Ni con sobre sellado se ocultó el “dedazo”; desechan protestas de Ebrard
Miguel Ángel Rivera jueves 7, Sep 2023Clase Política
Miguel Ángel Rivera
El dedo del gran elector quedó manchado y no precisamente con el atole que suministra diariamente desde su mañanera.
El encargado de poner en evidencia el truco de su compañero de lucha desde hace 20 años y precandidato a sucederlo en Palacio Nacional, Marcelo Ebrard Casaubon, quien denunció irregularidades que, en su opinión, y de los experimentados especialistas incluido en su equipo de no campaña invalidan esa encuesta con la que se intentaba dar la apariencia de que la candidatura presidencial de la llamada cuarta transformación es producto de la voluntad del pueblo.
A pesar de la mancha y en contra de protestas surgidas del interior de Morena, la oficialmente considerada encuesta decisiva, creada para ocultar el “dedazo”, confirmó lo que ya se sabía, la candidata oficial será la ex jefa de gobierno capitalino Claudia Sheinbaum Pardo.
Lo sucedido pone en evidencia, además, el ADN de Morena, que como su inmediato antecedente, el PRD, nunca pudo sacar adelante un proceso de nominación de candidatos sin que hubiera descalificaciones y hasta riñas de los distintos bandos agrupados bajo sus siglas.
Esa división interna del PRD, en las llamadas “tribus”, fue la causa real de la separación de el ahora presidente, Andrés Manuel López Obrador, aunque en principio, luego de perder las elecciones presidenciales como abanderado de una coalición encabezada por el partido del sol azteca, intentó aparentar que se trataba de una separación “amistosa”.
Más tarde, en febrero de 2014, admitió haber abanderado al PRD porque está en desacuerdo con la política que llevan a cabo los dirigentes del partido. “Se fueron del lado del priista Enrique Peña Nieto y aprobaron que el gobierno federal siga aplicando la política antipopular en México”, indicó.
“Se ladearon por completo por el famoso Pacto por México que no es más que Pacto contra México, y por eso ya no tengo nada por el PRD”, agregó el fundador de Morena, con el cual llegó a su meta: la Presidencia de la República.
Ahora, años después, cuando su mandato entra en declive, López Obrador intentó adelantarse a las expresiones de desacuerdo y las luchas entre las tribus y rescató la facultad metaconstitucional de los presidentes de su partido originario, el PRI, de designar a su sucesor, aunque procuró esconderlo con un proceso supuestamente democrático, las encuestas.
Lo que hizo ayer Marcelo Ebrard fue desvirtuar la supuesta popular, pues la encuesta decisiva, como de dice en términos populares, fue “cuchareada”, pues todo indica que se favoreció a la “corcholata” favorita, la ex jefa de Gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum Pardo.
La falta principal, denunciada por el equipo de Ebrard, consistió en darle a conocer a los “encuestadores” de Sheinbaum los sitios en donde se realizarían las entrevistas para la denominada encuesta decisiva, con lo cual tuvieron tiempo para influir en la decisión de los seleccionados, ya sea por convencimiento o por miedo a perder las prebendas que reciben del gobierno federal.
Desde antes de que se iniciara la consulta decisoria, Ebrard denunció favoritismos para beneficiar a la “corcholata” favorita, a quien en varias ocasiones López Obrador le había levantado el brazo, al tiempo que los coros de “acarreados” gritaban ¡presidenta!, ¡presidenta!
Las irregularidades continuaron durante el levantamiento del sondeo de opinión y el traslado de los que se pueden denominar “paquetes electorales”.
El equipo de colaboradores de Ebrard, encabezado por la senadora Malú Micher y la especialista Martha Delgado confirmaron las irregularidades, tan evidentes que los organizadores de la consulta, así como los representantes de los equipos de los otros precandidatos, aceptaron invalidar 310 cuestionarios del total de diez mil 300 que integran la encuesta, por diversos incidentes. Esto representa el 14.4 por ciento del total, cifra a la que se deben sumar las secciones en las cuales no se pudieron levantar los cuestionarios debido a temas de seguridad, según admitió el gerente de Morena, Mario Delgado Carrillo.
