El sello presidencial
Freddy Sánchez martes 22, Ago 2023Precios y desprecios
Freddy Sánchez
La hora de las encuestas para Morena y sus presidenciables es inminente con un pronóstico reservado.
La confirmación de que será Claudia Sheinbaum su candidata presidencial y que Marcelo Ebrard no estará de acuerdo con el resultado son los principales escenarios que algunos visualizan al respecto.
Porque la gran sorpresa sería que la ex Jefa de Gobierno en la Ciudad de México resultara perdedora en los sondeos de opinión que el partido en el gobierno decidió realizar a efecto de que fuera la gente la que manifestara a quién encomendar la tarea de buscar la continuación presidencial por otros seis años. Lo que estando sujeto a un escrutinio sin duda alguna imparcial y verificable por parte de los grupos morenistas con abanderado propio e incluso el público interesado en dicha información, obviamente, lo que se difunda no tendría la menor suspicacia justificable.
El caso es que confiar en empresas encuestadoras pagadas por el partido gobernante, inevitablemente sugiere la posibilidad de una manipulación a cargo de los contratantes y, por lo mismo, obligados a secundar cualquier instrucción del hombre fuerte en Morena, que es Andrés Manuel. Así que confianza plena en el manejo de lo que decidan informar las encuestadoras, difícilmente se logrará.
Porque tanto los aspirantes al cargo como las personas que los apoyan en la sociedad civil podrían considerar que dados los antecedentes en México de la forma en la que suelen darse los sondeos de opinión pagados, es de imaginarse probables manipulaciones de lo que terminará siendo la vía para la elección del candidato o la candidata de Morena a la primera magistratura del país.
El hecho de que Marcelo Ebrard e incluso Pío López Obrador (hermano del jefe del Ejecutivo) hayan mostrado su inconformidad por lo que a su juicio no ha sido “suelo parejo” en la contienda interna del Partido Movimiento de Regeneración Nacional, incita a la desconfianza sobre las encuestas aludidas. En ese tenor hay dos supuestos que podrían darse.
Por un lado, que a fin de cuentas si Marcelo pierde y gana Claudia, de común acuerdo con el presidente López Obrador, podría aceptar una postulación presidencial con Movimiento Ciudadano y desde ese partido ayudar a Morena restándole votos al candidato o candidata del frente opositor.
En caso contrario, se supone lo que sería un rompimiento definitivo del ex canciller con la 4T para demostrar que el nombramiento de la señora Sheimbaum fue un error.
Bajo esta perspectiva, es de señalar lo que el primer mandatario ha dicho respecto a la contienda interna de su partido, en cuanto a que a su juicio los funcionarios de gobierno han actuado bien y sus aspirantes no tendrían razón de quejarse. Del mismo modo, considera Andrés Manuel que su movimiento debe seguir teniendo cambios y que en ese sentido cada uno de los aspirantes a la candidatura presidencial de Morena tiene su propio sello.
Y en ese aspecto, los críticos del Presidente suelen decir que para Andrés Manuel lo que realmente importa en torno a la sucesión presidencial es que quien lo sustituya en el mando más que tener su estilo peculiaridad de manejar los cambios a seguir en la Cuarta Transformación tenga más que grabado en su mente lo que él desea que se siga haciendo. Dicho de otro modo: que gobierne como AMLO diga que debe ser el sello presidencial.