Habemus finalistas para la Rectoría de la UNAM
Jorge Luis Galicia Palacios lunes 16, Oct 2023Como veo, doy
Jorge Luis Galicia Palacios
- Auscultación con respeto a autonomía, exigencia universitaria
Como cuando en la Ciudad del Vaticano dan a conocer la unción de un nuevo Papa, en la semana que termina, la Junta de Gobierno de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) dio a conocer a la opinión pública algo similar a lo que sucede entre los feligreses católicos y anunció algo parecido al “habemus papam”, sólo que en el caso universitario lo anunciado es apenas el inicio de un ritual que tiene como finalidad elegir a su nuevo rector, pero por lo pronto la comunidad universitaria ya puede decir a los cuatro vientos “tenemos finalistas”.
Mediante un comunicado, la UNAM dio a conocer que en el proceso de sucesión a la rectoría, y concluidos los periodos de entrega de proyectos y de auscultación de los 17 candidatos inscritos, se seleccionó a 10 distinguidos universitarios que cumplen de mejor manera con los requisitos establecidos en la convocatoria y en la legislación universitaria.
Los nombres de quienes pasan a la gran final del proceso sucesorio universitario y que en la imaginaria popular se conoce como el juego de la silla universitaria, son: Laura Susana Acosta Torres; Sergio Manuel Alcocer Martínez de Castro; Luis Agustín Álvarez Icaza Longoria; Raúl Juan Contreras Bustamante; Patricia Dolores Dávila Aranda; Germán Enrique Fajardo Dolci; William Henry Lee Alardín; Leonardo Lomelí Vanegas; Imanol Ordorika Sacristán y Guadalupe Valencia García.
Los diez elegidos cumplen cabalmente con cada uno de los requisitos establecidos en la convocatoria del 21 de agosto pasado, perfiles con trayectoria en la academia, la investigación y en la administración pública, donde todas y todos gozan de un gran prestigio entre la comunidad puma, pero, con más de ciento diez años de creada la máxima casa de estudios del país, algunos sectores de la opinión pública se cuestionan si en esta ocasión existen condiciones para que una mujer sea la primer rectora. Hay quienes opinamos que sí y a esta afirmación otros agregan que ha llegado la hora de cambiar la historia de la UNAM.
Entre los finalistas los nombres de aspirantes mujeres son tres, todas con extensas fichas curriculares, muy reconocidas, y quienes las conocen dicen que el plus de su participación no sólo es por ser mujeres, ya que en este caso no es un asunto de equidad de género y si ellas están ahí es por el trabajo desarrollado en la UNAM y el camino transitado como académicas es reconocido dentro y fuera del campus universitario, vamos, en todo México y fuera del país, ese es un mérito que hoy las pone con posibilidades de cambiar la historia de la sucesiones en la rectoría universitaria. Pues sí, en este caso, el plus son las trayectorias de estas distinguidas mujeres.
Claro, son opiniones, y eso no descalifica ni quita méritos a los otros siete finalistas, todos tienen carrera y reconocimientos que les acredita su capacidad en esta contienda donde ellas y ellos portan el uniforme auriazul, pero, sobre todo, los universitarios exigen que en este proceso predomine el respeto a la autonomía universitaria y la libertad, derechos que, con seguridad, al final, la Junta de Gobierno hará valer con igualdad para todos los aspirantes.
LAS CARTAS HABLAN.— Nada más para darnos una idea de lo que significa el proceso de sucesión en la Rectoría universitaria, hay que señalar que, en su primera etapa, luego de recibir la respectiva documentación de cada uno de los aspirantes, la Junta de Gobierno informó sobre la realización de alrededor de veinte reuniones de forma presencial y en formato libre con diversos cuerpos colegiados.
En este proceso de auscultación, nos dicen que también realizaron poco más de mil reuniones con otras entidades académicas y dependencias universitarias y además tomó en cuenta alrededor de 25 mil opiniones personales y de grupos que componen tanto el sector universitario como de la sociedad en general.
En el comunicado donde dan a conocer la lista de diez aspirantes se señala que se “revisó la trayectoria, los logros profesionales y la experiencia académico-administrativa de las y los aspirantes. Asimismo, analizó los planes de trabajo, las opiniones vertidas, el reconocimiento de la comunidad expresada en forma presencial y escrita, así como la pluralidad de ideas y proyectos sobre nuestra Universidad”.
VA MI RESTO.— Siete de los aspirantes inscritos rumbo a la rectoría de la máxima casa de estudios ya no llegaron a la tradicional fecha del día de muertos en calidad de aspirantes, otros diez, por lo pronto, gozan de cabal vida y siguen adelante en su intento por ganar el juego de la silla universitaria.
Es un hecho, los diez universitarios seleccionados pasarán la tradición mexicana del Día de Muertos con calidad de prospectos a mandamás en la UNAM, pero sólo uno o una de ellas y ellos tendrá el privilegio de ganar el juego, los demás verán cómo, al menos en esta ocasión, ven morir de tajo sus aspiraciones, una vez que la UNAM dé señales de humo y anuncie “habemus rector o rectora”, Y hasta ahí, porque como veo, doy.