Asesinan a periodista
¬ Augusto Corro martes 26, Sep 2023Punto por punto
Augusto Corro
Sin duda, México se mantiene como uno de los países más peligrosos del mundo para ejercer el periodismo.
En el presente sexenio 42 periodistas fueron asesinados. El último fue abatido a balazos.
Se trata de Jesús Gutiérrez Vergara, quien perdió la vida cuando un grupo armado atacó a policías municipales.
Los hechos ocurrieron en San Luis Río Colorado, Sonora, en el momento que el periodista platicaba con los representantes de la ley, los asesinos huyeron. Los comunicadores en México se encuentran a merced de la delincuencia. En el país se encuentran en las que el crimen organizado tiene un control sobre los medios de comunicación.
También los caciques de múltiples lugares, a través del terror, tienen sometidos a los periodistas.
Desde el sexenio del presidente panista Vicente Fox suman 142 comunicadores asesinados.
En la mayoría de los casos, los criminales gozan de impunidad total. Cuando ocurren los atentados, diferentes organismos defensores de derechos humanos demandan justicia.
Son manifestaciones temporales que luego se olvidan. Las propias autoridades se comprometen a castigar a los asesinos, pero no cumplen.
Lo mismo ocurre con los comunicadores indefensos ante las agresiones de los criminales; se ofrece protección a los periodistas, pero no se cumple.
Ayotzinapa, un caso sin solución
El 26 de septiembre de 2014 fueron secuestrados y desaparecidos 43 alumnos de la escuela normal de Ayotzinapa.
A partir de esa fecha, los padres de los muchachos iniciaron su búsqueda sin resultados.
Son ya nueve años de esos hechos y las autoridades siguen empeñadas en ocultar la verdad.
En el gobierno del presidente Enrique Peña Nieto hasta se creó una comisión para investigar el caso. Resultó fraudulenta la investigación que se realizó; sin embargo, la calificaron como la “verdad histórica”.
Para apoyar su dicho, las autoridades detuvieron a decenas de personas, responsables o no de los hechos violentos.
En las cárceles salen y entran quienes se encuentran en decenas de investigaciones, para concluir que sigue la misma situación como al principio. Es decir, que no se sabe el paradero de los 43 normalistas, caso en el que, según cientos de declaraciones, participaron policías, militares, autoridades y grupos relacionados con el tráfico de drogas.
El presidente López Obrador se comprometió a aclarar el destino de los estudiantes, pero parece que se encuentra en la misma situación que su antecesor.
¿Se trata de proteger a los responsables de la desaparición de los normalistas? ¿Por qué tantos años de impunidad a los delincuentes?
Los padres de los muchachos secuestrados quieren saber dónde están sus hijos; pero alguien se empeña en no decir la verdad, en guardarla.
Violencia imparable
Dos hechos importantes se registraron en estos días. El primero es el secuestro de Yolanda Sánchez Figueroa, presidenta municipal de Cotija, Michoacán. La acción criminal se registró en la colonia Jardines de la Patria, Zapopan, Jalisco, a las 19 horas del sábado.
El segundo ocurrió el fin de semana en San Gregorio Chamic, municipio de Frontera Comalapa, Chiapas.
Vecinos del lugar vitorearon la llegada de un convoy de camionetas con personas armadas de la facción de Ismael El Mayo Zambada, del Cártel de Sinaloa.
En esa zona fronteriza con Guatemala se encuentra una fuerte disputa por el territorio y el tráfico de drogas entre el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) y el Cártel de Sinaloa (CDS). Los dos casos que le comento son parte de la información sobre la violencia que golpea en varias regiones del país. En Jalisco y Michoacán hace tiempo que la delincuencia organizada llevó la inseguridad. Lo mismo sucedió en Chiapas.
En Jalisco, es común saber que diariamente se registran hechos violentos, como extorsiones, secuestros y asesinatos.
En Chiapas, sucede lo mismo. La población se identificó con los criminales y hasta los recibió con aplausos.
Y las autoridades que deben brindar protección, ¿que papel desempeñan? Nadie lo sabe.
¿Usted qué opina amable lector?