Spiderman, el existencialista: anomalía original
Opinión miércoles 7, Jun 2023Filosofía Millennial
H. R. Aquino Cruz
Dentro del creciente cansancio que, poco a poco, va acumulando el género de las películas de superhéroes y cómics, cada vez resulta más complicado encontrar propuestas que se sientan frescas y no repetitivas; o bien, propuestas que tengan algún valor destacable más allá de los nichos más que establecidos que sostienen a estos productos. En 2018, uno de estos trabajos replanteó y reinventó el concepto de la animación generada por computadora: Spider-Man: Into The Spider-Verse o Spider-Man: Un nuevo universo.
A través de la incorporación de elementos propios de la animación 2D y de las texturas propias de las historietas, la galardonada película dio origen a un nuevo estilo de animación que ha sido replicado, expandido y mejorado en otras películas de animación que, a su vez, han sido aclamadas y galardonadas por su técnica y sus innovadoras propuestas visuales. Desde 2018, la capa de animación 2D que añade una textura y eleva las capacidades de la animación 3D que introdujo Into The Spider-Verse ha sido un parteaguas en el mundo de la cinematografía animada.
Por si fuera poco, la película de 2018 refrescaba las formas del conocido y repasado Hombre Araña presentando a Miles Morales al gran público. Se trata de otro Spiderman —no el clásico de Peter Parker— de ascendencia puertorriqueña y afroestadounidense que desde su primer aventura se enfrenta a la infinitud de posibilidades del multiverso y que recompone los orígenes del clásico superhéroe adolescente.
En aquella aventura, Miles se revelaba como un auténtico Spiderman cruzado por los dilemas recurrentes del personaje y determinado por un reto existencialista: “dar un salto de fe”. Una suerte de replanteamiento del “un gran poder conlleva una gran responsabilidad” de Peter Parker que afirma en ambos —Miles Morales y Peter Parker— el modelo de un adolescente invitado por sus asombrosas cualidades a abrazar su libertad de elección.
Un Spiderman existencialista porque se enfrenta a la incertidumbre que acompaña al hecho de ser un superhéroe con el valiente salto de fe que implica elegir constantemente ser un Hombre Araña único y comprometido con la tarea de ser un “amigable vecino” que salva el día. Un joven de cualidades extraordinarias que vence a la angustia de su existencia dividida —entre tener una vida normal o abrazar su misión de superhéroe— con la afirmación de su constante elección de ser un héroe.
Así, este 2023 se estrena la segunda cinta protagonizada por el Miles Morales y la técnica de animación que demostraron que las películas de superhéroes podían construir valor cinematográfico más allá de su éxito comercial. Así, este 2023 llega a las salas de cine el segundo capítulo de lo que será una trilogía de películas: Spider-Man: Across The Spider-Verse o Spider-Man: a través del Spider-verso.
Con un sólido éxito en taquillas, la secuela de la ganadora del Oscar, Spider-Man: Un nuevo universo, se estrena cargando con enormes expectativas por parte del público y la crítica especializada y, en Latinoamérica, envuelta en una recurrente polémica por el recurso de startalents —talentos no pofesionales del doblaje pero populares por su éxito en redes sociales— para su versión doblada al español.
El valor trascendente de esta secuela es, sin duda alguna, la animación que logra estar a la altura del gran reto de elevar lo que hizo su antecesora. En esta ocasión, la animación no es sólo impresionante e innovadora sino que se torna auténticamente diegetica, narrativa.
Cada una de las variantes de Spiderman que se dan cita en esta historia tiene sus propias especificaciones visuales y de diseño gráfico. Cada una representa y recoge una tradición de la comunicación visual —por ejemplo, Spider-Punk que emula y aplica las formas gráficas de las revistas independientes del Movimiento Punk y está animado a una velocidad que enfatiza su personalidad rockera y antisistema; un auténtico poster de concierto clandestino punk en movimiento— y cada una explora un modo posible de ser Spider-Man.
Pero esta variedad de diseños no sólo para en su inmensa diversidad de formas y expresiones visuales sino que, además, éstas interactúan entre sí; mezclando y conjugando, por ejemplo, un personaje cuyo universo está hecho en acuarela con un personaje cuyo universo está inspirado en los bocetos de Leonardo Da Vinci.
