Terrorismo blanco
Freddy Sánchez martes 25, Jul 2023Precios y desprecios
Freddy Sánchez
Terrorismo o terror: qué tenemos en México.
Lo primero quizás no realmente, pero lo segundo, sin duda alguna.
Y es que la delincuencia organizada no sólo delinque en muchos casos con impunidad, sino que lo hace dejando una estela de horror en distintas partes del país.
Además de ello, es la promotora de la violencia recurriendo a toda clase de conductas ilícitas que incluyen el asesinato no sólo hombres y mujeres, puesto que inclusive los niños no se han salvado del vendaval violento que sopla inmisericordemente en no pocas ocasiones que se da un nuevo hecho de sangre.
La violencia, por lo tanto, se ha convertido en un virus que contagia de maldad a quienes difícilmente uno imaginaría cometiendo aberrantes acciones contra la vida humana.
Algo de lo más reciente y a la vez inconcebible fue el incendio que mató a once personas en un bar de Sonora, a causa de que un sujeto en un ataque de ira y agresividad porque lo echaron del lugar por acosar mujeres, regresó con una “bomba Molotov”, (según dichos de algunos testigos), y sin muestra alguna de piedad le prendió fuego al establecimiento.
Y casos similares derivados de una rabia incontrolable han sido constantes en diversas zonas del territorio donde las disputas por el dominio de esos espacios en lo que se involucran las bandas delictivas o inclusive solamente por discrepancias aparentemente menores algunos matan a mansalva y con brutalidad inaudita.
La vida entonces de personas ajenas a los conflictos de violencia se ve regularmente expuesta ante los “ajustes de cuentas” o riñas sangrientas que se suscitan a toda hora y en cualquier parte.
De modo que un terror similar al terrorismo reconocido como tal, de hecho viene sucediendo desde hace varios sexenios en México.
Es de señalar que no es el mismo que se vio en tiempos de la Liga 23 de Septiembre o con Lucio Cabañas, pero sus consecuencias aterradoras y mortíferas incluso son vistas por ciertos críticos como mucho más graves.
Y es que al menos una característica del terrorismo se cumple a cabalidad en los hechos violentos que hoy por hoy se padecen en el país.
Se trata justamente de la ira y agresividad componentes fundamentales de los actos de violencia con tinte terrorista.
Dos cuestiones aparte suelen mencionar algunos expertos para que se pueda hablar de actos de terrorismo.
Una es la premeditación con fines políticos y la otra que se intimide a la gente para ponerla en contra del gobierno. Lo que unos aseguran que no está sucediendo con la Cuarta Transformación, aunque otros dicen tener “otros datos”.
Así que mientras se sigue debatiendo si estamos viviendo o no en medio de una ola de actos terroristas en México, la violencia persiste y sus secuelas tienden a ser más espantosas.
Aquellos que piensan que nada puede rebasar su capacidad de asombro, posiblemente se equivocan.
Quién podría asegurar que no veremos cosas todavía más pavorosas de las que ya hemos visto en los actuales y pasados tiempos de inseguridad y el dominio de bandas delictivas recurriendo sistemáticamente a perturbar el orden mediante lo que algunos dan en llamar un terrorismo blanco.