Una codiciada industria
Alberto Vieyra G. jueves 22, Jun 2023De pe a pa
Alberto Vieyra G.
La política azteca, como muchas otras en el mundo, se ha convertido en una codiciada industria en la que más de 26 mil zánganos viven agarrados de ella, disputándose rabiosamente cada 3 y cada 6 años nuestros dineros públicos. Nunca en su vida trabajan los integrantes de esa improductiva y detestable burocracia mexicana. Esa detestable clase política usa a la partidocracia para conseguir sus fines valiéndose de poderosas oligarquías políticas y económicas para agarrarse de la ubre presupuestal. Es una mafia.
Muchos como el gobernador veracruzano de horca y cuchillo, Cuitláhuac García, usan títulos apócrifos para ser parte de esa codiciada industria de la política, como también ocurre con la plagiaria ministra de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, Yasmín Esquivel y ya en el poder se convierten en alacranes con alas o cuervos que les sacan los ojos a sus críticos y opositores.
Estamos ante una codiciada industria en la que incluso se privilegia el canibalismo político para acabar con el contrario o el arrastrarse para lamer las botas del de arriba o dárselas a los de arriba y pedírselas a los de abajo, según la ratonera filosofía del llamado quince uñas Antonio López de Santa Ana Pérez de Lebrón.
El ejemplo no tiene desperdicio porque esta semana la “corcholata” Marcelo Ebrard dio el arrastrón de su vida y también bajada, prometiendo que si llega a la grande le hará al hijo del presidente AMLO, Andy López Beltrán la Secretaría de la 4T. Ojalá el árbitro electoral de México lo retire de la contienda morenista por estar violando las leyes electorales, como lo hace su jefe y el fraudulento Mario Delgado.
Esa improductiva burocracia azteca se despacha con la cuchara grande con sueldazos groseros y de pilón, saquean a la nación cada sexenio. Y ahí está el ejemplo de Segalmex, saqueada en el sexenio del “no somos iguales” con más de 15 mil millones de pesos, pero en este pueblo no hay ladrones.
Cada año, las lacras sociales llamadas partidos políticos se llevan un auténtico botín de nuestros dineros públicos. Para este 2023, el INE les asignó un presupuesto de más de 14 mil millones de pesos, siendo el partido del Presidente el mayor beneficiario con casi 2 mil millones de pesos, aunque nuestros hospitales de México no tengan medicamentos, bueno ni mejoralitos o pomadas para caídas y raspones. Eso no importa, lo importante es privilegiar a esa codiciada industria de la política azteca que no se refleja en la tan anhelada paz social, pues en lo que va de este aberrante régimen producto de los abrazos y no balazos suman ya más de 150 mil asesinatos.
También en este momento el partido del Presidente derrocha nuestros dineros públicos en anticipadas e ilegales campañas electorales. Bueno, hasta 5 millones de pesos le dio el partido Morena a cada corcholata para que hagan política sin saliva. No pues así, hasta mi abuelita en bicicleta podría ser parte de esa políticastra clase.
¿Verdad que estamos mal? ¿Verdad que no tiene la culpa el indio sino el que lo hace compadre? ¿Pero qué es lo que está mal en México, esa nefasta clase política o el producto de esta nación azteca, es decir el pueblo? ¿Hasta cuándo toleraremos ese infame estado de cosas o irremediablemente iremos de mal en peor por aquello de que los pueblos tienen los gobiernos que se merecen?