Permisos y autorizaciones de tiraderos colapsaron Naucalpan, afirma David Parra

• El biólogo Román Ibarra afirma que se tiran miles de toneladas de basura en vertederos del municipio
•  El gobierno de Angélica Moya Marín actúa con mano dura al clausurar estos depósitos clandestinos

Arturo Baena

El biólogo Román Ibarra Navarro consideró que aún vendrán otros eventos similares, más graves, debido a las fallas en el cumplimiento de la norma mexicana para operación de los rellenos sanitarios.

Naucalpan, Estado de México.— Los permisos y autorizaciones de decenas de tiraderos clandestinos que operaron en la pasada administración generaron millones de pesos que no se reflejaron en las arcas municipales, sin embargo, su operación deficiente provocó los resultados que ahora vamos en la explosión y deslave del vertedero de Puente de Piedra.

En entrevista, el legislador David Parra Sánchez señaló que el colapso del relleno de basura de Puente de Piedra de Santiago Tepatlaxco no debió construirse, ya que la comunidad ya advertía del riesgo de su funcionamiento desde marzo de 2020 cuando externaron su oposición su funcionamiento.

Destacó que el vertedero de residuos sólidos urbanos de Santiago Tepatlaxco, se han convertido en una problemática ambiental de alta gravedad, y en la administración morenista permitió su funcionamiento, abriendo la puerta a los millones de desechos sólidos provenientes de la CDMX, en concordancia con otra administración morenista, como fue la de Claudia Sheinbaum, ya que desde entonces entraban alrededor de un ciento de góndolas al día al vertedero para depositar hasta 1500 toneladas de basura diariamente.

Parra Sánchez consideró que “se trató de un perverso negocio donde antepuso los intereses económicos personales, pero sobre todo la seguridad hídrica, biodiversidad y el derecho de los naucalpenses a tener una mejor calidad de vida y salud”, dijo.

A este respecto, el biólogo Román Ibarra Navarro destacó que “el deslizamiento de miles de toneladas de basura, aún en bolsas, mostró la carencia de una selección y manejo adecuado de los desechos sólidos, es uno más de tantos eventos que han ocurrido y que ya atentan contra la salud de la población naucalpense en general”, afirmó.

Consideró que aún vendrán otros eventos similares, aún más graves, debido a las fallas en el cumplimiento de la norma mexicana para operación de los rellenos sanitarios.

Explicó que “el aumento prolongado de las lluvias que generan precipitaciones de hasta más de 1000 milímetros por segundo, combinado con las prácticas deficientes en la captación de las aguas, sin duda, ocasionarán una mayor producción de lixiviados, que son el resultado de la degradación de la materia orgánica”, dijo

Román Ibarra añadió que “la basura expuesta al aire libre incrementará la infiltración del agua de lluvia, pasando por la masa de desechos, disuelve y arrastra los distintos componentes sólidos, líquidos y gaseosos presentes en los residuos dispuestos en el relleno sanitario.”.

Estos lixiviados del relleno colapsado, hoy son los contaminantes más agresivos al medio, dañando al suelo y representa la principal contaminación de las aguas superficiales y subterráneas, refirió el especialista. Destacó que el relleno sanitario está produciendo a diario una gran cantidad de metros cúbicos de lixiviados que tienen una correlación directa con las 1,500 toneladas que entraron a diario desde la CDMX y que se aprecian en miles de toneladas ya acumuladas en ese vertedero de operación particular.

No hay un adecuado manejo de los lixiviados y están siendo conducidos a el Río San Juan, el segundo afluente principal de agua a la Presa Madín, después del Río San Luis-Tlalnepantla.

Por lo que hoy es el principal desastre ecológico en territorio naucalpense con efecto múltiple negativo que está en proceso de causar más estragos ecológicos.