Un buen deseo: que México sea el país imaginado por López Obrador
Miguel Ángel Rivera lunes 3, Jul 2023Clase Política
Miguel Ángel Rivera
Después del quinto aniversario de lo que se llama la Cuarta Transformación lo único que resta es rogar a Dios o la suprema voluntad que se desee pedir que los sueños se vuelvan realidad.
Sí, porque lo único que nos queda es desear que los supuestos éxitos o logros se vuelvan realidad y no sea necesario sumarlos a los miles de inexactitudes (por no decir mentiras) que nos receta diariamente el creador, líder y guía de esa supuesta nueva etapa en la vida nacional.
Para empezar, lo mínimo necesario es rezar por que se vuelva realidad uno de los puntos centrales del discurso presidencial ante miles de simpatizantes, seguidores o secuaces reunidos el pasado día 1 de julio para celebrar el quinto aniversario de su triunfo electoral.
Ese día, Andrés Manuel López Obrador aseguró que en su régimen se ha logrado “algo que es muy valioso: Hay justicia y tranquilidad social y se avanza hacía la erradicación de la violencia; lo lograremos entre todos: me canso, ganso”.
Con seguridad, esa expresión no la comparten los deudos de más de 160 mil personas asesinadas durante estos primeros cinco años de gobierno del político tabasqueño, quien, a cambio, ofreció un nuevo regalo de dinero del erario, al aumentar las pensiones para los individuos de la tercera edad.
El primer mandatario aseguró que el beneficio llega de manera directa a 30 millones de hogares, cuando menos, un programa de Bienestar o una porción, por pequeña que sea, del presupuesto nacional.
También aseguró que en su gobierno suman cinco millones de hogares los que viven en mejores condiciones, “también se han beneficiado, porque nuestra política económica ha mejorado el poder adquisitivo de las familias y ha fortalecido el mercado interno”. A lo que no hizo referencia fue a los datos del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval), un organismo oficial que ha medido no una disminución, sino un aumento en el número de pobres a partir del 1 de diciembre de 2018, cuando tomó posesión el actual primer mandatario.
En un documento titulado Coneval presenta las estimaciones de pobreza multidimensional 2018 y 2020, ese organismo autónomo sostiene que en ese periodo “el porcentaje de la población en situación de pobreza aumentó de 41.9% a 43.9%, mientras que el número de personas en esta situación pasó de 51.9 a 55.7 millones de personas. (La diferencia es de 3 millones 800 mil personas).
El documento de Coneval precisa que “el porcentaje de la población en situación de pobreza extrema presentó un incremento de 7.0% a 8.5% entre 2018 y 2020 y el número de personas en situación de pobreza extrema aumentó de 8.7 a 10.8 millones de personas.
“En términos de carencias sociales, el mayor cambio entre 2018 y 2020 es un aumento de 12.0 puntos porcentuales en la carencia por acceso a los servicios de salud, que pasó de 16.2% a 28.2%”. (la llamada cuarta transformación canceló el Seguro Popular y lo sustituyó por el Instituto de Salud para el Bienestar (Insabi), recientemente eliminado por ineficiente por el mismo gobierno que lo creó).
“Otras carencias que aumentaron en menor medida son el rezago educativo con un incremento de 0.25 puntos porcentuales y la carencia por acceso a alimentación nutritiva y de calidad (0.31 puntos porcentuales), indica el mencionado estudio, que, vale insistir, no forma parte de la oposición, sino del gobierno en funciones.
También revela, “por otro lado, entre 2018 y 2020, se observa una disminución de los indicadores de la carencia por calidad y espacios de la vivienda y de la carencia por acceso a los servicios básicos en la vivienda con 1.7 puntos porcentuales cada una; así como de la carencia por acceso a la seguridad social, con 1.4 puntos porcentuales”.
Por si no fuera suficiente, el Coneval agregó:
“A pesar de haber mostrado una disminución entre 2018 y 2020, la carencia por acceso a la seguridad social es la carencia social que presenta la incidencia más alta en 2020 (52.0% de la población).
“Entre 2018 y 2020, 19 entidades federativas presentaron un aumento en el porcentaje de la población en situación de pobreza. Las tres entidades con mayores incrementos fueron: Quintana Roo (de 30.2% a 47.5%), Baja California Sur (de 18.6% a 27.6%) y
Tlaxcala (de 51.0% a 59.3%), con 17.3, 9.0 y 8.3 puntos porcentuales más, respectivamente.
