Un bastón a control remoto
Alberto Vieyra G. miércoles 27, Sep 2023De pe a pa
Alberto Vieyra G.
¿Deveras, deveras manda en Morena doña Claudia Sheinbaum o es el ponzoñoso Maximato que acciona a control remoto desde Palacio Nacional con un dizque bastón de mando que encomendó a su “corcholata” para que partiera el queso?
Por cierto, la comunidad indígena oaxaqueña que le había otorgado ese bastón de mando a AMLO y que para ellos es sagrado, están muy molestos con él y no lo bajan de ser un Presidente truculento e irrespetuoso.
Pero AMLO no sólo usa el bastón de mando a control remoto sino que a través de las mañaneras da órdenes a sus huestes y a sus familias que buscan vivir agarradas de la ubre presupuestal de nuestros dineros públicos repitiendo el consabido “no somos iguales”, “no somos iguales” porque no queremos que se repitan esas odiosas prácticas de nepotismo, amiguismo y corrupción que imperaban en el pasado, ha dicho AMLO al enterarse de que su prima Manuelita que hoy vive de nuestros impuestos como diputada en Chiapas quería lanzarse en pos de la gubernatura.
En la mañanera del pasado viernes, el mesías tropical o Tartufo usó la mañanera para dar órdenes a toda su familia, incluyendo a su esposa para que no se metan en terreno barrido buscando fueros y huesos en las administraciones estatal y federal.
La semana pasada, sería una semana negra para la “corcholata” de AMLO, Claudia, quien se puso a criticar a su similar del Frente Amplio Opositor, Xóchitl Gálvez por haber plagiado hasta el pasado viernes 22 de septiembre, 38 párrafos de su tesis que la acredita como ingeniera en sistemas por la UNAM. Hábilmente, Xóchitl aceptó que, si actúo mal, pero ha propuesto que le invaliden su tesis para reponerla con otra.
La “corcholata” amlista se dio un bazucazo en el pie diciendo que semejante deshonestidad no existe en Morena. Doña Claudia desató carcajadas y mofas por todo el país y le recordaron que en la Suprema Corte hay una deshonesta e inmoral plagiaria llamada Yasmín Esquivel, quien ha recurrido a todo género de argucias legaloides para no renunciar a su cargo de ministra, pues sostiene que ella no plagió, sino que la plagiaron.
Lo cierto es que doña Claudia sabe que la señora Esquivel, esposa del contratista consentido de AMLO, el señor Rioobó, no sólo plagió su tesis de licenciatura de la UNAM sino también la maestría en la Anáhuac. Mal se vio la “corcholata” de AMLO, olvidando que “en boca cerrada no entra mosca”.
Y no fue la semana de doña Claudia porque se le atravesaron sus fantasmas que la perseguirán por toda su vida. Sí, los 29 muertos incluyendo una veintena de niños del Colegio Rébsamen que se desplomó el 19 de septiembre de 2017, cuando ella era jefa delegacional en Tlalpan y fue quien autorizó la ampliación del área siniestrada.
Pero también se habló de los 27 muertos y casi 100 heridos que dejó el desplome de la Línea 12 del Metro y decenas de muertitos durante el inicio de la pandemia, pues ella autorizaría el uso de la Ivermectina, resultando peor el remedio que la enfermedad y de pilón también le recordaron que arrastra el penoso caso del atentado conta el colega periodista Ciro Gómez Leyva, que mientras no se aclare, todo apuntará a un atentado de Estado. ¿Será por eso que no pudo o no quiso recorrer el velo de ese misterio?
Y para cerrar con broche de oro, Marcelo Ebrard quien ha llamado a doña Claudia con todas sus letras corrupta por el uso criminal de recursos públicos en su campaña, sigue insistiendo en que él será candidato presidencial. ¿Cómo? Sólo hay dos vías: Movimiento Ciudadano o esperar a que el bastón de mando de Palacio Nacional a control remoto enferme a su “corcholata” favorita o que se repita la historia del “Colosidio” para que Marcelo quede como la “corcholata” que emule al zedillato del salinato.
Parece que a doña Claudia le urge una limpia con gallina negra y virgen.