La torpe diplomacia mexicana
¬ Luis Ángel García viernes 13, Oct 2023Por la Derecha..!
Luis Ángel García
Si algo caracteriza a la política exterior mexicana en los últimos cinco años es su torpeza y facilidad para provocar conflictos internacionales. La obcecada obsesión de la 4T por reivindicar nuestro origen prehispánico, desconocer el mestizaje y odiar la influencia ibérica provocó el congelamiento de las relaciones con España, segundo socio comercial europeo de México y una de las naciones que más invierte en el país; su falso nacionalismo patriotero que sataniza a los inversores extranjeros, sean hispanos, americanos o canadienses ha enfriado el comercio exterior y puesto la picota en los futuros gobiernos que tendrán que pagar multimillonarias indemnizaciones por demandas en paneles internacionales.
Las constantes visitas de delegaciones norteamericanas a Palacio Nacional dan una idea de los jalones de orejas que recibe su inquilino por no acatar las instrucciones de la Casa Blanca, como ha ocurrido en el tema de la migración y convertirnos en tercer país seguro o las chauvinistas declaraciones sobre la soberanía nacional en la cooperación con las agencias antidrogas o de seguridad norteamericana.
Finalmente, se cumplen sus exigencias como la captura y extradición exprés de capos requeridos allá. De nada sirven sus estridencias de que no somos colonia de nadie, cuando seguimos como traspatio de los gringos. ¿No que no iba a la cumbre económica en San Francisco?
Después vino el incidente con Panamá, a donde querían enviar a un depredador sexual como representante y ante la negativa de dar el beneplácito, se criticó al país centroamericano, quien reclamó respeto a su dignidad nacional. Ha tenido escaramuzas intermitentes con el gobierno austriaco por su permanente exigencia de que se devuelva el Penacho de Moctezuma para alentar su capricho de sentirnos más aztecas, pero pierde su tiempo, nunca regresará a tierras del Anáhuac.
Partidario de la instalación de un bloque socialista -que parece más un grupo populista-, festina como propios los triunfos de los candidatos de la izquierda, aunque sean victorias pírricas, y celebra la decisión de los votantes, pero se indigna cuando gana la derecha. En Perú ganó un presidente que hoy está preso por pretender dar un golpe fáctico de Estado y disolver al Congreso, pero los incas aprehendieron al usurpador que pretendía, como Evo Morales, asilarse en México. Quien esgrime, cuando le conviene, la autodeterminación de los pueblos resulta el peor intervencionista; además de desconocer a las autoridades peruanas y condenar el encarcelamiento del usurpador, rompió relaciones diplomáticas con los sudamericanos y se negó -por sus pistolas-, a entregar la presidencia pro tempore de la Alianza del Pacífico a su legítima titular, la mandataria de Perú.
La negativa del Presidente de asistir a cumbres internacionales como las reuniones del G-20 o realizar visitas de Estado, salvo a Chile y Colombia, tiene un efecto contraproducente: México dejó de tener un papel importante en el concierto internacional y en las estrategias geopolíticas mundiales. En los foros multinacionales ven con desconfianza la reiterada negativa de la administración de la 4T a condenar las dictaduras de Nicaragua, Cuba y Venezuela.
Rememorando el trágico populismo de Luis Echeverría, su mentor, protagoniza otro escándalo con Israel al omitir una condena al ataque terrorista de Hamas contra gente inocente, población civil israelita. Echeverría, que se sentía líder del Tercer Mundo y aspiraba a ser dirigente de la ONU, cometió un despropósito al calificar de sionistas a los judíos, lo que provocó la indignación de estos, quienes organizaron un boicot turístico a México desde Estados Unidos, motivo por el cual el compañero presidente tuvo que enviar a Tel Aviv al entonces canciller Emilio Rabasa a recular a nombre del gobierno mexicano y ofrecer una disculpa pública a los israelitas. 40 años después, el inquilino de Palacio Nacional comete una torpeza similar al no condenar el terrorismo ni solidarizarse con las víctimas de Israel. Que espere sentado la repatriación de Andrés Roemer y de Tomás Zerón. ¿Qué represalias políticas y económicas tomará la comunidad judía en México?