Un esperado epitafio
Alberto Vieyra G. lunes 26, Jun 2023De pe a pa
Alberto Vieyra G.
Con un histórico epitafio sepultó la tremenda Corte este jueves 22 de junio, la segunda parte del mañoso “plan B” de AMLO en materia electoral y se conjuró el desmantelamiento de la institución que es garante de la democracia de los mexicanos, el INE; sí, una democracia imperfecta, pero aun perfectible. Hasta los niños de pecho sabían que el histórico epitafio ocurriría en momentos en que el Presidente está ebrio de odios, de insaciables ambiciones y ansias de poder.
Nueve de los once ministros de la Suprema Corte le asestaron el sonoro palo político a AMLO porque su reforma adolecía de legitimidad constitucional y por vicios del Poder Legislativo. ¿Qué nos dice semejante epitafio y revés político?
Bueno, pues que AMLO, sus diputados y senadores, incluyendo sus corruptas rémoras aliadas legislaron a ciegas, con el hígado y con los pies. Sí, recurrieron a detestables vicios como el hecho de presentar las iniciativas de ley como preferentes y con dispensa de trámites en las comisiones correspondientes, es decir que echaron la carne al asador a lo buey. Parecía que se les quemaban las habas y como AMLO y sus muchachitos no saben legislar, la Corte les enseñó cómo legislar con apego al Derecho Constitucional.
Lógico, el madrazo molestó al viejito de Palacio Nacional, quien nuevamente les cargó las pulgas a los ministros de la Corte acusándolos de invadir el Poder Legislativo y de estar al servicio de los conservadores, por lo cual sus próximas leyes correrán la misma suerte.
Que me perdone el falso mesías, pero miente. La función primordial de la Corte y de los señores ministros es defender a la Constitución General de la República. Si los legisladores hacen marranadas, la Suprema Corte debe corregir la plana y si el Presidente hace también marranadas, la Corte debe enseñarle que para ello están los ministros que deben enseñarlo a que haga reformas legales, ya sean constitucionales o en materia de leyes secundarias, apegadas a los principios del texto constitucional. Así de fácil, pa´ qué le buscamos glándulas mamarias a las culebras guindas y a las tepocatas de otros colores.
Ahora, don Andrés Manuel deberá concretarse a lo concretado, esto es a preparar la celebración de otro aniversario más de su triunfo electoral en el que a él y solamente a él le dirán “tú eres el Dios Omnipotente que logró la proeza democrática en la nación azteca”, frente a la casa presidencial llegarán todas esas huestes morenistas que se arrastran, incluyendo los gobernadores de horca y cuchillo y todos esos buenos pa´ nada, que en lugar de evitar que en sus estados siga el México macabro, se dedicaran a traer acarreados a la capital mexicana. AMLO les ha pedido que no hagan ninguna expresión en favor de ninguna de sus corcholatas, pero ya todo mundo sabe que entre los gallos y la gallina quien es la dueña de sus quereres es la señora Sheinbaum.
Para qué nos tragamos la píldora de que no hay dedazo, no hay acarreados, de que vivimos la pureza democrática, de que somos el gobierno del “no somos iguales” y el de los “abrazos, no balazos”. Sí, todos deberán aclamar al Dios Quetzalcóatl, tan anhelado cada sexenio; ahí estarán también las corcholatas, los precandidatos presidenciales con sus bolas de acarreados.
¿Habrá morbo político por ver a Adán Augusto López con su reloj de 50 mil dólares, es decir casi 1 millón de pesos… quién pompo o querrá amular a Chabelo, quien portaba en una muñeca un reloj de oro de 25 millones de pesos y en la otra, una esclava de oro puro con valor de otros tantos millones? Sólo que Chabelo sí trabajaba, mientras que la “corcholata” vive como mercenario de la política, igual que Marcelo Ebrard, doña Claudia y compañía. Por cierto, que Ebrard quiere hacer un gobierno con toda la familia feliz en el gabinete, incluyendo a pío López Obrador, quien hoy recorre el país a bordo de un humilde Mercedes Benz con valor de 1 millón 515 mil pesos, tema del cual le hablaré en capítulo aparte.