Para fondear campañas
Ramón Zurita Sahagún jueves 7, Jul 2011De frente y de perfil
Ramón Zurita Sahagún
Desbocado se encuentra el jefe de gobierno del Distrito Federal, en la búsqueda de recursos económicos que le permitan solventar los gastos de campañas electorales.
Marcelo Ebrard sabe que sus posibilidades de competir con Andrés Manuel López Obrador, en la interna, y con los candidatos del PAN y PRI, en la constitucional, requieren de fondos suficientes.
De ahí, que encontraron una fuente inagotable de recursos que llegan al gobierno capitalino por la vía de la construcción de obras y la renovación de diversos permisos.
La ciudad se encuentra convertida en un caos, frentes abiertos en todas las delegaciones dan cuenta de la gran inversión que se realiza en obra pública y de ella, algo queda, se derivan recursos que pueden contribuir al financiamiento de las campañas electorales.
Decía un connotado político, has obra pública. De esa manera el ciudadano quedará conforme, te otorgará reconocimiento y algo sobrará para lo que necesites.
En el caso del Distrito Federal, son obras de gran magnitud las que se realzan a pasos acelerados y que deberán terminarse antes de la gran decisión ciudadana del 2012.
Ampliación del Metro, de los segundos pisos, supervía, todo al mismo tiempo, sin importar el caos que se genera en toda la ciudad, motivado por las calles cerradas y la forma tan arbitraria con que actúan los agentes de tránsito, cerrando a su arbitrio avenidas principales, como son los acceso a Viaducto, Circuito Interior y Periférico.
Son tan incalculables las ganancias que deja la obra pública, que la principal fuente de financiamiento perredista del 2006, los costos del segundo piso siguen siendo un misterio, ya que la información fue clasificada y reservada.
Otra fuente de recursos abundantes es el cambio de tarjeta de circulación, ahora modernizada con un chip, pretexto para sacarle al contribuyente 229 pesos por vehículo.
Aquí no es solamente la sangría que causan al ciudadano, sino también el tiempo que lo hacen perder por la falta de organización y el burocratismo con que actúan los servidores públicos encargados de esta tarea.
Es un auténtico viacrucis el que tienen que pasar los ciudadanos propietarios de un vehículo, por la forma en que se manejan estos módulos de atención.
Se debe contar con un mínimo de cuatro horas para dedicarlo al canje, con todo y que se lleve cita programada por internet.
Se forman filas interminables de personas que van a realizar el canje de tarjeta de circulación, luego de pagar en el pago y programar su cita.
Para el efecto, se forman dos filas en el módulo, una de personas sin cita y otra de los que realizan su cita por internet.
Entonces no se entiende el para qué fomentan las citas, si además resultan preferentes los que no la llevan. Unos se forman en la calle y los otros, tienen derecho de ingresar al módulo.
La tramitación es lenta y depende del número de personas que concurran a la oficina, para que dos o tres horas después sean atendidos.
Cuando uno cree que ya pronto terminará su periplo, porque lo llaman a la ventanilla, resulta que no, que en esa ventilla le dicen, nosotros le llamamos y otra espera de, cuando menos, una hora más.
Respira uno con profundidad y aguarda el momento en que se les reciba la documentación y se proceda a la captura de datos y, nuevamente, le dicen que espere, lo llamaremos, le dice una sonriente y amable empleada.
Con la sonrisa a flor de labio, el contribuyente pasa otra vez a la espera y lo llaman de nueva cuenta, para corroborar datos y documentos, muchos de los cuáles no se consignan en la página de internet.
Sin embargo, él o la servidora público (a) le dice, no se preocupe, aquí le sacamos los datos necesarios, reporte por robo de vehículo, libre del pago de tenencias anteriores.
Luego de una espera ya menor, treinta o cuarenta minutos, le anuncian que ya tienen la tarjeta y se acerca uno a la ventanilla, pero ¡oh sorpresa! Hay que sacar copias del nuevo documento, por lo que tiene uno que salir a la calle para encontrar un sitio donde haya fotocopiado.
Regresa uno a la ventanilla y otra vez, a formarse en la fila, porque ya están atendiendo a otra persona y entonces la espera será de unos quince minutos.
Eso sí, después de cuatro horas, mínimo, uno sale con su documento y con la angustia de saber que en tres años más tendrá que repetir la operación o acogerse a lo nuevo que dicten las autoridades que buscan nuevos horizontes electorales.
Eso sí, la operación del cambio de tarjeta de circulación dejará ganancias asombrosas, las que rebasarán los 300 millones de pesos.
MARCELO, QUINTERO Y MONDRAGÓN
¿Será que los funcionarios que inventaron el cambio de tarjeta de circulación (Marcelo Ebrard, Armando Quintero y Manuel Mondragón) se formarán en esas largas filas y esperarán también cuatro o más horas para realizar su canje?
Debería ser obligatorio para ellos, para que sepan lo que sienten los ciudadanos comunes.
LA EXTRAVAGANTE XÓCHITL
Nuevamente, Xóchitl Gálvez Ruiz muestra su faceta extravagante.
La dama del buen decir en política, decidió ahora protestar en pleno Senado de la República durante la sesión de la Comisión Permanente del Congreso de la Unión, para presionar por una reforma política.
Primero lo hizo fuera del edificio y luego dentro del recinto.
Xóchitl está desatada, ya que desea participar como candidata al Senado de la República el próximo año, aunque busca no hacerlo bajo las siglas de los partidos, sino en su calidad de independiente.