Salvador Cienfuegos
Freddy Sánchez martes 17, Oct 2023Precios y desprecios
Freddy Sánchez
En el caso del general Salvador Cienfuegos parece haber tres clases de verdades.
La que uno quiere ver y cada quien tiene la suya.
La que otros quieren que uno vea, pretendiendo obtener algún provecho o evitarse un perjuicio.
Y la verdad auténtica que uno no debería dejar de ver, aunque ésta última es la más difícil de hallar.
En especial, cuando se opaca la diferencia entre lo cierto y lo falso de lo que se cuenta a los demás, respecto a un hecho que unos quieren ocultar y otros alterar conforme a sus propios intereses.
Eso que supuestamente ha impedido llegar a la verdad indubitable sobre el asesinato de Luis Donaldo Colosio y la desaparición de los estudiantes normalistas de Ayotzinapa, por sólo utilizar dos ejemplos.
Así la cocas, en el tema del ex secretario de la Defensa Nacional, general Cienfuegos, todo lo acontecido sobre su persona y trayectoria institucional parece estar envuelto en un gran misterio. La suma de preguntas sin respuestas esclarecedoras de la realidad son muchas y siguen flotando en el aire. Y en ese aspecto su enumeración es lo fácil.
Primero, el general fue acusado de corrupto y detenido en Estados Unidos.
Segundo, el Gobierno de México reaccionó y lo rescató.
Tercero, la Fiscalía General de la República lo eximió de culpa alguna.
Y cuarto, Andrés Manuel le otorgó un reconocimiento por sus méritos.
Pero, qué acaso los gringos obraron con dolo, admitieron haberse equivocado y avergonzados liberaron a Cienfuegos.
De ser ese el caso, lo sucedido después se entendería perfectamente, salvo porque si el gobierno norteamericano incurrió en una conducta abusiva sería menester que se sancionara a quienes en apariencia no sólo denigraron la imagen del general, sino de las fuerzas armadas en nuestro país.
La cuestión es que dudas sobre el tema sigue habiendo y no son pocas fomentadas por las cosas sin aclarar que llevaron al gobierno del Tío Sam a tomar una medida carcelaria contra un alto personaje del Ejército mexicano reculando después para propiciar un sinfín de especulaciones.
Que si los gringos hicieron un trato “en lo oscurito”, utilizando el proceso acusatorio contra Cienfuegos para someter al gobierno de AMLO a cualquier “instrucción”, respecto al manejo de los indocumentados que cruzan por territorio mexicano para ingresar a la Unión Americana.
Que la información que “secreta” que tiene Estados Unidos ha servido para que se tenga bajo la mira a personajes importantes del actual gobierno a los que se quiso proteger yendo al rescate de Cienfuegos.
Que muchas cosas se ocultan en torno a lo mencionado porque así conviene a los gobiernos de México y de los Estados Unidos.
Muchas, pues, son las conjeturas de quienes al escuchar lo que se dice deciden si darle o no crédito a su contenido.
Sobre todo, cuando se trata de los que podrían beneficiarse o sufrir algún menoscabo a sus intereses habiendo sido honestos o deshonestos.
Y es que si algo predomina cuando subsisten dudas respecto a si se habla con verdad o se miente en torno a un acontecimiento de alto impacto como el que nos ocupa, es el afán de decir lo que se quiere y nada más.
Así que sólo el futuro podría descubrir la verdad sobre el caso Cienfuegos.