De las soporíferas precampañas políticas
¬ Augusto Corro lunes 21, Ago 2023Punto por punto
Augusto Corro
Parece que la semana pasada empezaron a despertar los diferentes personajes que participan en la contienda electoral en busca de la silla presidencial.
De lo que se veía como espectáculo pobre y soporífero empezó a cobrar dinamismo en el partido oficialista y en la oposición.
En el primero, le vino a poner sabor al caldo el “corcholato” Marcelo Ebrard, quien se quejó, valientemente, porque no ve el famoso piso parejo.
Amenazó con denunciar las irregularidades ante los tribunales electorales. Luego dijo que no lo haría y todo quedó en el aire.
Sin embargo, esa actitud del ex canciller Ebrard sembró inquietudes en el escenario político. Inclusive se dijo que el precandidato prepara su salida de Morena.
Claro, lo anterior con el propósito de que el morenista se marche a las filas de Movimiento Ciudadano, para convertirse en el abanderado presidencial naranja.
Especulación que se fortalece cuando el dueño del partido mencionado aún no define la suerte de su organización política. O se va de cola a otro partido o entra al juego con candidato propio.
En Morena van a entrar en la etapa de las encuestas para definir cuál de las seis “corcholatas” es la premiada.
Aunque Marcelo Ebrard estaba descontento por la designación de las encuestadoras, al final aceptó y todo regresó a una relativa tranquilidad en Morena.
¿Realmente habrá unidad en Morena después de los señalamientos de irregularidades planteados por el ex secretario de Relaciones Exteriores y su equipo?
Será muy difícil hablar de armonía en una organización política donde el divisionismo espera cualquier pretexto para instalarse.
La verdadera lucha en la designación del abanderado oficial se da entre la ex jefa de Gobierno de la Ciudad de México (CDMX) y Ebrard.
Y el enfrentamiento entre ambos políticos se agudizará, por una sencilla razón, las simpatías del presidente Andrés Manuel López Obrador hacia la favorita, Claudia Sheinbaum.
Lo disparejo de la balanza anuncia hacia dónde se dirige la designación de la aspirante a participar como abanderada oficial en la lucha por la silla presidencial.
Las otras cuatro “corcholatas” morenistas nada tienen que hacer en la mencionada competencia.
El arribo de Adán Augusto López a la Secretaría de Gobernación y su habilitación de precandidato se llevó a cabo sin pena ni gloria.
El caso del precandidato oficialista, Ricardo Monreal, sin posibilidades de triunfo, pasará a la historia como algo intrascendente.
El representante del Partido Verde, el chiapaneco Manuel Velasco, también “corcholata”, pero sin valor alguno, recorre el país entre sobresaltos.
Hace varios días fue detenido en Veracruz por las autoridades. Quedó libre luego de identificarse.
Por otra parte, Gerardo Fernández Noroña, del Partido del Trabajo, socio de Morena, realiza una campaña política, sin sentido, vacía, de la que nada puede esperarse, salvo el lucimiento personal, alimentado de vanidad.
En el escenario político, las llamadas precampañas no crecen. En Morena, producen sueño los discursos y planteamientos que formula Claudia Sheinbaum. Lo mismo ocurre con Ebrard.
En los partidos de oposición el bostezo es parte importante de la campaña política.
La precandidata panista, Xóchitl Gálvez, sigue con el mismo discurso de barrio bajo con el espíritu de pelear contra todo mundo.
En su visita a Monterrey, se sintió satisfecha cuando calificó de flojos a los habitantes del sur-sureste del país.
Siguió el tono de su jefe Vicente Fox, quien llamó huevones a los mexicanos que reciben el apoyo económico gubernamental.
Xóchitl la traía fácil en su candidatura opositora hasta que se formalizó la designación de Beatriz Paredes, como aspirante priista a los comicios presidenciales de 2024.
Con toda su experiencia, la senadora tlaxcalteca impresiona más con sus discursos a quienes asisten a las reuniones de apoyo, que los proyectos planteados por Xóchitl Gálvez.
Santiago Creel, el otro panista en la lucha electoral, se ubica en último lugar de las preferencias electorales. Los blanquiazules lo exhortan a que se baje de la contienda para que sus votos se sumen a la cuenta de Xóchitl Gálvez.
De acuerdo con las encuestas, la priista Beatriz Paredes es una competidora, que con apoyo de su partido, con la estructura política que tiene, no estaría lejano su triunfo como abanderada de la oposición, en el Frente Amplio por México.
¿Usted qué opina amable lector?