Milagro: faltan dos billones para el presupuesto, pero se pagarán sin deuda
Miguel Ángel Rivera viernes 15, Sep 2023Clase Política
Miguel Ángel Rivera
¿Quién tiene la razón?
El presidente Andrés Manuel López Obrador ejercerá en 2024, el año de su despedida (oficial), el presupuesto más grande en la historia del país y, asegura, eso se logrará sin deuda.
Del otro lado, sus críticos y opositores destacan lo contrario. Aseguran que para el presupuesto federal del año venidero se contratará la deuda más grande, también en la historia nacional.
El punto de partida es el proyecto de presupuesto federal presentado por el Ejecutivo a la Cámara de Diputados, la cual, constitucionalmente, tiene la facultad de aprobarlo, modificarlo o, de plano, rechazarlo. Claro, eso es en teoría, pues en el actual sexenio, los legisladores de la llamada Cuarta Transformación han cumplido puntualmente la exigencia presidencial de “no cambiarle ni una coma” a sus iniciativas.
Pues bien, ese proyecto incluye un déficit de casi dos billones —dos millones de millones— de pesos, una cantidad extraordinaria en cualquier circunstancia, que se tiene que sumar necesariamente a la deuda pública, pues no se especifica otro medio para allegar al gobierno federal esa cantidad que seguramente se gastará el año venidero.
Al respecto, el coordinador de los diputados del PAN, Jorge Romero Herrera, señaló que el Paquete Económico Federal 2024 estima el déficit presupuestal más alto en los últimos sexenios y según las cifras oficiales muestran un techo de endeudamiento de 2 billones de pesos.
“Nunca antes este gobierno había declarado su intención de tanto déficit presupuestal, lo están reconociendo, es decir, están diciendo, vamos a gastar más de lo que vamos a tener, esto se llama déficit presupuestal y no es por cosa menor, es por casi 2 billones de pesos, es por 2 millones de millones de pesos”, dijo el coordinador panista.
Aclaró que no se trata de invalidar el recurso de la deuda, ya que es un instrumento financiero, “pero que no nos vengan a decir que este gobierno no endeuda, pues es el más endeudado en los últimos sexenios”.
En efecto, López Obrador aseguró que no hay endeudamiento en su presupuesto para 2024, a pesar de que incluye un déficit público de 4,9 por ciento en relación con el Producto Interno Bruto (PIB), el más alto en más de 30 años.
“No hay tal endeudamiento, año con año, cuando se presenta el presupuesto, se considera un porcentaje para contratación de deuda, a partir de lo que se piensa que va a ingresar por recaudación y de las obras que se tienen que construir”, indicó el mandatario.
Sí nos vamos a endeudar, pero será para programas sociales
“Entonces puede ser que haya un déficit, un faltante, entre lo que ingresa y lo que se requiere para hacer las obras públicas, entonces hay parámetros, nosotros no nos salimos de lo que autoriza el Congreso”, añadió.
Como se aprecia, habrá un déficit, pero el jefe del Ejecutivo no especifica de dónde saldrá el dinero para compensar ese faltante.
Por ello, la oposición ha acusado de “irresponsable” el proyecto de presupuesto que presentó el viernes pasado al Congreso la Secretaría de Hacienda, que prevé un aumento real anual de 7,1 % del gasto neto total hasta 9,02 billones de pesos (unos 530.000 millones de dólares).
En el sector privado, el BBVA ha calificado de “preocupante” el déficit, y Citibanamex ha opinado que el presupuesto “parece diseñado para ganar las elecciones” de 2024. El Centro de Estudios Económicos del Sector Privado (Ceesp) estimó el martes que la deuda pública de México se incrementará un 59% durante el gobierno de López Obrador, que inició en diciembre de 2018.
López Obrador justificó el déficit, al argumentar que va para obras públicas, aunque el 67,6% del gasto total se destinará al rubro de desarrollo social, relacionado con sus programas sociales.
“Toda esa deuda que van a autorizar, si es que lo deciden así en el Congreso, es para obras porque antes ni siquiera se cumplía con el propósito de que la deuda pública solo puede contraerse para una obra determinada”, sostuvo.
