectivos estados, algo que su militancia priista no les otorgó.
También hay candidatos de Morena, ex priistas, que perdieron como candidatos a gobernadores como son los casos de Clara Luz Flores, quien inició como favorita y fue relegada al deshonroso cuarto lugar; Mónica Rangel (cercana a los gobiernos priistas, quien fue acusada hace un año por uso indebido de la función pública y fraude), San Luis Potosí; Armando Guadiana, Coahuila y Marina Vitela, Durango.
En la actualidad, algunos de esos personajes con pasado priista que en Morena no funcionan como lastre buscan ansiosamente convertirse en candidatos del partido en el gobierno y colmar sus sueños de convertirse en gobernadores.
La lista es amplia e inicia con los poblanos Alejandro Armenta e Ignacio Mier; continúa con Raúl Ojeda y Óscar Cantón en Tabasco; Jorge Carlos Ramírez Marín en Yucatán; Juan Salgado Brito, Morelos; y Claudia Delgadillo, Jalisco, entre otros. Del lado de ex prianistas también hay varios formados en la lista de espera de Morena.
Y es que durante 70 años el partido preponderante fue el PRI, doce años duró la hegemonía del PAN y Morena, apenas tiene 9 años de haber sido registrado como partido político y cinco como gobierno.
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Total, qué pasó con el senador Jorge Carlos Ramírez, quien dejó al PRI, se fue al Verde para ser postulado como candidato a gobernador y ahora pactó con Joaquín Díaz Mena para apoyarlo como candidato al gobierno yucateco. Entonces, cuál era la prisa para dejar al tricolor. Ahora se dice que irá por el ayuntamiento de Mérida, el mismo que perdió hace tres años, cuando era el favorito. Mare con los peninsulares… En 2018, la locomotora de AMLO arrasó en cinco estados (Morelos, Tabasco, CDMX, Veracruz y Chiapas; en Puebla lo consiguió dos años después en comicios extraordinarios), de los nueve en contienda por el gobierno estatal, cuántos serán en 2024, los morenos dicen que ganarán en los nueve, ya que no han gobernado en Jalisco, Guanajuato y Yucatán. ¿Podrán?