Hijos desobedientes
Ramón Zurita Sahagún jueves 14, Jul 2011De frente y de perfil
Ramón Zurita Sahagún
Santiago Creel Miranda o Josefina Vázquez Mota, ¿cuál de ellos es el hijo desobediente?
Los dos juegan a lo mismo y apuestan de igual forma, motivar a los electores panistas para que reaccionen como lo hicieron en las dos candidaturas presidenciales antecesoras.
Vázquez Mota y Creel Miranda juegan con las mismas cartas, desarrollan estrategias similares y tendrán que decidir sobre la marcha quién de los dos se queda con el respaldo de los activos del otro.
De otra forma, los designios del gran elector panista se cumplirán y ninguno de los dos convertirá sus propósitos en realidades.
El senador ya se fue, ayer, la diputada se muestra reacia a ello, ya que sabe que parte de sus activos serán solicitar licencia después de consolidar el período extraordinario, con las consiguientes reformas pendientes aprobadas.
La tarea no es sencilla, ya que se requiere del aval de los otros partidos y de la elaboración de los dictámenes correspondientes, los que hasta el momento no parecen encontrar el punto de equilibrio.
Sin embargo, tanto Creel como Vázquez mantienen su rebeldía y convocan a los demás aspirantes (los del gabinete y al gobernador de Jalisco) para que le entren de lleno al debate.
Y es que los dos (Santiago y Josefina) saben que van a la contienda interna de su partido, sin el aval del Presidente de la República, convertido en el gran elector de las grandes decisiones partidistas.
Están conscientes que ese método le funcionó a la perfección a Vicente Fox Quesada, cuando tres años antes de la elección presidencial (al día siguiente de la federal) abrió sus expectativas y manifestó su interés por convertirse en el candidato presidencial de su partido.
Fox Quesada dejó el gobierno estatal en manos de su secretario de Gobierno (Ramón Martín Huerta) y se dedicó a buscar los amarres, dentro y fuera del partido, que le sirvieran de sostén para sus propósitos.
Eso sí, nunca solicitó licencia, sino hasta los tiempos prudentes para ello.
Su estrategia funcionó y no solamente se convirtió en el candidato presidencial de Acción Nacional, sino además ganó la elección a un partido que mantenía en su poder la Presidencia de la República desde 70 años antes.
Con Felipe Calderón Hinojosa funcionó una estrategia similar, ya que se autonombró el hijo desobediente, por retar al presidente Fox Quesada, quien le propinó un regaño público por destapar sus ambiciones personales.
Felipe Calderón Hinojosa tenía a su favor el venir de una familia panista de abolengo (su padre Luis Calderón Vega fue fundador del partido) y había realizado trabajo interno desde la juventud, por lo que conocía palmo a palmo las entrañas del partido y no le fue difícil derrotar al candidato del Presidente, que era, precisamente, Santiago Creel Miranda.
La lección fue aprendida por el ex secretario de Gobernación, el que desde el primer minuto del nuevo sexenio se decidió a construir su base de apoyo para una segunda oportunidad presidencial.
Ese tesón le propinó su primer revés, ser relevado de la coordinación de los senadores del PAN, cargo al que llegó el hoy presidente del PAN, Gustavo E. Madero, quien será otro escollo para el senador con licencia.
Josefina Vázquez Mota conoce bien la historia, ya que ella fue la coordinadora de la campaña de Felipe Calderón Hinojosa y sabe cómo le ganaron la interna a Creel Miranda.
Ella, desde un principio se pronunció por la candidatura presidencial del hoy Presidente de la República y trabajó activamente en su campaña, aunque al final fue desplazada por Juan Camilo Mouriño.
Con todo y ello, Josefina consiguió ser designada secretaria de Educación Pública y ser enviada al Congreso, para desde ahí planear sus objetivos a futuro mediato.
Josefina, como Creel, no cuentan con el respaldo de los grandes electores del partido, aunque trabaja activamente en los mismos objetivos que Santiago, convencer a los panistas de abolengo, de los que se encuentran distantes.
El estilo rebelde que mantienen ambos podría funcionarle solamente a uno de ellos, por lo que no son pocos los que sugieren una alianza entre los dos.
Y es que los dados parecen cargados a favor del secretario de Hacienda, Ernesto Cordero Arroyo, considerado como el favorito de Los Pinos, por lo que tendrían que sumar esfuerzos para poder vencerlo.
La estrategia apunta a que los demás aspirantes del gobierno federal unirían fuerzas a favor del titular de Hacienda en contra de los rebeldes Josefina y Santiago, quienes vienen trabajando con los electores de provincia. Sin embargo, en el caso de los dos rebeldes, sería más sencillo que pasara Josefina a que lo hiciera Santiago, quien intenta por todos los medios recomponer sus relaciones con el Ejecutivo, mediante un discurso de que no todo lo hecho este sexenio es malo, hay cosas buenas que deben ponderarse.
Por lo pronto, las convocatorias, exhortaciones y llamados realizados por Santiago Creel para que sus compañeros de partido renuncien, no han generado la respuesta adecuada y seguirán en sus cargos, hasta que los tiempos se lo permitan.
RECONSIDERACIONES DE DUARTE
Si algo deja en claro el gobernador de Veracruz, Javier Duarte de Ochoa, es que no tendrá contemplaciones con las fallas en su equipo, por eso con menos de ocho meses en esa función, ya le dio aire a varios personajes que no le funcionaron.
Duarte de Ochoa efectuó los primeros cambios en su equipo de trabajo, donde salieron los secretarios de Seguridad Pública y de Comunicaciones y Obras Públicas, Sergio López Esquer y Guillermo Herrera, respectivamente y entraron en sus lugares Arturo Bermúdez Zurita y Raúl Zarrabal Ferrat.
Cambió a su secretario particular, dándole el nombramiento al eficiente Juan Manuel del Castillo y regresó a Edgar Spinoso Carrera a la Oficialía Mayor de la SEP, para que pusiera orden en esa oficina.