Por si fuera poco, esta conjugación y estos diseños individuales están, además, articulados en función de las emociones y de los contextos de lo que se narra. Si, por ejemplo, estamos ante una escena dramática, el medio acuoso del universo en el que estamos empezará a escurrir como si en la animación se acentuara el drama con las “lágrimas” del color.
En lo que toca a su guion, Across The Spider-Verse se atiene a los fundamentos narrativos de su antecesora y se dedica, más bien, a expandir abismalmente el tejido del multiverso en el que la historia de Miles Morales tiene lugar. Más de 280 versiones de Spiderman aparecen durante la película con unas 15-20 teniendo alguna participación en diálogos.
Su argumento, en esta ocasión, es narrado desde el punto de vista de Gwen Stacy o Spidergwen quien relata la historia de su reencuentro con Miles Morales y el Peter Parker que conocimos en 2018 como parte de una crisis en el multiverso. El caótico entrecruzamiento de realidades llevará a Gwen a colaborar con la Sociedad Araña o Spider Society y a presentar a Miles con un ingente multiverso de variantes que, por supuesto, servirán de pretexto para hacer referencias y cameos de las diferentes versiones de Spiderman en diferentes medios narrativos —desde historietas y caricaturas clásicas, hasta videojuegos y personajes live-action.
El encuentro revelará la condición anómala y única del origen del Spiderman de Miles Morales y, con ello, pondrá al personaje en el centro del conflicto que reúne a tantos cientos de Hombres, Mujeres, Personas y Animales Araña. Con ello, volverá al centro existencialista del personaje y, puntualmente, a la manera en la que éste sucede en la historia de origen del Spiderman de Miles.
Across The Spider-Verse reiterará el cuestionamiento hacia la capacidad y la autenticidad de Miles Morales como un Spiderman genuino. Reiterará la incertidumbre que encarna la historia del único superhéroe originado en la cotidianidad —“cualquiera puede ser Spiderman”, diría Stan Lee— y la casualidad. Reiterará —gráficamente y simbólicamente— el salto de fe que Miles dará para abrazar al héroe que habita en él. Y todo ello lo hará mientras nos cuenta una clásica historia del Hombre Araña: dividido entre salvar su propia vida como un adolescente perdido en el vasto Nueva York o sacrificarse en nombre del heroísmo — ¿o quizá alguna tercera opción?
El caso aquí es que el Spiderman de Miles Morales avanzará en la formación de su carácter propio y en la afirmación de su propia existencia con un gesto simple. Primero, reconociendo que cada Spiderman es un universo —tal como cada persona es un universo propio— y que si pueden existir tantas versiones del Hombre Araña no hay razón para negar la existencia de una versión anómala del heroísmo adolescente y cotidiano de su versión de Spiderman.
Segundo, acentuando la dignidad de su propia elección —“todos siempre quieren decirme cómo ser mi propio Spiderman”, dirá; como insinuando “todos quieren decirme como vivir mi propia vida”— a través de la afirmación de su poder más insuperable: su capacidad de decidir.
Una capacidad de decidir que, si bien es irrefutable e inextirpable, es un arma de doble filo. Un poder que conlleva la gran responsabilidad de hacerse responsable de las consecuencias de lo que se elige.
Cuáles serán esas consecuencias queda en suspenso para la última entrega de esta trilogía que, a la par, narra el autodescubrimiento adolescente y el atoconocimiento juvenil de Miles Morales.
Lo que sí queda enteramente subrayado es que la anomalía original que engendra la grandeza mitológica del superhéroe de cómics más popular del Mundo Contemporáneo poco tiene que ver con arañas o multiversos y todo tiene que ver con libertad, elección y autodeterminación.
En otras palabras que, quizá, lo que hace especial a Spiderman —en cualquiera de sus iteraciones— es que es un individuo que se atreve a encarnar la incertidumbre de una vida contrariada y que, antes que paralizarse o evadirse de ella, decide afrontarla con un salto de fe: un salto de confianza hacia su capacidad de comprometerse con su heroísmo eligiendo constantemente ser él mismo; eligiendo constantemente salvar a su vecindario, a su comunidad y a los suyos; eligiendo constantemente hacerse responsable de las consecuencias de sus actos.
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