Los esquiroles
Freddy Sánchez martes 8, Ago 2023Precios y desprecios
Freddy Sánchez
Cada vez está más cerca la definición en Morena con respecto a su candidatura presidencial.
Igual que pronto sucederá con la oposición unificada en un solo frente.
En ese sentido cabe señalar que en el partido gobernante la disputa por el abanderamiento morenista para ratificar su estancia por otros seis años en el poder Ejecutivo no ha sido solamente un espectáculo debidamente orquestado para impresionar a la gente con la absoluta confianza de que al final todos aplaudirán a los actores y no habrá queja con la designación de “la estrella” del show.
Dicho de otro modo: En verdad todo terminará como supuestamente fue planeado y los que se queden en la orilla (apenitas a una corta distancia de ser el que pudiera llevar la batuta para conseguir la presidencia), simple y llanamente se quitarán sus “vistosos ropajes” de aspirantes a la primera magistratura y harán mutis.
Algo que se supone no le será tan difícil a los que en la carrera para logar la candidatura de Morena se han quedado rezagados y difícilmente “pintarán” en las encuestas para decidir quién será el ganador o ganadora y por lo tanto la figura que buscará suceder en el cargo al presidente López Obrador.
En ese tenor, pues las apuestas siguen teniendo a tres y no más aspirantes presidenciales de Morena con reales opciones de alcanzar la candidatura.
Claudia Sheinbaum y Marcelo Ebrard están más cerca uno del otro, que Adan Augusto de ambos, en torno a lograr el acariciado deseo de cada uno para sustituir en el mando presidencial a Andrés Manuel.
Y es que los recorridos por el país con más o menos gente aclamándolos como lo mejor de lo mejor de Morena para continuar con la Cuarta Transformación, obviamente, debió elevar la confianza de esos tres aspirantes en cuanto a que su aceptación popular es más que suficiente para adjudicarse con pleno derecho la candidatura presidencial del morenismo.
Y que lo digan si no los aludidos porque ni modo que de antemano se sepan perdedores y se anden pavoneando como seguros ganadores los que a fin de cuentas se van a tener que conformar con lo que decidan las encuestas.
Sobre el particular es de imaginarse que cuando se conozca el nombre del triunfador en la contienda interna para la candidatura presidencial de Morena, los que se queden fuera tendrán que “apechugar” y alinearse para recibir órdenes.
O en su caso, correr el riesgo de entrar en una confrontación con pocas posibilidades de obtener ganancia si llegaran a actuar como saboteadores del partido en el gobierno.
Una posibilidad no descartada, pero improbable.
Lo que por supuesto hay que considerar con la candidatura del frente opositor en caso que siendo o no Xóchitl Gálvez la que logre ser su abanderada, quien quiera que lo pudiera lograr, en vez de recibir el apoyo de otros aspirantes enfrente su rechazo y tal cosa favorezca los intereses electorales de los “de la casa de enfrente”.
El resultado inevitable que suele darse cuando los que estaban unidos se distancian convirtiéndose unos de otros en saboteadores o como algunos les dicen para repudiar a los trásfugas y traidores que dejan un partido para salir corriendo hacia otro.
Ciertamente: Los esquiroles.