Tres mujeres en la recta final para la Presidencia de la República
Miguel Ángel Rivera martes 22, Ago 2023Clase Política
Miguel Ángel Rivera
Ahora sí están dadas todas las condiciones para que el próximo Presidente de México sea una mujer.
Esto porque el único aspirante del sexo masculino dentro de las filas de la oposición, el diputado con licencia y ex secretario de Gobernación Santiago Creel Miranda anunció ayer que declina, con lo cual las únicas precandidatas son Xóchilt Gálvez Ruiz y Beatriz Paredes Rangel.
Luego de adelantos surgidos de diversas fuentes, mediante un video en las redes sociales, que dura 13 minutos, el ex presidente de la Cámara de Diputados anunció que se retiraba de la contienda para darle paso a su compañera de partido con el fin de que obtenga la victoria, ya que consideró que el poder no debe de ser una ambición personal, sino un medio para mejorar la vida de México.
“Estoy convencido de que el poder sólo tiene sentido en la construcción del bien común, en la creación de mejores condiciones de vida para todas las personas. El poder no debe de ser una ambición personal, sino un medio para transformar la realidad. Hoy anuncio que le doy a Xóchitl Gálvez mi total apoyo para que encabece el Frente Amplio por México”, explicó.
Creel mencionó ser amigo de la senadora del PAN y recordó que han encabezado batallas a favor del desarrollo del país, por lo que “hemos alzado la voz contra el autoritarismo”.
Antes, durante actividades en Cancún, Xóchitl Gálvez reveló tener un pacto con Creel para que cualquiera de los dos decline en favor del mejor posicionado en el proceso, por lo cual esperaba que el diputado con licencia anunciara si se decidía a declinar en las próximas horas o concluía el proceso.
En el bando oficialista, sólo el ex secretario de Relaciones Exteriores, Marcelo Ebrard Casaubon, y otros despistados militantes y simpatizantes de la llamada Cuarta Transformación todavía no aceptan que el fundador, líder y guía de Morena, el presidente Andrés Manuel López Obrador, ya decidió que su sucesora sea la ex jefa de Gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum Pardo.
Claro, falta que la ex mandataria capitalina confirme las predicciones que la dan por segura vencedora en las elecciones constitucionales del 2 de junio de 2024.
Hasta hace apenas unas semanas casi nadie dudaba que Morena y sus rémoras saldrían adelante en la contienda electoral del año venidero con Sheinbaum Pardo como abanderada, pero su mentor tabasqueño se encargó de hacer crecer a una potencial competidora a fuerza de criticarla en sus mañaneras, sin darle oportunidad de ejercer su derecho de réplica.
Esa eventual candidata de oposición —oficialmente busca encabezar al Frente Amplio por México— atacada y exaltada desde Palacio Nacional, es la senadora postulada, pero no militante del PAN, Xóchitl Gálvez Ruiz, quien inusitadamente creció tanto en las simpatías de los electores que optó por la candidatura presidencial en vez del gobierno de la CDMX, que era su objetivo inicial.
Todavía no se puede dar a Gálvez Ruiz como segura candidata, pues antes tiene que superar, dentro de la coalición de partidos (PAN-PRI-PRD) y organizaciones de la sociedad civil que integran el Frente Amplio por México (FAM) a la priista —ella sí militante del tricolor de toda la vid— y también senadora Beatriz Paredes Rangel.
De acuerdo con las filtraciones acerca de los resultados del registro de simpatizantes a favor de los cuatro precandidatos que llegaron a la segunda fase del proceso de selección dentro del FAM, Gálvez Ruiz aventaja a Paredes Rangel con la suma de seguidores propios y los que le sume la declinación de Creel Miranda, pues la priista no la alcanzaría ni con la suma de los simpatizantes de su compañero de partido Enrique de la Madrid Cordero, quien también quedó al margen del proceso de selección.
En este aspecto, han circulado versiones en el sentido de que Paredes Rangel ha recibido el respaldo total de la dirigencia nacional de su partido, encabezada por Alejandro “Alito” Moreno Cárdenas.