Ebrard denuncia irregularidades y califica de traidores a Delgado y Durazo
“Por el número de incidencias y su impacto en las encuestas, es mejor repetir la encuesta”, afirmó Ebrard en una conferencia de prensa convocada de forma inesperada, apenas tres horas antes del anuncio oficial del vencedor en la encuesta de la llamada Cuarta Transformación, programado para las 17 horas, pero que se demoró más de una hora.
Desde la mañana, en otra conferencia de prensa, Malú Micher, Ximena Escobedo y Daniel Sibaja, habían revelado que la encuesta madre del partido es la que ha tenido más observaciones, afectaciones, irregularidades e incidencias.
“Creemos que la mayoría de la ciudadanía no está informada de lo que ha estado sucediendo, más que a través de una sola fuente y para nosotras, para nosotros, para nuestro movimiento es muy importante que la gente sepa cuáles han sido los pasos y cuál ha sido la contribución del movimiento de Marcelo Ebrard para este proceso”, destacó Malú.
Más tarde, cuando debía iniciarse el recuento definitivo y oficial, la mencionada senadora Micher y otros representantes del equipo de Ebrad, que portaban sus gafetes oficiales, fueron rechazados del salón designado del World Trade Center para la revisión de las actas y cuando intentaron rebasar las barreras metálicas inclusive recibieron golpes. Obviamente, no estuvieron en esa fase final de revisión.
Todos estos incidentes fueron expuestos ante los medios de comunicación en la conferencia de prensa, en la cual Ebrard expuso su exigencia de “reponer” el proceso. Aclaró que todavía no se realizaba el recuento y por lo tanto ignoraba si la mayoría de esas boletas eran a su favor o para alguna otra de las “corcholatas”.
“Es mejor decir: Tuvimos estas fallas y no querer sacar un resultado a rajatabla, un resultado que, no hablo de fraude, pero sí de incidencias”, aseveró Ebrard, quien ante las agresiones a la senadora Micher y sus otros colaboradores calificó de cobardes al gerente y al presidente del Consejo Nacional de Morena, su ex empleado Mario Delgado y el gobernador de Sonora —quien seguramente pidió licencia para abandonar su cargo— Alfonso Durazo.
Finalmente, el ex secretario de Relaciones Exteriores anunció que no estaría en la ceremonia donde se darían a conocer los resultados de la encuesta que pidió reponer por considerarla viciada, y, ante las protestas de sus seguidores que reclamaban “¡fraude!, ¡fraude!, así como las reiteradas preguntas de los reporteros, Ebrard respondió que no ha decidido separarse de Morena. Anunció que habrá una asamblea de sus seguidores y simpatizantes el lunes venidero, en donde decidirá su futuro en el terreno político.
Aunque menguada, se vino la “cargada” muy al estilo del PRI
Las inconformidades expresadas por Ebrard y sus allegados fueron desestimadas —como sus protestas anteriores— fueron desestimadas de inmediato por la dirigencia de Morena y de la llamada Cuarta Transformación, los mencionados Mario Delgado y Alfonso Durazo.
También tuvieron de inmediato el respaldo del diputado con licencia Gerardo Fernández Noroña, quien en el Congreso se distinguió como agresivo defensor del oficialismo y tuvo como recompensa ser incluido como precandidato, de relleno, en este proceso que desvirtúa la afirmación de los morenos y sus satélites en el sentido de que “no son iguales”.
Por el contrario, como en las mejores épocas del priismo que tanto dicen repudiar, en cuestión de minutos, después de las declaraciones de Delgado y Durazo, se dio a conocer una carta abierta, firmada por todos los gobernadores de la 4T, en la que expresan su confianza en la “democrática” encuesta mediante la cual se conoció la “voluntad del pueblo”.
Si fuera necesario, también con minutos de diferencia, apareció otro desplegado, de características muy similares, por no decir que idénticas, supuestamente firmado por diputados, presidentes municipales y otros cuadros del oficialismo
Lo único que deslució “la cargada” fue la lluvia.
La nota humorística la dio la candidata de oposición Xóchitl Gálvez, quien reviró la supuesta broma de López Obrador, cuando Beatriz Paredes se dio de baja de la contienda en el FAM. “Marcelo, aguanta, el pueblo se levanta”, dijo la risueña legisladora.