Al rescate del prestigio, pero se va
Carlos Ramos Padilla miércoles 7, Jun 2023Se comenta sólo con…
Carlos Ramos Padilla*
La contundente decisión de AMLO por no entregar la presidencia pro tempore de la Alianza del Pacífico a Perú violó el Derecho Internacional y atenta contra las directrices de la Doctrina Estrada.
La Alianza del Pacífico es un mecanismo de integración regional fundado por México, Colombia, Chile y Perú con el propósito concreto de formalizar una zona de libre circulación de servicios, bienes, capitales y personas, dando forma a una intensa plataforma comercial que catapulte a la región de Asia Pacífico.
Y es en este momento cuando Marcelo Ebrard decide y anuncia que renuncia a la SRE. Parece que podría significar el primer rompimiento con Morena y caben varias preguntas: ¿Y las demás “corcholatas”? ¿Quién va a financiar a Ebrard?
De hecho no habrá cambio de ruta a la llegada del suplente de Ebrard porque las imposiciones vienen de Palacio Nacional.
He recordado en colaboraciones anteriores que el Acuerdo Marco fue ratificado por México obteniendo un rango constitucional. Por ello y en común acuerdo nuestro país está obligado a transferir cada año la presidencia rotatoria, pues la entrega no está sujeta a ningún condicionamiento.
El artículo 7 sentencia que la presidencia pro tempore será ejercida sucesivamente por cada una de las partes, en orden alfabético, por periodos anuales iniciados en enero (por lo cual Perú tuvo que recibir la estafeta desde el principio de 2023).
En el pasado, México había respetado las determinaciones políticas en materia diplomática, fundamentalmente en el territorio latinoamericano.
Durante los últimos 70 años queda el registro que en cuatro ocasiones habíamos tenido diferencias con países: Guatemala, República Dominicana, Chile y Nicaragua. Pero durante este sexenio la erosión creíble de México ha sido evidente. Es la primera ocasión que el gobierno de otro país a través de su Congreso declare persona non grata al Presidente mexicano, expulsando también al titular de nuestra embajada.
Analistas internacionales coinciden en que a AMLO no le corresponde interpretar la Constitución de Perú, ni auditar menos juzgar la legitimidad de un gobierno extranjero, sus procedimientos y sistemas democráticos.
Hasta este momento, las diferencias con Perú no se han salvado. En estos días el prestigio de México debe ser rescatado. La merma ha sido, sin duda alguna, extraordinaria. Nuestra ausencia parcial en foros internacionales como Davos, merecen un desgaste innecesario.
Además de esto, el nombramiento de personajes improvisados y sin experiencia en el trato diplomático ha merecido el rechazo y retraso en el beneplácito de algunos gobiernos. Urge pues una recomposición de nuestras políticas y políticos. Y el que toma el primer paso es Ebrard, pero, repito, lo errático del comportamiento diplomático no presentará variaciones.
* Conductor del programa Va en serio, Mexiquense TV Canal 34.2, IZZI Canal 135 y Mexiquense Radio.