Pereza y negligencia
Alberto Vieyra G. miércoles 26, Jul 2023De pe a pa
Alberto Vieyra G.
“Si no pueden, renuncien”. Fue la lapidaria frase de Alejandro Martí dirigida a una inepta, negligente y perezosa clase política que está llevando al país al desastre.
¿Qué nos dicen los más de 160 mil muertos en el sexenio de los “abrazos, no balazos” o los casi 800 mil decesos por la negligencia criminal en el combate al coronavirus? ¿A quién le cargamos esos muertos? ¿Verdad que tienen nombre y apellidos? ¿Estamos ante una clase política inepta, corrupta, indolente y perezosa?
Recuérdese que la pereza es uno de los siete defectos de los seres humanos y ese defecto que para algunas religiones es conocido como un pecado capital, esa pereza es exactamente idéntica a de los osos perezosos que duermen 20 horas diarias, pase lo que pase.
Esa clase política perezosa y sin oficio político no ha tenido hasta hoy la decencia, el decoro ni la vergüenza de decir: “Yo no puedo con el paquete y como soy honesto, yo no quiero que me acusen de negligente y mejor me voy”. ¡No, qué va! Porque vivir fuera del presupuesto es vivir en el error y en el horror.
En 2008, don Alejandro Martí, que sufrió la muerte de su hijo que fue secuestrado y por el cual pagó 60 millones de pesos, encabezaría un maremágnum en la Ciudad de México donde pronunciaría su lapidaría frase que seguramente seguirá retumbando en los oídos de esa clase política indolente, negligente y perezosa, trátese del partido que se trate.
Pues sí, ni en 2008, ni ahora que ha muerto tan singular activista mexicano, ningún politicastro con dignidad ha renunciado a su hueso y es que es mejor rendir culto a la negligencia criminal y la pereza, que a la decencia y el decoro.
No, no hay decencia, dignidad, ni decoro, solamente lucro político. Todos lucran y baste encontrar una bandera para lucrar con ella. Lo triste es que el pueblo de México no alcanza a discernir cuando esa clase política negligente y perezosa le miente una y mil veces hasta lograr que las mentiras se conviertan en verdades.
Acabo de escuchar a dos compatriotas que ilusamente siguen pensando que Andrés Manuel López Obrador es el mejor Presidente de México, solamente porque elevó a rango constitucional las dádivas clientelares a los adultos mayores como botín electoral de su partido Morena; pero no alcanzan a ver que en su afán de hacer que México regrese un siglo atrás como venganza contra una clase política priista, panista y demás hierbas de olor, AMLO está destruyendo a México y a las instituciones fuertes creadas por el sistema priista que permiten el autogobierno, es decir que México se pueda gobernar como el Llanero Solitario: con Presidentes, sin Presidentes y a pesar de los Presidentes, que al fin y acabo a lo único que llegan es a saquear a la nación resolviendo su problema económico para toda su familia y para toda la vida.
En lugar de que AMLO tenga un poquito de dignidad y decoro para no seguir engañando a los mexicanos con el cuento de que le dejaron un tiradero o que de todo le echa la culpa a los gobernantes del pasado, como lo hacían las malas parteras cuando las cosas salían mal; debería de renunciar porque nomás no pudo con el paquete. La silla presidencial le quedó muy grande y él llego a ajustar cuentas en una temible venganza política que hoy vemos contra sus opositores, concretamente contra Xóchitl Gálvez a la que busca destruir a cualquier precio y para ello, ya le enderezó, por conducto de sus francotiradores a sueldo, sendas demandas judiciales sólo porque obtuvo con sus empresas contratos con su gobierno por millones de pesos.
Por esa infame vía AMLO pretende llevarla a un juicio político, como el que Vicente Fox le enderezó a López Obrador haciéndolo mártir y después Presidente de México. Así que Xóchitl Gálvez sería la próxima Presidenta de México por cortesía de AMLO.