Era testimonial… y terminó siendo histórica
Roberto Vizcaíno viernes 1, Sep 2023Tras la puerta del poder
Roberto Vizcaíno
Beatriz Paredes siempre supo que su participación en la contienda interna del Frente Opositor era testimonial. De entre los aspirantes del PRI, ella era la única con carrera política, pasable, dado el descrédito generalizado de su partido. Pero hasta ahí.
Dentro de la oposición veían a Santiago Creel como el aspirante a vencer. Pero el panista ni pintó. Lo que ocurrió después fue providencial. Xóchitl Gálvez subió como la espuma en el ánimo y simpatías de millones de mexicanos, su inteligencia, carisma y espontaneidad la colocaron como la esperanza en este proceso. Conectó con las masas. Y ganó.
Fue una sorpresa incluso para ella misma. En apenas 2 meses le arrebató la agenda a Andrés Manuel López Obrador. Lo metió en su juego y lo obligó a colocarse públicamente como su contendiente desde el oficialismo. Nunca pensó el tabasqueño que debía preparar a alguna de sus “corcholatas” para responder y contener a la senadora Gálvez. Él mismo tuvo que hacerlo.
Y eso lo ha mostrado frágil, derrotable.
En este contexto, Beatriz Paredes —quien tiene una mala salud, que días antes de iniciarse este proceso del Frente la tuvo con cuidados médicos y recluida en alguna clínica—, se encontró con que la poda natural de sus compañeros de partido —José Ángel Gurría, Ildefonso Guajardo y de Federico de la Madrid los primeros— la dejaba a ella como la única representante posible del ex partidazo en la contienda interna.
Paredes, con su larga lista de cargos ocupados y su gran experiencia política, no podía engañarse ni calentarse creyendo lo que no debía creer.
Pero con la ayuda del PRI y sus cuadros experimentados logró colarse como finalista. Y debía ella —y Alito— sacarle a eso el mayor provecho. Y lo hicieron. De hasta dónde llegara dependería —sabían— lo que el PRI podría exigir en las negociaciones del reparto de candidaturas y cargos en caso de ganar en el 2024.
En las participaciones de las últimas horas eso ha servido para que Alejandro Moreno diga que en lo que corresponde a la presidencial el Frente está a menos de 10 puntos de Morena y AMLO y a menos de 5 puntos en lo que puede alcanzarse en el siguiente Congreso: mayorías en Senado y Cámara de Diputados.
En los libros y crónicas de esta transición quedará inscrito que Paredes llegó al final, a competir, en una buena posición, la candidatura presidencial del Frente Opositor frente a la senadora Xóchitl Gálvez, quien como ella cuenta con una historia personal inédita, sobresaliente.
Hoy no pocos preguntan que, si Xóchitl gana en 2024, Beatriz Paredes podría ser su secretaria de Gobernación. Luego de 3 o 4 veces de escucharlo, la hidalguense ha terminado por decir que pues sí, que sería algo a considerar.
Sería un cargo de salida, además en un proceso de transición histórico, con la primera presidencia de una mujer en México —surgida igual por primera vez desde el Poder Legislativo—, formidable para Paredes.
Algo que ni siquiera en su mejor momento de este año, lo pensó la tlaxcalteca.
En fin, que de circunstancial y testimonial, su participación tiene hoy todo para convertirse en algo histórico.
¿O no?
“Así me gustaría ver a Marcelo y a Sheinbaum el 6 de septiembre”
Las imágenes de Beatriz Paredes y Xóchitl Gálvez conversando, amenas, amigables en una larga mesa del CEN del PRI y luego paradas y abrazadas, con sus cabezas juntas, en una muestra de cariño y plena cercanía, le dieron la vuelta a los primeros espacios de todos los medios y redes sociales.
Culminaba así un proceso que en sus últimas horas vivió momentos de dudas porque Beatriz, luego de darse a conocer los resultados de las encuestas que la ponían por debajo de la hidalguense, no salió a declinar abiertamente en favor de Xóchitl y porque tampoco la reconoció como triunfadora, ni la felicitó públicamente.
La misma Xóchitl, sacada de onda, se contuvo para aceptarse como candidata presidencial del Frente Opositor. Siempre dijo que primero quería, necesitaba hablar con Beatriz.
El encuentro de ambas se dio al mediodía de ayer en las oficinas de la presidencia del PRI. Fue caluroso, cariñoso. Y corrieron las imágenes y los videos.
Y Alito aprovechó para lanzar su dardo super-envenenado contra AMLO y el proceso de las “corcholatas” que vive sus últimas horas en medio de duras confrontaciones y recriminaciones, denuncias de Marcelo Ebrard hacia el cochinero de Morena y la propia Claudia, y el gobierno de AMLO, y por la duda de si el ex canciller rompe o acepta la imposición de Claudia Sheinbaum.
Con la foto de ambas juntas, amables, sonrientes, cercanas en la pantalla de su celular, el dirigente simplemente comentó: “Así me gustaría ver a Marcelo y a Claudia la noche del 6 de septiembre”.
Ese día, según se anunció por el mismo presidente López Obrador, se dará a conocer el resultado de la encuesta que definirá al candidato o candidata de Morena, PT y Verde a la presidencial de 2024 y que todos suponemos será la ex jefa de Gobierno de la CDMX debido a las preferencias y apoyos mostrados por el propio mandatario, su gobierno y sus gobernadores.
Para avalar esta percepción pública, la secretaria de Gobernación, la jóven Luisa María Alcalde, comentó ayer mismo que “alguien” no saldrá contento de los resultados del proceso interno de Morena,
¿AMLO?, ¿Marcelo?, ¿Ambos?
Por lo pronto, el Presidente no salió contento con la postulación de Xóchitl.
El domingo iniciará campaña desde El Ángel
En forma por demás simbólica, el Frente Amplio por México lanzará formalmente a Xóchitl Gálvez con constancia en mano como su candidata a la presidencial de 2024.
Será interesante ver cuántos seguidores acuden que, sin duda, para el gobierno del porro Martí Batres serán apenas un par de miles.
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