No son muchos, pero continúa la disidencia dentro de Morena
Miguel Ángel Rivera jueves 21, Sep 2023Clase Política
Miguel Ángel Rivera
Mientras continúan los “destapes” de militantes de la llamada Cuarta Transformación que aspiran a ser mandatarios de alguna de las entidades federativas y a pesar de las reiteradas promesas de lealtad, se mantiene latente el riesgo de divisiones internas en la llamada Cuarta Transformación.
Esto quedó claro con la visita de la virtual candidata presidencial del oficialismo, la ex jefa de Gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum Pardo, al Senado de la República, en donde se reunió con los integrantes de los grupos parlamentarios de Morena y sus satélites, el PVEM, PT y los sobrevivientes del PES.
A pesar de que el coordinador de la mayoría oficialista, el senador y precandidato a gobernador de Chiapas, Eduardo Ramírez Aguilar, intentó presentar un panorama de total unidad en torno a Sheinbaum, los reporteros de “la fuente” del Senado pusieron en evidencia que legisladores que simpatizan con el frustrado precandidato Marcelo Ebrard Casaubon, no acudieron al encuentro.
Esto confirma que se mantiene la inconformidad con la designación de la ex mandataria capitalina expresada por Ebrard, quien denunció irregularidades en el proceso de levantamiento de la encuesta que supuestamente sirvió para decidir a la Coordinadora de Defensa de la Transformación, título con el que se disfraza la condición de candidata presidencial de la llamada Cuarta Transformación.
Hace exactamente una semana, Sheinbaum estuvo en la Cámara de Diputados para recibir el respaldo de las bancadas oficialistas y, también, el coordinador de la fracción parlamentaria de Morena, Ignacio Mier Velazco —otro precandidato a gobernador, de Puebla— intentó hacer aparecer esa reunión como una manifestación de apoyo unánime a la “corcholata” favorita. Sin embargo, otra vez los medios, pusieron al descubierto que se ausentaron los seguidores de Marcelo Ebrard.
Es de reconocer que, en ambos casos, se trata de grupos minoritarios. Los números varían y no resultan confiables, pues son pocos los que están decididos a llevar su inconformidad hasta el límite y prefieren “pasar lista” para no poner en riesgo su carrera política.
Por ejemplo, el coordinador de Morena en el Senado, Eduardo Ramírez, aseguró que al encuentro con Sheinbaum asistieron 66 de los 76 senadores del bloque oficialista.
Sean pocos o muchos los inconformes, el hecho es que hay resistencias internas en el oficialismo, al grado que, con un poco de exageración, se habla de que ya surgió una “corriente democrática”, similar a la que en los años 80 del siglo pasado afloró dentro del PRI y que fue semilla para una fuerte resistencia que derivó en la victoria de la llamada Cuarta Transformación en las elecciones federales de 2018.
Parece exagerado elevar al grupo encabezado por Ebrard a ese nivel, pero el hecho es que hay una simiente de inconformidad dentro de las filas oficiales.
Esto llevó, por ejemplo, a la dirigencia de Morena a proscribir las corrientes internas. Esto se explica porque el derrumbe del PRD —el antecedente inmediato de Morena— se generó precisamente de la lucha entre grupos internos.
El hecho es que el gerente de Morena, Mario Delgado Carrillo, declaró el pasado día 10, luego de que Ebrard anunciara el surgimiento de su “asociación civil” El Camino de México, dijo que el ex canciller está en su derecho, pero advirtió que su instituto político, Morena, no admite corrientes internas.
“Él tiene todo su derecho a organizarse, a tener esta asociación civil, obviamente como lo establecen los estatutos de Morena, no hay corrientes, no hay ningún tipo de afiliación corporativa ni puede representar ninguna asociación o ninguna organización algún tipo de corrientes, de privilegios o cuota”, dijo Delgado.
“Respeto a Marcelo Ebrard, lo que entendimos de su mensaje es que va a continuar en Morena, cosa que nos pone muy felices. Felicitamos a Marcelo por esta decisión, que siga contribuyendo de manera tan importante a este proyecto de transformación”, destacó también Delgado Carrillo, en un intento de conciliación.
También, Delgado Carrillo rechazó que los legisladores “marcelistas” estén realizando alguna presión o chantaje en el contexto de las negociaciones del presupuesto 2024.