El otro criterio para decidir quién será el organizador del FAM, título con el que se disfraza, para evitar sanciones del INE, la decisión acerca de quién será el candidato del bloque opositor, será una encuesta por realizarse el venidero 3 de septiembre, que representa la mitad de la calificación, mientras que las mencionadas firmas de simpatizantes representan la otra mitad de la calificación.
De acuerdo con los antecedentes —dos encuestas, una a domicilio y la otra telefónica— en ese terreno las ahora dos únicas aspirantes están empatadas. En consecuencia, de repetirse el empate, la suma de simpatizantes resultaría definitiva. Si la vencedora en esos sondeos resultara la senadora priista y ex gobernadora de Tlaxcala, el comité organizador de la consulta estaría en problemas, pues no se ha definido un método para un desempate.
Cada partido hace lo posible para hacer ganar a su abanderada
La suma de votos de respaldo a una u otra precandidata ha dado motivo para que, dentro de la coalición opositora, pero también desde el bando oficialista, surjan rumores acerca de intentos de las dirigencias, tanto del PAN como del PRI, por buscar la manera de allegarle más votos a su respectiva abanderada.
Los rumores con sello oficialista tratan de hacer aparecer estos esfuerzos como ilegales o, al menos, como expresiones de que la unidad no es tan sólida en el FAM. A pesar de tales descalificaciones, es lógico y natural que cada partido haga esfuerzos por consolidar a la candidata que más se acerque a sus principios y aunque Gálvez Ruiz no sea militante del PAN, seguramente la dirigencia de este partido, encabezada por Marko Cortés Mendoza, la siente más cercana que a Paredes Rangel.
En caso de un eventual triunfo del FAM, seguramente se tendrá que diseñar un plan de gobierno de coalición, pero siempre será mejor para un partido que su candidato sea el titular del Ejecutivo a que sólo encabece una secretaría de Estado.
En este intento por impulsar al más cercano, son válidos los esfuerzos de cada partido. Lo que no se vale son las trampas o ilegalidades, toda la competencia debe ser con respeto a las normas que ellos mismos se han impuesto como parte de la construcción del FAM.
Esto también es válido para el oficialismo, pues como ya se evidenció, hay quejas porque no se respetan las condiciones fijadas personalmente por su jefe y guía, el presidente López Obrador, y suscritas por las cuatro “corcholatas” de Morena —luego por los tolerados de los partidos satélites— en una reunión efectuada en mayo pasado.
A pesar de todos los indicios de que el “gran elector” de la llamada Cuarta Transformación, el presidente López Obrador, ya decidió a favor de Claudia Sheinbaum, el también aspirante Marcelo Ebrard ha denunciado la “cargada” y el uso de recursos públicos a favor de la jefa de Gobierno con licencia, lo cual ha dado paso a suposiciones de que hay grietas en el oficialismo que podrían devenir en un rompimiento.
Otro precandidato, el excoordinador de los senadores “morenos”, el zacatecano Ricardo Monreal, sin aludir a las denuncias de que hay irregularidades para beneficiar a Sheinbaum, pidió ayer mismo aplicar medidas de control para evitar que se desvirtúe la encuesta con la que supuestamente se decidirá quién será el abanderado de la 4T.
Requisitos para ser rector de la UNAM
Como lo anunció, la Junta de Gobierno de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), dio a conocer la convocatoria para nombrar rector, en sustitución de Enrique Graue Wichers, quien concluye su periodo en noviembre venidero.
A pesar de que apenas ayer se publicó la convocatoria, desde antes se han mencionado numerosos personajes de la academia con posibilidades de ser elegidos para la Rectoría
La relación la encabezan Rosaura Ruiz Gutiérrez, secretaria de Educación, Ciencia, Tecnología e Innovación de la Ciudad de México desde 2018, y el ex director de la Facultad de Economía y actual secretario general de la UNAM, Leonardo Lomelí Vanegas. Además, aparecen el ex director de la Facultad de Derecho Raúl Contreras Bustamante; el titular del Instituto de Ingeniería Luis Álvarez Icaza-Longoria; la secretaria de Desarrollo Institucional, Patricia Dolores Dávila Aranda; el coordinador de la Investigación Científica, William Lee Alardín, y la directora del Instituto de Investigaciones Jurídicas, Mónica González Contró. También se menciona al ex dirigente del CEU, Imanol Ordorika Sacristán.