La Presidencia y las mentiras
¬ Arturo Ríos Ruiz lunes 2, Oct 2023Centro..!
Arturo Ríos Ruiz
- Echeverría, Jolopo y el actual
- Xóchitl traba mente de AMLO
Los políticos mexicanos deberían practicar un examen de constricción, sobre todo los de la actualidad; cuando son aspirantes a un cargo público se dicen ser los mejores y al lograr su cometido enseñan el cobre de su verdadero ser.
Lo anterior va de la escala gubernamental desde arriba hacia abajo; la misma frase que acuñó el hoy Presidente como candidato, al afirmar que acabaría la corrupción que hoy fomenta, sólo entre los suyos. A los cinco años de su gobierno, quedó en una detestable mentira.
Basta recordar la exhibición del pretendido juicio a los ex presidentes que quedó en un miserable sainete y en un pitorreo que buscó entretenimiento para los medios y engaño para el respetable lector para culminar en una lamentable farsa convertida en su contra por falsear.
Desde luego, que no es el único, el pasado está lleno de ejemplos; recordemos a un Luis Echeverría, que cuando anunciaba alguna acción, nos acostumbró a entender que haría lo contrario de las que adelantaba en sus declaraciones a los medios de información.
Pedro Zamora Briseño, escritor y periodista mexicano, se ha desempeñado como co director de la revista Justicia y Paz; con detalle, relata el cúmulo de mentís de Luis Echeverría, el más apuntado como admirador del actual Presidente, además de otro ejemplar histórico Benito Juárez, que tuvo lo suyo de falsedad.
Sólo otro ejemplo más, José López Portillo, comparado con “El Llorón de Icamole”, Porfirio Díaz, que, al ser derrotado en ese poblado de Nuevo León, por el general Carlos Fuero, el 20 de mayo de 1876, el dictador soltó lágrimas, como JLP, lo hizo en San Lázaro al prometer que, “defendería el peso como un perro”, en su último informe de gobierno, en 1982.
Después de ese rollo, de ejemplos pasados, nos actualizaremos en el caso de Xóchitl Gálvez, a la que han denostado con todo desde “arriba para abajo”, frase de YSQ, quien tomó la batuta como línea que se convirtió en viral de Morena.
El mandatario, desde su púlpito, coreó el grito de las vendedoras de tamales, en burla franca contra Xóchitl. Después, porque vendió gelatinas. Pero se inspira el Juárez que es todo un mito, porque también fie corrupto. Hay documentación fundada.
Como un ciclón caribeño en cada octubre, sus allegados siguieron la línea que, en su interior, es una orden y surgieron críticas agrias al por mayor contra la hidalguense para frenar su penetración ante buena parte de los electores.
Con respeto a la investidura presidencial, le recordamos que sus propios errores elevaron a Xóchitl Gálvez cuando aquella mañana tocó la puerta de su palacio y se le negó, pese a contar con orden judicial para ser recibida, pero no importó respetar la ley. Exhibición de poderío presidencial.
Hasta hoy, tienen a Xóchitl hasta en el sueño y despiertan turbados; la dama, avanza y Claudia siente pasos hasta en azotea por sus carencias en habilidades políticas, acostumbrada a calcar en todo a su mentor, como claro ejemplo de su dependencia ancestral, la cual sería refrendada, si llegara a la escala presidencial.