Caminito de la escuela
Alberto Vieyra G. viernes 4, Ago 2023De pe a pa
Alberto Vieyra G.
¿Sentirán alegría los niños ir a la escuela a sabiendas de que AMLO les recetó unos libros patito que hablan de que a él le robaron un elección presidencial? ¿Habrá revisado López Obrador esa basura ideológica plagada de mentiras y erratas cometidas por la gente ignorante que no conoce ni la virtuosa canción de Cri-Cri de Caminito de la escuela? ¿A qué burros, con perdón de esos animales traídos al continente americano por Cristóbal Colón, se les encargó la redacción de semejante basura ideológica, que busca meterles en la cabeza a los niños la perversa idea de que México es una nación comunista y que la izquierda fundamentalista es la pureza democrática andando?
México vive un frenético debate por los libros de texto gratuitos que se encargaron a un autoritario Marx Arriaga, asesorado por venezolanos de pésima reputación. Arriaga estudió Letras Hispánicas y una maestría en Teoría Literaria en la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM), pero los lingüistas, pedagogos, por demás expertos en cuestiones literarias y hasta por la CNTE, aliada de López Obrador, han reprobado de punta a punta los libros de texto gratuito de AMLO, quien no permitió que no fueran revisados por nadie más que no fuese Marx Arriaga. El gobierno de Guanajuato es el único que ya les regresó la basura ideológica.
La juez Yadira Medina Alcántara, titular del Juzgado Tercero de Distrito en Materia Administrativa de la Ciudad de México, quien ya había concedido un amparo a la Unión Nacional de Padres de Familia para que no fueran distribuidos los polémicos libros, le puso este martes a la SEP un ultimátum de 24 horas para frenar la impresión y distribución de la basura ideológica, pero la titular de la SEP, Leticia Ramírez Amaya, salió con la mafufada mafufa de que aun no había recibido la notificación judicial.
No es la SEP ni su burócrata titular, sino Andrés Manuel López Obrador quien está desacatando la orden del Poder Judicial. No nos hagamos tontos. A López Obrador le repugna que haya en México una división de poderes porque él quisiera que toda la fuerza del Estado mexicano la tuviese él en sus manos, pero resulta que el ponzoñoso presidencialismo tiene contrapesos precisamente para evitar que a la silla presidencial llegue un autócrata dictador.
En los últimos 30 años, el sistema educativo mexicano ha sido exhibido en el plano internacional como un desastre. México siempre sale reprobado, con orejas de burro y en los últimos lugares en los muestreos que realizan instituciones internacionales como la OCDE o la ONU.
¿Con contenidos ideológicos basura, como los que AMLO pretende meterles en la cabeza a los niños, cuándo México pasará de perico a perro, escalando peldaños de excelencia educativa, sobre todo porque el Presidente quiere convertir a México, al precio que sea, en una nación comunista en la que usted y yo no tengamos más que una camisa, un par de zapatos y de ser posible que seamos analfabetos para que él pueda gobernarnos con todo el poder de su puño?
Pero AMLO se equivocó en tiempo y espacio. Hace 40 años existía una Unión Soviética comunista y una China comunista en la que aquellos que tenían una bicicleta eran considerados personas ricas. AMLO odia a los aspiracionistas. Él quiere gobernar a un México ignorante que no sepa discernir qué diferencia hay entre un gobierno comunista o una nación progresista, como precisamente China, que transitó del oprobioso comunismo al capitalismo que la ha convertido en la segunda potencia económica del mundo.
¿Usted amable lector o radioescucha juzga que con basura ideológica que contienen los libros de AMLO, México pueda algún día ser considerada como una nación culta?