La lucha interna en Morena
¬ Augusto Corro jueves 12, Oct 2023Punto por punto
Augusto Corro
Se vienen días difíciles en la vida interna del partido Movimiento Regeneración Nacional (Morena); pues entre otros asuntos que resolver tiene la piedra en el zapato con el ex canciller, Marcelo Ebrard. La amenaza de la ex corcholata de dejar esa organización política podría convertirse en un verdadero dolor de cabeza para la dirigencia guinda. Mientras, sigue el misterio sobre lo que determinará el ex secretario de Relaciones Exteriores: renunciar al partido o seguir en sus filas, con una imagen devaluada.
El ex canciller participó en la competencia para designar al candidato presidencial de Morena para los comicios del próximo año. En las encuestas del partido guinda, Ebrard resultó derrotado. Desde el principio de la competencia exigió piso parejo ante el obvio apoyo del líder moral de ese instituto, Andrés Manuel López Obrador, a la ex jefa del gobierno capitalino, Claudia Sheinbaum, quien resultó ganadora. Este triunfo aumentó la inconformidad de Ebrard. Se quejó ante las autoridades y solicitó su intervención.
Se empezó a especular sobre la decisión de Ebrard de continuar en Morena o renunciar. El caso quedó en veremos. El ex canciller sigue en el partido morenista, aunque ya corren rumores insistentes que lo ubican como candidato presidencial de Movimiento Ciudadano (MC), cuyo dueño, el senador Dante Delgado, espera el momento propicio para definir la ruta que seguirá la dirigencia emecista. Los analistas se inclinan por la designación del ex canciller como precandidato presidencial de los emecistas.
En una ocasión, el ex secretario de Relaciones Exteriores dijo que su nombre aparecería en la boleta presidencial de 2024. Todo hace suponer que será como representante de MC. En tanto, en las filas guindas habrá reacomodos con los seguidores ebrardistas, como ya ocurrió con legisladores que simpatizan con Ebrard. ¿De qué tamaño será el hueco que deje el ex canciller en Morena si decide abandonarlo? ¿O se tratará de una renuncia más, que favorecerá a los dirigentes guindas, pues regresará la tranquilidad al partido?
Lo importante del tema es que el ex secretario de Relaciones Exteriores, desde un principio, no aceptó el juego, ni sus reglas. En cierta medida, no acató las subjetivas u objetivas órdenes del máximo dirigente morenista, Andrés Manuel López Obrador. Como se vio, el mandatario tabasqueño en múltiples ocasiones demostró su interés por la doctora Claudia Sheinbaum, para dejarla como su sucesora en la Presidencia de la República. En los próximos días conoceremos que camino seguirá Ebrard, con su imagen política desgastada.
La otra piedra en el zapato de Morena es el problema por la designación del precandidato al gobierno de la Ciudad de México (CDMX). Próximo el concurso para definir quién será el abanderado o la abanderada, en el interior de las filas morenistas se dividieron los morenistas. Por un lado, se encuentran los radicales que rechazan la candidatura del exjefe de la policía, Omar García Harfuch; y por el otro lado, los simpatizantes de la exalcaldesa de Iztapalapa, Clara Brugada.
La trayectoria de funcionario público no le favorece mucho a García Harfuch, pues tiene en su pasado un expediente que lo ubica como uno más de los presuntos involucrados en el caso de los 43 normalistas de Ayotzinapa. Además, su formación política viene de los diferentes cargos que desempeñó en la policía. Sucede lo contrario con Clara Brugada que tiene una carrera como luchadora social. Además, logró presidir el gobierno de la alcaldía de Iztapalapa, con resultados positivos.
De los dos aspirantes al gobierno de la CDMX, García Harfuch no la tendrá fácil, aunque tenga el apoyo de la ex jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum. El ex policía tampoco cuenta con el apoyo de la base morenista que se inclina a favor de Clara Brugada. Será interesante conocer quién será el ganador o ganadora, así como el manejo de la situación, que podría crear un foco de división entre los morenistas.
¿Usted qué opina amable lector?