Traiciones y lambiscones
Alberto Vieyra G. lunes 21, Ago 2023De pe a pa
Alberto Vieyra G.
Cuando Venustiano Carranza conjuntaba al llamado Ejército Constitucionalista en Hermosillo, Sonora, un joven de los llamados chocolateros que fungía como secretario particular del llamado barbas de chivo, aprovechaba todos los días la ocasión para hacerle la barba al hombre de Cuatro Ciénegas, Coahuila, a quien le gustaba el arroz con popote, aquel joven se llamaba Isidro Fabela.
Una mañana, el joven Fabela le soltó a Carranza una histórica lambisconería: “Usted, mi general es de esos hombres de talla nacional como Benito Juárez”. Carranza saltaba de gusto ante semejante elogio, agradeciendo la deferencia a su interlocutor. Pocos días después, Fabela le soltó otra lambisconería de a kilo diciéndole: “Usted, mi general es de esos hombres de talla continental como Simón Bolívar”. Don Venustiasno, quien pasaba dos horas diarias afeitándose la barba de chivo se derretía de contento prometiéndole que sería su canciller cuando él se convirtiese en Presidente de la República. Así fue, pero cuando Fabela dejó la cancillería, Carranza lo colmaría de bilimbiques e infalsificables, cometiendo uno de los históricos saqueos a la nación.
Fabela, regresaría al Estado de México para fundar con aquella lanota el llamado Grupo Atlacomulco, que después de 100 años acaba de entregar el poder a AMLO a través de una mujer llamada Delfina Gómez.
¿Por qué hago historia? Mire usted.
Poco más de un siglo después, uno de esos lambiscones que hacen en Palacio Nacional el papel de periodistas a sueldo como Carlos Pozos apodado Lord Molécula, le hizo este miércoles el elogio más arrastrado que he escuchado a lo largo de mi carrera periodística a AMLO diciéndole:
“Presidente, mis compañeros periodistas Vicente Serrano y Epigmenio Ibarra. Éste último estima que no se le ha dado a usted el reconocimiento de gigante que usted merece, como Hidalgo, Madero, Juárez, Lázaro Cárdenas y otros muchos más…”.
¿Este lambiscón y otros compañeros suyos que sirven como comparsas en las mañaneras haciéndole preguntas a AMLO para que se luzca, terminarán formando otro grupo político como el que formó Fabela?
Y a propósito de cancilleres, el ex canciller Marcelo Ebrard acaba de tronar contra la farsa de AMLO rumbo a la sucesión presidencial llamándole simulación y denunciando que desde la Secretaría del Bienestar se están usando recursos públicos para beneficiar a la “corcholata” predilecta del presidente llamada Claudia Sheinbaum, cuyos acarreos en sus ilegales actos de campaña han sido más que evidentes y cínicos como el que llevó a cabo esta semana en el Parque de la Bombilla, donde los llamados morelitos luciendo sus chamarras y chalecos no hayan como ponerle alfombra roja a la gallina del Presidente.
Más que una denuncia que conforma un delito grave y que amerita cárcel y debe perseguirse de oficio por la Fiscalía de Delitos Electorales, lo denunciado por Marcelo Ebrard huele a una infame traición del inquilino de Palacio Nacional.
Sí, la inequidad del Presidente de la República protagonizando una elección de Estado en favor de la señora Sheinbaum suena más bien a una traición presidencial contra su broder, que tantos millones de pesos le aportó a AMLO cuando era jefe de Gobierno de la Ciudad de México y que en rigor, ha sido el funcionario que le ha hecho la talacha al Presidente de la República, quien tiene miedo salir al extranjero después de Cuautitlán o escasamente a la Casa Blanca para recibir órdenes de los Halcones de Washington.
Y como ahora sabemos que el inquilino de Palacio sufre de sordera ¿habrá escuchado el tono en que habló Marcelo Ebrard y cuyo reclamo huele a un resquebrajamiento de Morena que le impedirá continuar en Palacio Nacional?