Enorme peligro
Carlos Ramos Padilla miércoles 13, Sep 2023Se comenta sólo con…
Carlos Ramos Padilla*
¿A qué juega Marcelo? Es un político experimentado que extrañamente se prestó a cumplir los caprichos más insultantes de AMLO en materia diplomática: Rescatar a dictadores, generar las condiciones de asilo para tiranos, imponer a políticos improvisados como embajadores premiados por el Presidente, apostar a Donald Trump, perder la dignidad frente a Cuba, enfrentarse con Perú, atacar a los españoles, en fin, materias muchas que Marcelo toleró e incluso fue eje para su desarrollo.
Ebrard se ha sabido mal acomodar en distintos partidos políticos (6) tratando de cumplir sus ambiciones y estrechó sus relaciones con su mentor y líder, Manuel Camacho Solís, con quien recorrió tramos interesantes, pero que se vio obligado a no acudir a sus funerales por el autoexilio que se impuso en Francia ante la latente posibilidad de una acción penal en su contra por las irregularidades en el Metro y el caso News Divine.
Marcelo experimentó un proceso muy delicado cuando lincharon a agentes federales que investigaban el flujo de droga en Tláhuac y que según Marcelo no los rescató por un problema de “orografía”. Ahí fue abiertamente rescatado por AMLO.
A Marcelo se le ha tratado de asociar con negocios importantes como la urbanización de Santa Fe (en donde no ha explicado la donación que hizo de terrenos a Grupo Riobóo), los camiones de basura, el transporte escolar, el segundo nivel de periférico sur, la línea dorada del Metro (en donde ha evadido debatir con el ex director del STC Metro, Jorge Gaviño) y hasta los contratos para los parquímetros.
En 2013, fundó una expresión dentro del PRD que llamó Movimiento Progresista (casualmente como ahora pretende llamar a un nuevo partido que dice habrá de constituir). Ha escalado a tropezones con su personalidad de perdonavidas. Incluso cuando en 1985 fue titular del Programa de Renovación de la Vivienda por los terremotos de ese año. Fundó el partido Centro Democrático con Camacho Solís conociendo entonces la derrota electoral y la pérdida de registro (1999 a 2000).
Marcelo fue negociador en Chiapas, junto con Samuel Ruiz, en el conflicto con el EZLN. Camacho y Ebrard fueron pieza estelar en el desequilibrio político de México más delicado y profundo en su historia, al torpedear la candidatura de Luis Donaldo Colosio a la Presidencia por considerar a Carlos Salinas como el promotor del rompimiento de un pacto para heredar el poder. El asunto terminó en el lamentable asesinato de Colosio.
Camacho Solís, de negociador saltó a Relaciones Exteriores (de 1993 a 1994) siempre acompañado por Marcelo. Desde la administración del Distrito Federal, cuando Camacho era regente y él secretario general de Gobierno, criticó severamente al PRD por ser el partido que en la historia había operado el mayor número de bloqueos y manifestaciones en la capital y participó en el desalojo en el Zócalo de los barrenderos de Tabasco manipulados políticamente por AMLO.
Pero hoy, las cosas parecen encasillarlo a repetir la historia. Se siente y se sabe traicionado por el gobierno y Morena. Incluso ya denunció a Claudia Sheinbaum y calificó de cobardes a Alfonso Durazo y a Mario Delgado.
No podemos creer en su inocencia y candidez al suponer que el proceso de Morena para determinar a su candidato a la Presidencia sería transparente y limpio. Parece que Marcelo era el único mexicano en no enterarse de la inclinación presidencial por Sheinbaum.
Hoy juega exactamente repitiendo el esquema de Camacho/Colosio, reventar los procesos y no reconocerlos, denunciar irregularidades, romper con el sistema, asegurar que estará en la boleta presidencial, hacer creer que es codiciado por partidos políticos… pero aquí hay una enorme diferencia con 1994, AMLO ha creado el ambiente propio para el odio, la traición y la confrontación.
El país está sumido en la violencia y el Presidente en sus necia ambición por pasar a la historia. El crimen organizado opera en la mayor parte del país y desde Palacio se saltan las leyes condenando incluso a la SCJN a juicios sumarios.
Todo se podrá decir de Salinas, pero desde el poder respetó a las instituciones, favoreció a México en el marco internacional, promovió los mejores acuerdos comerciales, no concedió derechos ni beneficios al crimen, no suspendió fundaciones o fideicomisos ni usó la educación para adoctrinamiento, había gobierno.
Cuidado, las condiciones son diferentes y de enorme peligro y Marcelo ha favorecido al gobierno y a AMLO concediendo terreno a la inestabilidad del país y al crimen organizado.
Muy peligroso jugar con fuego y desafiar a Palacio o la otra vertiente es que participa de una estrategia para que si Sheinbaum no prende, él, Marcelo, sería el caballo de Troya, en acuerdo con AMLO para sucederlo.
* Conductor del programa Va en serio, Mexiquense TV Canal 34.2, IZZI Canal 135 y Mexiquense Radio.