Al respecto, me atrevo a citar a Pedro Peñaloza, un auténtico luchador de izquierda, no desde el triunfo de Morena, sino de toda la vida, quien en su colaboración semanal que aparece en por lo menos dos acreditados diarios, El Sol de México y Ovaciones, sostuvo que, en la Cámara de Diputados, “se acatará la línea de no quitar ni una sola coma, a menos que sea para disminuir recursos a los rebeldes organismos autónomos. Los seguidores del tabasqueño se envolverán en la bandera y sin leer ni ojear las iniciativas únicamente votarán.
“Los representantes del pueblo van a aprobar un presupuesto destinado a la compra de votos y a la confirmación de clientelas. Para ello, se destinarán 729 mil millones destinados a los programas prioritarios del gobierno, un 23% más que lo aprobado para el presente año, principalmente para la pensión a adultos mayores, que tendrá un incremento de cerca de 5 mil millones de pesos”, añadió Peñaloza, quien conoce bien el caso, pues él mismo fue diputado federal.
“Estos defensores de la nación e ínclitos representantes de los sentimientos del pueblo bueno, también levantarán la mano para lo siguiente: aumento de 414 mil a 543 mil millones a la Secretaría del Bienestar; la Secretaría de la Defensa Nacional pasará de 111 mil a 259 mil millones de pesos, dinero extra para terminar el Tren Maya, y seguir llenando de poder a los milicos, esto contrario al discurso en el tour por Colombia y Chile.
“A la Semar le irá muy bien, pasará de 41 mil a 71 mil millones, no olvidemos que está encargada del control de los puertos y aeropuertos, junto a la construcción y operación del Corredor Interoceánico del Istmo de Tehuantepec. En el discurso deplora el golpe de Estado en Chile, pero sigue puntualmente en la línea del militarismo (que no militarización).
“La SEP no importa, tendrá un aumento pírrico, para las necesidades que debiera cubrir, pasará de 402 mil a 425 mil millones. Asimismo, se traslada el presupuesto de Salud a IMSS-Bienestar, después del fracaso del danés Insabi.
“Al ramo de Cultura, después de la inflación, sólo se le aumentan 62 millones, aunque la mayoría de ese incremento va para los trabajos de excavación en el Tren Maya.
“En conclusión: El lopezobradorismo usará recursos públicos para mantenerse en el poder. Nada de ideas ni propuestas programáticas, sólo cash, mucho cash. Esa es su única bandera y práctica cotidiana”.
Mientras tanto, el Grupo Parlamentario del PRI se mostró preocupado por el paquete económico entregado en la Cámara de Diputados el pasado viernes, ya que consideran debe de manejarse por un principio fundamental, pues es el dinero de todos los mexicanos.
Carolina Viggiano señaló que el gobierno que se hace llamar de la Cuarta Transformación compromete el futuro de los mexicanos, ya que cada mexicano que nazca en 2024 le tocará pagar 127 mil pesos de deuda pública, un aumento de 14 mil pesos más que el año pasado.
“Sí hay deuda pública y hay deuda cuando se gasta más de lo que podemos ingresar, pero sobre todo cuando se gasta mal, con opacidad, con despilfarro, con corrupción y sin planeación”, añadió la legisladora y secretaria general del tricolor.
A su vez, el ex secretario de Economía, Ildefonso Guajardo, se refirió a lo que llamó el mantra de esta administración, el cual es no mentir, no robar y no traicionar, y que con el Presupuesto 2024 violan esos principios, pues para empezar mienten al decir que no aumentaban la deuda pública, siendo que el techo de la deuda para el 24 será 40 por ciento superior al del 23.
En cuanto al no robar, agregó de ejemplo el caso de Seguridad Alimentaria Mexicana (Segalmex) y los 15 mil millones de pesos que se robaron, pero que no es nada más eso, sino que contará con un presupuesto abundante en este paquete económico, sin haber saldado cuentas del robo millonario ni resultados efectivos en el esquema de distribución de alimentos.
El ex secretario sostuvo que de esta manera se traiciona a las madres con cáncer, a las mujeres violentadas y a los estudiantes que quisieron mejorar su futuro, pues se eliminaron las becas para estudiar y prepararse mejor para servir al país.
Una duda
¿Qué habría pasado si el Ministerio Público Federal hubiera actuado con el mismo celo contra el capo Rafael Caro Quintero, actualmente libre, que la Fiscalía de la Ciudad de México contra el fiscal general de Morelos, Uriel Carmona, detenido por cuarta ocasión, a pesar de amparos concedidos por jueces federales?