Sin confianza y credibilidad en los jueces, la República se desbarranca: Elías Azar
* Especiales, Cd. de México miércoles 13, Jul 2011- El presidente del Tribunal Superior de Justicia del Distrito Federal advierte que las reyertas políticas no pueden acabar en la denigración de la Judicatura
Miguel Ángel Mancera, Edgar Elías Azar y Marcelo Ebrard, durante la celebración del Día del Abogado.
El presidente del Tribunal Superior de Justicia del Distrito Federal, magistrado Edgar Elías Azar, defendió el papel del juzgador, y advirtió que sin credibilidad y confianza en la figura de los jueces, la República se desbarranca.
En la celebración del Día del Abogado, encabezada por el jefe de gobierno del Distrito Federal, Marcelo Ebrard, enfatizó que es un suicidio como nación denostar a los jueces con absoluta temeridad o desprecio por la función que informa de la auténtica piedra angular de la democracia y la civilización.
Recordó que cada que se dicta un fallo, se debe observar a todos los que participaron en la instrumentación del procedimiento legal, porque las pifias de algunos operadores jurídicos secundarios no se pueden endosar gratuitamente a los operadores primarios del derecho.
El magistrado Elías Azar, quien además sostuvo que las reyertas políticas no pueden acabar en la denigración de la Judicatura, advirtió que no es papel de los jueces argumentar en los medios o en la plaza pública, porque sus sentencias o se impugnan o se obedecen.
Hizo un llamado a sus colegas abogados, para asumir su papel social, el único y verdadero, que es el de custodiar el estado de Derecho con democracia.
“Vivamos con principios y reglas; a ellos nos atenemos y ya lo sabemos: seamos lo suficientemente severos con la preservación del estado de Derecho, que no es pieza acomodaticia para quien conviene. Es fórmula exacta de convivencia”.
Por su parte, Miguel Arroyo Ramírez, presidente del Consejo Nacional de la Abogacía, planteó en la ceremonia el rechazo de las barras, colegios y agrupaciones de abogados a que los tribunales sean objeto de persecución y presiones por la realización de su trabajo, así como del enjuiciamiento de jueces y magistrados en los medios por sus resoluciones.
Asimismo, subrayó la importancia de respetar la autonomía tanto del Poder Judicial de la Federación, como los poderes judiciales locales.
