Jueces mascota
Freddy Sánchez martes 26, Sep 2023Precios y desprecios
Freddy Sánchez
Insiste Andrés Manuel para que los jueces sean electos mediante el voto popular.
Y algunos de sus críticos responden que de ser así, es preciso evitar que sea el Presidente quien elija a los candidatos.
Porque a decir de quienes se oponen a que los administradores de la justicia, (jueces, magistrados y ministros), surjan de una elección popular sería un engaño que el poder ejecutivo influyera de cualquier manera para que los que administran la justicia tuvieran una etiqueta de aliados del poder Ejecutivo.
Y eso, naturalmente, sucedería si el Presidente propusiera candidatos y lo hicieran los diputados y senadores, que siendo del partido en el gobierno, obviamente, obedecerían las instrucciones que recibirían de Palacio Nacional para “palomear” y aprobar a los aspirantes de su conveniencia.
Y de esa forma asegurarse de que Morena tendría a gente de su confianza en puestos claves para la administración de la justicia. Un propósito con la clara intención de tener en el Poder Judicial a quienes acataran órdenes del ejecutivo.
Algo que, según el parecer de ciertos adversarios políticos de la Cuarta Trasformación, sucedió con los consejeros electorales recién nombrados en el Instituto Nacional Electoral.
En la actualidad con una presidenta no solamente cercana al gobierno federal sino con un caterva de familiares que cuentan con buenos empleos burocráticos y políticos.
O lo que podría ser el equivalente a estar obligados moralmente a servir a los intereses de Morena y su gobierno.
Eso que se critica a la oposición de contar con aliados en el propio INE, el Tribunal Federal Electoral y la Suprema Corte de Justicia, es lo que puede considerarse que igual sucede en donde el partido que gobierna ha logrado colocar a gente de su confianza.
De ahí, entonces, el inconveniente de que los jueces, magistrados o ministros responsables de resolver los asuntos de justicia en México se hagan de dichos cargos por el voto ciudadano si los elegidos son llamados de aquellas filas que mejor garanticen su alineamiento con intereses oficiales.
El hecho de que los partidos políticos tengan la posibilidad de influir en la designación de representantes en áreas de administración de la justicia como ocurre en instancias electorales, simplemente daría la potestad absoluta de hacerlo al gobierno en turno o a cualquier otro con capacidad de decidir a quiénes promover o no como administradores de justicia.
Lo mismo que ha sucedido en varios sexenios con los nombramientos de consejeros y magistrados electorales, además de algunos integrantes del Poder Judicial con fama de ser aliados de ciertos grupos políticos y por esa causa estar bajo sospecha de resolver algunos asuntos con intenciones de favorecer o perjudicar a unos y otros de sus impulsores o no para ocupar los puestos que ocupan.
Así que una reforma legal que modifique el método para dar el encargo de administradores de la justicia, es menester que no tenga por resultado hacer más de lo mismo que se hace actualmente e incluso algo peor si sólo un partido político o un personaje en particular llegara a imponer su voluntad para nombrar a los encargados de administrar la justicia.
Hay que evitar pues a toda costa que en el futuro llegue a darse en éste país lo que se podría traducir en la sistemática actuación tendenciosa y corrupta de jueces mascota.