Libro de texto gratuito, reprobado
Armando Ríos Ruiz miércoles 2, Ago 2023Perfil de México
Armando Ríos Ruiz
¿Cómo podría un padre exigir a su hijo ir a la escuela, si él mismo jamás fue a una? Si por ansias del mismo descendiente se trata, es muy probable que pudiera ser inscrito, aunque sin esperanzas de que logre avanzar. Si esto es posible, no sería porque el progenitor iletrado lo aconseje o lo demande. Sino porque el educando intuye que es lo indicado para tener una vida mejor.
Hoy en México vivimos exactamente una situación similar. El que manda y dispone fue un mal estudiante. Su carrera en la universidad le llevó 14 años y quienes fueron sus amigos aseguran que ni siquiera logró el título. Una de las asistencias que reprobó con insistencia fue la de economía. Pero hoy publica libros relacionados con la materia y seguramente habrá quien crea que él mismo los escribe. Porque así se comportan los ciegos del cerebro.
Pero eso conlleva serias consecuencias. Como las conlleva también la frase que pronunció a finales de 2019, de que prefería que sus funcionarios tuvieran 90 por ciento de honestidad y 10 de experiencia. A cinco años de su mandato, ya muchos mexicanos. Muchos más que ayer, nos hemos dado cuenta del desastre que eso significa.
No es sólo una frase para agregar a su catálogo atestado de necedades. Se trata de un prurito en su vida pronunciado como una gran verdad. Como un deseo vehemente, concebido para llenar su gabinete con ese tipo de personas. Pero que propina una paliza despiadada al país. Que muestra el rostro de sus ayudantes, hoy inmensamente ricos, pero con una capacidad paupérrima en su desempeño.
De esas entrañas surgió precisamente una de sus favoritas. Delfina Gómez, convertida nada menos que en secretaria de Educación Pública, cuando apenas conoce algunas palabras del español, pese a hablarlo desde que nació o hace más de 60 años. A estas alturas, poco sorprenden sus expresiones, como aquella de “haiga sido como haiga sido” o “estamos requetebién”. Pero su ayuda a la campaña presidencial merecía más y hoy es gobernadora del Estado de México.
Su incapacidad influyó en la confección de los nuevos libros de texto gratuitos, elaborados al “aí se va”. Sin someterlos a una revisión exhaustiva. Sin seguir ningún protocolo”. Sin la intervención de los conocedores capaces en los diversos temas que abarcan. Con toda la irresponsabilidad de su impericia, de conocimientos, de falta de preparación. Como quería el patrón: 90 y 10. Obviamente, se trata de un absurdo impuesto desde lo más alto del poder. Porque ese 90 y 10 representa igual, un aberrante acto de corrupción.
Gracias a esa “gracia”, los niños de primaria tendrán que sufrir una educación inesperadamente pésima. Digna solamente de quienes conforman el nuevo partido en el poder. A Morena. Invadido de incapaces que ni siquiera tienen permiso de pensar y actuar conforme a su libre albedrío. Al contrario. Obligados a responder al pie de la letra los designios de su amo y señor.
“En la nueva educación no existe un libro específico para el aprendizaje de las matemáticas como materia propia —publicó la revista Nexos— “y dicha materia se observa únicamente como un recurso para el aprendizaje de las ciencias sociales o naturales y esto es sumamente grave”. “Por otra parte, se detectan fallas diversas en la secuencia de los aprendizajes y poca atención al desarrollo del pensamiento lógico matemático, una de las mayores demandas sociales al sistema educativo nacional”. Continúa el experto.
Los amparos de sociedades de padres de familia no se han hecho esperar. Estos, para impedir que el material sea distribuido en los planteles del país. Gracias a Dios, un juez ya ordenó su impresión para que puedan ser consultados y seguramente desechados. Sin duda, esto es lo que tenía que haber ocurrido desde antes de su impresión y de que sean distribuidos.
Lo anterior es sólo una de las miles de fallas. Pero de tamaño descomunal como muchas más. Es también muestra clara de que al mandatario no le importa México, más que como el país que desea acabar de destruir.