Los efectos del discurso de odio
¬ Luis Ángel García miércoles 31, May 2023Por la Derecha..!
Luis Ángel García
El Presidente alentó durante todo el sexenio un discurso de odio, de polarización, de confrontación, de divisionismo entre los ciudadanos. Desde el Salón Tesorería de Palacio Nacional, todos los días, llamó a la descalificación, el escarnio, el insulto, la burla, el linchamiento popular de quienes se oponen, con razón, al proyecto político de la 4T o a los dislates presidenciales. Las consecuencias de ese nuevo tribunal de la Santa Inquisición instalado en el ex Palacio Virreinal, donde el moderno Torquemada expone a los opositores al escarnio del pueblo bueno y sabio, trae vientos de violencia.
Dividió a la sociedad en dos bandos, los que están conmigo -chairos-, y los que están contra mí -fifís-, busca la extinción de la clase media -los “aspiracionistas”-, para mantener la pobreza como nuevo estado de bienestar. La ciencia y la investigación en contraposición con la educación ideologizada, disfrazada de humanismo mexicano (sic), que no es otra cosa que una masificación de la instrucción académica mediocre, el conformismo sin la búsqueda de mejores niveles de vida.
Eso ha conducido a la violencia social, que puede ser la chispa que provoque, si no una revolución, sí una incipiente guerra civil como sucedió en Colombia, Nicaragua, Siria o -por motivos religiosos o raciales- en Afganistán, Chechenia o la balcanización europea.
Gracias a ese discurso de odio, se han incrementado los desplazamientos de comunidades indígenas en Oaxaca, Michoacán y Chiapas, así como los feminicidios que propicia un gobierno misógino y antifeminista, se fomenta la falsa idea de la expoliación del pueblo por parte de los capitalistas, lo que lleva a la satanización de los empresarios, se redime a los “ninis” para condenar a los alumnos de excelencia o que buscan una educación de calidad, se acabó la sana competencia. Las consecuencias son la muerte de indígenas, el surgimiento de comunidades abandonadas, la retracción de la inversión privada, más muertes de mujeres -sólo por el hecho de serlo-, el encono entre clases sociales, el desprecio a ricos y clase media, porque la narrativa oficial considera que la pobreza o la miseria son el destino manifiesto de toda sociedad. Grave también, impone y hace valederos los decretos a la Constitución, Ley Suprema de toda democracia.
Pero cuando esa confrontación afecta los intereses de la 4T, entonces el primer mandatario respinga y defiende a sus porros, esquiroles y testaferros. Lo acaba de vivir este fin de semana, cuando ciudadanos en defensa de la Suprema Corte de Justicia de la Nación desmantelaron el sitio que mantenían los chairos en la sede del Máximo Tribunal; no sólo quitaron las carpas, sino los carteles ofensivos y caricaturescos que ensuciaban la fachada del edificio, sino que hicieron correr a los cuatroteistas, especialmente a la supuesta guatemalteca que disfrazada de ministra salió corriendo bajo la protección de los granaderos. Por cierto, arengada por el Presidente, esta tipeja se presentó en la Corte con la réplica de un arma y arengó a sus seguidores en demanda de la renuncia de la ministra presidenta e incluso coreó las mentadas de madre a los togados. Entonces sí, el Ejecutivo hizo un llamado a los manifestantes para no ser violentos ni provocadores y respetar las agresiones al Poder Judicial. Más aún, el lunes volvieron a poner los carteles descalificadores en las paredes de la Corte, con la complacencia del inquilino de Palacio Nacional.
Ese encono, ese odio, esa polarización, ese divisionismo definirá el rumbo en las próximas elecciones en el Estado de México. Al discurso descalificador se sumará el uso electorero de los programas sociales y otras prácticas de una elección de Estado, lo que cargará la balanza. Probablemente gane la estulticia de los morenistas y agachones mexiquenses tendrán el gobierno que merecen, y si bien los mexicanos somos apáticos, conformistas y resignados, lejos de una Primavera Árabe, el gobierno no debiera desatar al tigre que inicie una guerra civil.