Políticos desvergonzados
Freddy Sánchez jueves 28, Sep 2023Precios y desprecios
Freddy Sánchez
Menos diputados y senadores como quiere el Presidente López Obrador o menos incompetentes, corruptos y cínicos legisladores sean los que sean los que deban estar en las cámaras legislativas.
“Esa es la cuestión”…
Y justo por tal motivo resulta indispensable que en el ejercicio del poder en México se produzca una depuración para que los zánganos, deshonestos y “buenos para nada”, (excepto para asociarse con malosos), dejen de seguir “ensuciando” la práctica política nacional.
La que quiérase o no admitirlo en la actualidad está plagada de vicios y desviaciones que en otros tiempos también existieron, pero nunca como ahora se habían hecho tan visibles y descarados tales comportamientos.
Y es que si a la vista de “todo mundo” ciertos legisladores “hacen lo que hacen”, qué no harán a hurtadillas y en contubernio con los más bajos fondos de la sociedad.
Para ser claros: en complicidad con quienes hacen uso de la delincuencia y sin escrúpulo alguno compran voluntades políticas a favor de sus intereses y, si hace falta, eliminan a los oponentes de sus corruptos asociados de la política.
Dos casos recientes: a un diputado del Partido del Trabajo se le detuvo por su presunta responsabilidad en narcomenudeo. En ese caso otra vez el fuero no le sirvió como protector porque a pesar de lo que se pueda criticar de la acción policiaca, el legislador está en manos de la ley.
Por otro lado, resalta la denuncia del ex gobernador de Baja California contra la actual mandataria estatal a la que se acusó de ser la promotora de un nuevo cártel delincuencial o sea ya no sólo de asociarse con grupos de la delincuencia organizada, sino de haber puesto a operar uno propio.
Qué desfachatez, si eso fuera absolutamente cierto.
El caso es que desde unos años a la fecha, (varios sexenios en realidad), cobra más fuerza la convicción en mucha gente de este país acerca de que políticos y criminales “van de la mano” en uno o varios lugares de la República Mexicana, procurándose apoyo y dándose a la tarea de fortalecer sus ligas con miras a perpetuarse en los cargos de poder.
De ahí que el llamado presidencial a reducir el número de plazas para los legisladores, más bien debería estar enfocado a limpiar de corrupción el desempeño de los señores y señoras que legislan en México y con ese importante desempeño se coluden y asocian con delincuentes.
Bajo esa perspectiva convendrá reformar las leyes a fin de que el fuero del que disponen los que se desempeñan en cargos de representación popular sea una protección que garantice su libertad de acción en todos sentidos, pero a la vez que exista una figura que permita proceder legalmente a inhabilitar temporalmente a los sujetos de sospecha por motivos de corrupción.
Es preciso, naturalmente, que la ley contemple la intervención de un órgano autónomo sin la más mínima injerencia de los partidos políticos y el gobierno, en cualquier indagatoria que deba resolver la pérdida o conservación del fuero en una investigación policiaca. Y así hacer una gran limpia de la política. Porque es muy lamentable lo que parece estar sucediendo en el ejercicio del poder a causa de la cada vez mayor degradación de la política con políticos desvergonzados.