El gato y el ratón
Freddy Sánchez jueves 27, Jul 2023Precios y desprecios
Freddy Sánchez
“Caballo que alcanza gana”…
Con esa creencia entre apostadores, los simpatizantes de Xóchitl Gálvez probablemente acarician un par de alentadoras conjeturas.
La primera, en el sentido de que cada vez está más cerca la candidatura presidencial para la senadora como representante de la oposición en México. Y la segunda, respecto a que de seguir creciendo la popularidad de la aludida cualquiera que sea su rival por parte de Morena existen posibilidades ciertas de ganar el poder ejecutivo en la contienda del próximo año.
Algo que hasta antes del espectacular crecimiento de Xóchitl en calidad de prospecto para la disputa presidencial ni siquiera los más recalcitrantes opositores al gobierno en turno lo creían realmente posible.
La figura presidencial con el apoyo de millones de simpatizantes beneficiarios de los programas sociales se mostraba a la vista de muchos como un valladar insuperable para cualquiera que intentara competir por el cargo presidencial con el abanderamiento morenista.
Y naturalmente el más amplio respaldo de Andrés Manuel.
La cuestión primordial en el ánimo de los seguidores del primer mandatario y sus críticos poco o nada tenía que ver con otra cosa que no fuera a quién finalmente se le daría la candidatura a la presidencia del Movimiento de Regeneración Nacional.
La atención nacional prácticamente se concentró en especular sobre un solo hecho: la nominación o no de Claudia Sheimbaum.
Y es que en virtud a que la ex Jefa de Gobierno de la Ciudad de México es considerada por un sinnúmero de partidarios del presidente como su preferida los reflectores de la política estaban dedicados a iluminar su figura con más luz que la que recibieron durante meses Marcelo Ebrard y Adán Augusto.
Porque, los demás aspirantes morenistas a ocupar la candidatura presidencial de Morena, podría decirse que apenas lograron tener un posicionamiento popular tanto o más escaso que los mencionados en la oposición como precandidatos para sustituir al Presidente López Obrador.
La misma Xóchitl Gálvez que de “la noche a la mañana” saltó “a los cuernos de la luna” en cuanto a proyección pública para ser la candidata de oposición y competir por la presidencia, anteriormente a las punzantes críticas que le hizo el jefe del ejecutivo su poder seductor electoral parecía igual de “apagado” que el de otros aspirantes presidenciales con el respaldo opositor. Pero, eso cambió radicalmente.
Casi toda la publicidad negativa que se le ha hecho desde el Palacio Nacional y en redes sociales y medios de comunicación, mediante imputaciones de corrupción intentando quitarle méritos para asumir la candidatura presidencial de la oposición, en vez de perjudicarla en apariencia la fortaleció. Fue algo similar a lo que sucedía en aquella fantasiosa caricatura de “Popeye” que de un debilucho comiendo espinacas se transformaba en alguien musculoso e invencible.
Lo que algunos piensan que ocurrió con Xóchitl, en especial en el ánimo de los insatisfechos con el gobierno de Andrés Manuel.
En ese tenor, se podría decir que si no se confirma la candidatura de la señora Gálvez podría recobrar fuerza la idea de que Morena ganará sin dificultades como suele ocurrir en una lucha entre el gato y el ratón.