Todos contra Morena
Freddy Sánchez jueves 8, Jun 2023Precios y desprecios
Freddy Sánchez
Un Presidente como Andrés Manuel no habíamos tenido en mucho tiempo. No al menos con un poder que casi lo puede todo.
“Donde pone el ojo, pone la bala”…
Ese dicho bien podría dar cuenta de que cuanto ha querido salvo modificar la Constitución a su gusto, el jefe del Ejecutivo emanado de Morena (“Movimiento de Regeneración Nacional”, creado por él mismo), lo ha realizado como pocos primeros mandatarios de México en la era reciente.
Y para muestra un botón: Sin que en las cámaras legislativas los obsecuentes representantes populares morenistas (considerados por algunos los empleados del Presidente), ni siquiera se hayan osado en cambiarle los puntos y las comas a las iniciativas de ley de quien despachado en el Palacio Nacional les ordenó aprobarlas exactamente como las hizo llegar el poder ejecutivo al legislativo. De qué podría quejarse entonces Andrés Manuel si a diferencia de Fox que decía: “el Ejecutivo propone y el legislativo dispone”, en su caso no hay otro que “imponga” lo que los legisladores deben hacer siendo de Morena y sus aliados.
Acaso alguien (a excepción de uno que otro esporádicamente) entre los cercanos al régimen se atreve a desobedecer al “jefe máximo”, don Andrés. Un personaje que al igual que los más absolutos mandamases que tuvo el priismo volvió a poner de moda aquello de que cuando el jefe del Ejecutivo preguntaba la hora a sus subalternos o a tantos otros la respuesta siempre era la misma: “la que usted diga señor Presidente”. Porque, a decir verdad, más que obvio ha sido que con AMLO impera el dicho de que: “El que manda, manda y si se equivoca vuelve a mandar”.
Las obras emblemáticas del sexenio y una y otra de las decisiones adoptadas, redefinidas o suprimidas por el Presidente están en curso o ya no lo están como él quiso que ocurriera.
Contra viento y marea algunas veces o con “el oleaje” a su favor regularmente, (porque las opiniones de sus críticos y opositores “ni las ve ni las oye”), entre los colaboradores del Presidente no hay quien le diga qué hacer o no hacer, “tope en lo que tope” lo que él haya decidido que se haga.
Esa suele ser la impresión que deja la gestión presidencial. Y es que torno a lo que ordena Andrés Manuel, a ver quién se atreve a desautorizarlo o desatenderlo entre su gente.
Lo único que lo ha detenido es lo que la Constitución “manda” contra su voluntad de hacer.
Razón de sobra muy posiblemente en el leal saber y entender del primer mandatario para que la población en general se desborde en torno a las urnas electorales para que la elección de 2024 le dé a Morena todo el poder legislativo que le hace falta para modificar la Carta Magna como mejor le parezca al presidente López Obrador.
En ese tenor, hay que decir que antes de dejar el poder presidencial AMLO mandará a las Cámaras legislativas los cambios constitucionales que siendo Morena una mayoría absoluta no habría nada ni nadie en el país que pueda impedir las modificaciones legales que se proponga realizar el jefe del Ejecutivo.
Entre otras: La que permita correr de sus puestos a los ministros de la Corte para que los que lleguen cumplan con el perfil legal de la reforma constitucional propuesta por Andrés Manuel e incluso si “la voz del pueblo” se lo pidiera llegar a cambiar la Constitución para una prórroga o reelección presidencial.
Algo que el Presidente ha dicho que no quiere porque piensa irse a descansar a su rancho, pero pensándolo mejor con una Carta Magna que lo permita como diría el difunto Capulina: Tal vez, quizás, a lo mejor, quién sabe. Así que mientras Andrés Manuel pide que se vote por Morena y ninguno otro partido, sus opositores posiblemente pedirán lo contrario: Todos contra Morena.