La pelea por Monterrey
¬ José Antonio López Sosa martes 12, Jul 2011Detrás del Poder
José Antonio López Sosa
Como si fuese un cuento de la Revolución Mexicana, dos grupos criminales presuntamente se disputan la ciudad de Monterrey y los enfrentamientos siguen provocando muertes inocentes.
La mañana del sábado despertamos con dos lamentables noticias, por un lado, el asesinato de Facundo Cabral en Guatemala, cuando iba rumbo al aeropuerto La Aurora y con 20 muertos en un antro tras un enfrentamiento entre bandas criminales en Monterrey.
Eso de la disputa por la plaza también resulta un pretexto para los órganos de seguridad locales, pues como no hay un civil -por así llamarle- implicado directamente, no hay denunciante, no hay movilización policiaca inmediata.
El día de ayer se publicaron detalles de esta lucha y se observa claramente la inferioridad en recursos humanos y tecnológicos del Estado mexicano, desde los cuerpos de seguridad pública locales y estatales, hasta de las fuerzas federales. ¿Cómo se pretende combatir a los delincuentes sin los elementos suficientes para competirles?
Es indignante lo que sucede en Monterrey, que el gobierno del estado y los municipios afectados estén activos en el discurso y cruzados de brazos en la práctica, que estén dejando que la delincuencia sea el poder fáctico que verdaderamente mande en una de las ciudades más importantes y pobladas del país.
Me parece que ni en las guerras de Independencia y Revolución hubo tanto miedo en la población, como si hubiera una guerra civil hay balaceras por doquier, como si se tratara de una ciudad del Medio Oriente sumida en una serie de ataques terroristas, sin ánimo de exagerar lo que sucede en las calles de Monterrey.
El gobierno federal sostiene su lucha contra los criminales y pareciera no darse cuenta que una ciudad, la que un día fuese próspera para las inversiones y actividades productivas, se está perdiendo día tras día. La figura del Estado se vuelve más delgada y vulnerable, la gente pierde la confianza y la fe en sus representantes y poco a poco la Sultana del Norte se convierte en tierra de nadie, tierra de delincuentes y de armas de alto calibre atacando a sus propios ciudadanos. Así perdemos Monterrey día tras día, ¿qué dicen las autoridades al respecto?
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