Cifras a conveniencia
¬ Arturo Ríos Ruiz jueves 10, Ago 2023Centro..!
Arturo Ríos Ruiz
- Que vayan a consulta
- Una distracción más
El Presidente abordó la polémica en boga de los libros de texto y su distribución en el país. Destacó que el reparto de los materiales está en total consonancia con lo que establece la Constitución.
Algunos estados se niegan a distribuir los libros de texto y crear sus materiales propios, por lo que el mandatario explicó que “planteará que los habitantes decidan, esos gobiernos tomaron la decisión sin consultar al pueblo” y decidido que no, su gobierno hizo lo mismo con esos materiales sin tomar en cuenta a nadie.
El Presidente niega que el concepto de que los materiales esparzan el virus comunista, no obstante que los críticos han anotado que dichos textos contienen alusiones de corte socialista, derivados de los regímenes ruso, cubano, venezolano y otros del mismo talante.
El promover la consulta gubernamental para tomar en cuenta la opinión de los ciudadanos es un sistema al que está sumamente proclive el Presidente y sus encargados que son expertos en manipular los resultados.
Pero hoy otra utilidad la que busca que es recurrente desde el inicio de su administración, que es la distracción para mantener entretenidos, tanto a los medios como a los lectores y a la población para dar otro paso en el sin fin de intenciones para consolidar sus ideas socialistas a su manera y llevar al país a otros senderos. Sólo los ciegos y sordos no detectan no se dan cuenta.
La presente gestión gubernamental se ha significado por pleitos constantes, la mayor parte por las respuestas y ataques desde la tribuna tempranera en la que se concentra el trabajo presidencial y marca la línea de los tópicos del día.
El señor de Mascupana inició cantando la bronca a manera de pintar su raya con los periodistas que han estado en la palestra, incluso incurrió en traición al agregar a la misma quien fue fiel servidor que hasta a senador lo quiso elevar. Fue a Ricardo Rocha.
Rocha intentó aclarar y acudió a la mañanera y expuso su queja, recordándole la entrega al mandatario desde tiempos pasados, pero nada logró y se convirtió en un descontento más hasta su fallecimiento. Carmen Aristegui es otra que pasó por el mismo cedazo.
Las polémicas de los libros están en todo apogeo, marcan lo que tanto hemos repetido en este espacio y sobre el fenómeno provocado por el mismo mandatario: La división social que se inició desde su llegada al poder, al separar a los mexicanos entre seguidores y fifís.
En las redes sociales es una lucha campal entre las clases separadas y hasta improperios a los que atacan los textos y la respuesta de igual manera porque quienes los critican.
Como entendemos en el país, hay dos sociedades, las que apoyan todo lo que el Presidente diga y haga por antonomasia y lo señalan y hacen público su descontento y otros, su desencanto. Han sido cinco años de pleitos y ocurrencias, los primeros, para crear polémica y las segundas, para lo mismo.