No me ayudes compadre
¬ Luis Ángel García lunes 24, Jul 2023Por la Derecha..!
Luis Ángel García
El mexicano es de flaca memoria o finge demencia. Nos burlamos de los políticos, de los gobernantes por quienes votamos, tal vez como una impotente forma de demostrarles nuestra decepción por incumplir lo ofrecido a cambio de nuestro voto, de reprocharles su traición a las promesas de campaña que auguraban un mejor futuro. Pero caemos siempre en el engaño de los falsos mesías.
Ningún Presidente ha escapado a la mofa popular, a ser protagonista de los chistes que exaltan su torpeza, su ignorancia, su falta de cultura o de habilidad política, su pequeñez ideológica, su poca personalidad de estadista o su tontismo. Lo mismo los de antes como los de ahora, el ingenio del mexicano canaliza su frustración e impotencia ante los yerros gubernamentales que han acabado con el país.
En su momento y todavía hasta hoy, Peña Nieto era el blanco perfecto, no sólo se le reprocha su corrupción, sino su aparente ignorancia e incultura o supuestamente no saber hablar inglés. Más mito que realidad, hasta la fecha el mexiquense no se puede quitar la etiqueta de tonto. Pero seguramente habla más inglés que nuestro mandatario y con mayores herramientas académicas y mejor visión de estadista que el tabasqueño.
Sin embargo, quien se lleva las palmas es Vicente Fox, ranchero pedestre con suerte empresarial que pudo, gracias a la mercadotecnia, llegar a la primera magistratura del país. Ya se nos olvidó que, aunque fue directivo de la Coca-Cola, se tituló —y nos quejamos del inquilino de Palacio Nacional por tardarse 14 años—, meses antes de asumir la Presidencia de la República. Tal vez fue el candidato con menos cualidades para ganar las elecciones —incluso se filtró su perfil psiquiátrico que lo descalificaba para ocupar el cargo, y no sería mala idea exigir la publicitación de ese estudio como requisito de elegibilidad—, pero sus publicistas supieron explotar su aparente frescura y lo populachero de sus dichos como el “hoy, hoy, hoy” y fueron unos magos para ocultar sus carencias, aunque no escapó del humor del mexicano el botudo.
Tal vez la composición de su gabinete, reclutado por buscadores de talento, hizo que su administración no fuera tan mala, sobre todo en salud, seguridad y finanzas, pero de una torpeza política supina, ya que sus esfuerzos por frenar a AMLO con un fallido, aunque correcto juicio político, sólo catapultaron al justiciable. Pero no sólo pretendió descarrilar al ex jefe de Gobierno, también se opuso a la candidatura de su correligionario, Felipe Calderón, quien se tuvo que ir por la libre para llegar a Los Pinos.
Ya en el retiro, el guanajuatense se ha tirado al piso en varias ocasiones en demanda de la ayuda gubernamental para “sobrevivir” ahora que la 4T eliminó la pensión vitalicia a los ex presidentes, aunque es sabido que solapó el enriquecimiento de los hijos de Marta Sahagún, que mucho le deben. Se nota vacío el argumento de que está en la pobreza y ese afán protagónico lo alienta torpemente a irrumpir en el actual proceso electoral y llevarse al baile al fenómeno de comunicación que resultó Xóchitl Gálvez.
Cierto, las becas para los ninis sólo fomentan la mediocridad y apatía de los jóvenes, a quienes con razón califica Fox como “güevones”. Sí, se distraen miles de millones de pesos en subsidiar a ese sector improductivo, lo cual debiera canalizarse en programas que impulsen el desarrollo económico y las políticas públicas de crecimiento a través del empleo y la inversión pública, pero no para mantener a los ex presidentes. Fuera de lugar esa propuesta del guanajuatense, quien se pone al nivel de los “güevones” que tanto critica.
Poco ayuda con sus dislates el ex presidente a una mujer que brilla con luz propia y que tiene inteligencia, experiencia y carisma, además de manejar a la perfección el marketing político. Prueba de ello es que ha enloquecido a quien deberá entregarle la banda presidencial. Así que Vicente, mejor no la ayudes compadre, calladito te ves más bonito.