¿Primer “dedazo” de Claudia Sheinbaum?
El tema de que las corrientes internas están proscritas en Morena, lo retomó la “defensora de la Cuarta Transformación” en declaraciones al término de su reunión con los legisladores, misma que fue a puertas cerradas.
Sheinbaum defendió la unidad en Morena y aprovechó para descalificar del opositor Frente Amplio por México. “Ni siquiera le debemos llamar el Frente Amplio opositor. Son el PRI y el PAN y un pedacito del PRD que todavía queda por ahí. No es nada más que el pasado, es el pasado de privilegios, de corrupción, de la mentira, de la simulación de la desigualdad, de la discriminación, de la corrupción”.
Aseguró que “hay unidad en Morena porque nosotros no le cerramos las puertas a nadie. Entonces, la unidad está y nosotros seguimos caminando. Lo digo con toda certeza”, dijo la virtual candidata presidencial
En cuanto a la ausencia de senadores que respaldan a Ebrard, Sheinbaum resaltó que en Morena la unidad se vive no solo entre sus dirigentes, sino entre gobernadores, presidentes municipales, regidores y legisladores.
“No hay corrientes, eso está en los estatutos”, insistió. La unidad, dijo, se establece a partir de los principios del movimiento.
Por otra parte, mucho se especuló acerca del significado de la entrega a Sheinbaum de parte del presidente López Obrador del “bastón de mando” y, en particular, si ese traspaso, implica también decidir quiénes serán los candidatos de la llamada Cuarta Transformación a los miles de cargos que estarán en disputa en las elecciones del año venidero.
Esto viene al caso porque, desde que el secretario de Seguridad del gobierno capitalino, Omar García Harfuch, renunció su cargo, se dijo que era el favorito de Sheinbaum para sucederla en el Palacio del Ayuntamiento, pero se temía que fuese vetado por López Obrador, quien no le profesa simpatía, por haber formado parte del equipo de trabajo del repudiado Genaro García Luna.
Más allá de esas especulaciones, García Harfuch anunció ayer formalmente su aspiración a ser nominado candidato de Morena al gobierno de la CDMX, por lo que iniciará un recorrido por las 16 alcaldías.
“El objetivo de este mensaje es informar la decisión que he tomado de participar en el proceso interno de Morena para la elección del Coordinador de la Defensa de la Transformación en la Ciudad de México”, indicó.
Como carta de presentación, mencionó: “Logramos ampliar las capacidades de la policía, dándole nuevas herramientas, entre muchas otras, como la facultad de investigación, esto volvió a la Policía más útil para la ciudadanía y también para la propia Fiscalía”.
Pero si el “destape” de García Harfuch permite suponer que Sheinbaum recibió la facultad metaconstitucional de nombrar candidatos, la lucha por el gobierno capitalino permite suponer también que se mantiene vigente la tutoría de López Obrador sobre la “defensora” de la 4T.
Esto porque, otro precandidato al gobierno capitalino era el todavía gobernador —el peor calificado del país— de Morelos, Cuauhtémoc Blanco Bravo, y dentro de Morena (que no corrientes ni tribus) había grupos de simpatizantes por suponer que la popularidad del ex futbolista ayudaría a vencer al bloque opositor que amenaza con quitarle el poder a la llamada Cuarta Transformación.
Esa suposición llegó ayer a su fin. El propio Blanco Bravo anunció que declina. Se difundió una fotografía en la que el mandatario (es un decir) morelense aparece al lado del presidente López Obrador. Conclusión lógica: el inquilino de Palacio Nacional fue quien convenció al ex futbolista de olvidarse de cualquier campaña y dedicarse de tiempo completo a solucionar los múltiples problemas de Morelos.
También estuvieron en Palacio Nacional los padres de los 43 normalistas desaparecidos la noche del 26 de septiembre de 2014 en Iguala, Guerrero, quienes exigieron que se cumpliera la promesa de aclarar lo ocurrido esa aciaga fecha.
“Vamos a conocer lo que realmente sucedió, que se sepa dónde están los jóvenes y se castigue a los responsables”, prometió el presidente electo Andrés Manuel López Obrador el 26 de septiembre de 2018.