Hambre y hartas ganas de comer
Alberto Vieyra G. jueves 12, Oct 2023De pe a pa
Alberto Vieyra G.
En la industria de la política azteca hay hambre y hartas ganas de comer. No olvidemos que la política mexicana se ha convertido en una lucrativa industria que da de comer, y con manteca, a más de 26 mil zánganos o chinches chupasangre que cada 3 y 6 años se disputan rabiosamente nuestros dineros públicos. Estamos ante una improductiva burocracia que a toda costa quiere seguir agarrada de la ubre presupuestal por los próximos 3 y 6 años. Estamos en tiempos de trapecismo o chapulineo político.
Esas chinches chupeteadoras se agarran de lo que caiga para no trabajar. Ellos dicen que trabajan, pero en realidad son viles levantadedos con cinturita de mantequilla al servicio del ponzoñoso presidencialismo sexenal. Esa clase política no trabaja solamente lucra con una chinche palabreja que llaman “democracia”, con la que según ellos sirven al pueblo de México.
Brincos diéramos porque en verdad sirvieran y rindieran culto a la ciencia política al servicio de los más fregados. La mayoría de esas chinches chupeteadoras solamente sirven a las grandes y poderosas oligarquías familiares de todo México.
Al menos en el PAN y el partido del presidente Morena están pariendo chayotes esas chinches chupeteadoras del trapecismo porque en las últimas horas, los consejeros del INE tuvieron a bien de aplicarles la chiripioca a muchas chinches aceleradas, la mayoría machistas que buscan convertirse en gobernadores por la Ciudad de México, Jalisco, Tabasco, Chiapas, Veracruz, Puebla, Morelos, Guanajuato y Yucatán.
El grillerío está en su mero apogeo y el acuerdo del INE desataría una verdadera rebelión interna hasta en los partidos de la chiquillada porque se trata de hacer efectiva la equidad de género y a la mayoría de los machos no les gusta ese vals, pues siguen pensando en que la política no es para las faldas sino solamente para los de pantalón largo.
Por ejemplo, el PAN en Yucatán ya cantaba victoria por anticipado con Renán Barrera Concha como el hombre que sustituiría a Mauricio Vila Dosal, pero con el acuerdo del INE, el PAN tiene que meter a una mujer como candidata, sólo que en Yucatán el Congreso local legisló para que la paridad de género se haga efectiva hasta el año 2030.
En Jalisco sucede algo similar, pues si hay gobernador la que sigue debe ser gobernadora y como usted puede ver el INE les echó a perder todos sus esquemas políticos a esas lacras sociales llamadas partidos políticos. Ahora que le voy a decir que el INE con su flamante consejera Guadalupe Taddei incurrió en alguna novatada, pues pareciera que los consejeros no saben de leyes, lo cual resulta sumamente grave para la salud de la República.
Claro que la venenosa partidocracia, esas chinches chupeteadoras de nuestros dineros públicos impugnarán el acuerdo del INE ante el Tribunal Federal Electoral, pretextando que el árbitro electoral de México se está metiendo en camisa de once varas, es decir en asuntos internos de los partidos políticos, que previamente han acordado sus cuotas en materia de equidad de género, lo cual los obligará a replantear sus estatutos internos.
Por lo pronto, los consejeros del INE son blanco de mentadas del calibre de los ajos y las cebollas y para hacer que renuncien esas chinches chupeteadoras, que buscan un hueso en la industria de la política azteca está en chino y menos en momentos en que hay hambre y hartas ganas de comer.