Peña entregó México; Del Mazo, el estado
Eleazar Flores martes 6, Jun 2023Espacio Electoral
Eleazar Flores
AL MISMO “RECEPTOR”-. A estas alturas de la contabilidad las explicaciones sobran, incluso para los protagonistas perdedores. Los resultados son irrefutables: Enrique Peña Nieto dejó en 2018 la Presidencia de la República a Andrés Manuel López Obrador y Alfredo Del Mazo Maza entregará su cargo a la candidata triunfante Delfina Gómez Álvarez, apoyada por el partido Morena.
En el primer caso fueron la frivolidad y la corrupción las que cansaron e hicieron perder la Presidencia de la República al PRI, que seis años antes ganó fácilmente a su rival López Obrador; en tanto en Edomex, fueron la opacidad y hasta la indiferencia partidista del mandatario, algo que sintieron los activistas de todos los niveles involucrados en la batalla que enfrentaron cuesta arriba.
Y para la opinión pública y medios, pendientes de lo que hacen las autoridades, no pasan por alto que al mandatario nunca lo vieron CAMINAR TOLUCA, como lo hicieron sus antecesores y de su padre ni hablar, a los escribientes de antes nos constó. En cuanto a los dirigentes tricolores, padecen la misma enfermedad, lejanos, lejanos, burocratizados, para acabar pronto.
EL HUBIERA NO EXISTE-. El resultado se esperaba desde que se evidenció el divisionismo cupular partidista, a sabiendas que la coalición PRI-PAN-PRD-Panal imponía la cláusula de lanzar a un hombre en Coahuila y a una mujer en el Estado de México, no obstante que por el PAN hasta bardas ya tenía el panista Enrique Vargas y en el PRI apuntaba Ricardo Aguilar Castillo.
En Coahuila las cosas salieron a pedir de boca para el PRI, no así en el Edomex, prueba de ello el “lanzamiento” del huixquiluquense Enrique Vargas con oficina de prensa incluso, que seguramente el PAN pagaba, a diferencia del priista Ricardo Aguilar que supo disciplinarse a la coalición.
MUJERES-. Tan pronto iniciada la lucha intestina tricolor mexiquense, una mujer tomó la delantera publicitaria en bardas y espectaculares con una frase pegadora NI ME RAJO NI ME BAJO, decía Ana Lilia Herrera, suponiendo que con esa fuerza y claridad la apoyaría la voluntad y opinión de los ex gobernadores pero no fue así, sólo contó con la de uno, con quien colaboró siempre y cerca, Montiel.
La lejanía de Ana Lilia, ya como delegada nacional priista, la reforzó su AUSENCIA PÚBLICA en la mayor parte de la campaña.
La leyenda urbana adjudica la preferencia peñista hacia Alejandra Del Moral, por ser contemporánea en sus principales cargos con Enrique Peña, gobernador y Presidente de la República en el gobierno federal, y en el estatal con Alfredo Del Mazo.
Lo cierto de las especulaciones que valen para nada, es la derrota con un dígito de diferencia no con dos como muchos esperaban.