“Entre 2018 y 2020, 13 entidades federativas tuvieron una reducción en el porcentaje de la población en situación de pobreza. Las tres entidades federativas que presentaron la mayor reducción en el porcentaje de la población en situación de pobreza fueron Nayarit (de 35.7% a 30.4%), Colima (de 30.4% a 26.7%) y Zacatecas (de 49.2% a 45.8%), con 5.3, 3.7 y 3.5 puntos porcentuales menos, respectivamente.
A cambio de las anteriores cifras relativamente positivas, el referido documento señala también:
“Entre 2018 y 2020, el porcentaje de la población hablante de lengua indígena en situación de pobreza aumentó de 75.8% a 76.8%7 y el de la población no hablante de lengua indígena en situación de pobreza cambió de 39.3% a 41.5%.
“Entre 2018 y 2020, el ingreso corriente total per cápita disminuyó 6.9%. Esta reducción es producto de la caída de todas las fuentes de ingreso, salvo las transferencias monetarias totales, que aumentaron 16.2%, al pasar de $639.67 a $743.51.
“La emergencia sanitaria por la Covid-19 ha profundizado los desafíos que enfrenta la política de desarrollo social en todos los ámbitos, principalmente, en el ingreso, salud, educación y alimentación de la población mexicana”.
AMLO presumió que se avanza hacia la erradicación de la violencia
En contra de los indicadores anteriormente mencionados, en su mensaje ante la masiva concentración en el Zócalo, López Obrador presumió supuestos éxitos que no han aumentado los precios de las gasolinas ni del gas “y algo que es muy valioso: Hay justicia y tranquilidad social y se avanza hacía la erradicación de la violencia”. No dio cifras ni mencionó los datos acerca del total de homicidios que ya superó los registros de los anteriores gobiernos de Felipe Calderón y Enrique Peña, a los que el actual mandatario responsabiliza de todos los males que padecemos.
Por cierto, el ábaco del ahora jefe de Gobierno de la Ciudad de México, Martí Batres Guadarrama, que lo mismo reduce las cantidades de simpatizantes movilizados por la oposición que magnifica las cifras de los seguidores de la llamada Cuarta Transformación, ahora sumó 250 mil el total de “movilizados” para la celebración presidencial.
En un arranque de modestia, los simpatizantes de la 4T estimaron que el total de los reunidos por el primer mandatario quedó por debajo de las 300 mil personas congregadas para un reciente concierto de Los Fabulosos Cadillacs, a quienes se concede ese récord.
Aquel 3 de junio, la entonces jefa de Gobierno capitalina, Claudia Sheinbaum, anunció que “volvimos a hacer historia, rompimos récord de asistencia con 300 mil personas en el Zócalo de la Ciudad de México disfrutando del épico concierto de Los Fabulosos Cadillacs con saldo blanco”. Tan eufórica estaba la “corcholata favorita” que se olvidó de que en ocasiones anteriores los voceros de la llamada Cuarta Transformación llegaron a afirmar que habían logrado congregar ¡un millón! de personas en la histórica plaza capitalina.
“Tenemos otros datos”.
Uno de los recursos verbales de López Obrador para desmentir declaraciones que no le gustan es afirmar que “tiene otros datos”. Lo mismo se puede decir ahora después de su triunfal celebración del día primero.
Por ejemplo, el presidente del PAN, Marko Cortés Mendoza, planteó que a México le urge un cambio en 2024, pues en los últimos cinco años sólo se ha culpado al pasado de todos los problemas incrementados en el presente, pero no se ha logrado superar los más graves problemas nacionales.
Recordó, por ejemplo, que AMLO prometió bajar los homicidios en un 50 por ciento, pero la sangre corrió como nunca. Su sexenio es el más sangriento de la historia, destacó el dirigente panista.
Agregó que López Obrador aparenta estar muy contento con sus resultados y cínicamente todas sus “corcholatas” prometen continuar el mismo camino.
“Eso significa crear más pobres, entregar más territorio a los narcos, desmantelar más escuelas y hospitales, dejar morir a más por falta de medicinas, por eso urge un cambio en el 2024”, afirmó.