AMLO mexicaniza la banca
Carlos Pozos miércoles 24, May 2023Los Pozos de Carlos Pozos
Carlos Pozos
[ Lord Molécula ]
Ustedes seguramente lo recuerdan, estimados lectores, que durante la conferencia del 28 de diciembre del año 2022 –día de los Santos Inocentes– pregunté al Presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, a quien le dije así: Carlos Salinas delineó un proyecto de un nuevo corporativismo económico-financiero y en 1990 nace el Fobaproa; y luego, el 12 diciembre de 1998, Ernesto Zedillo nos obliga a pagar durante 24 años una deuda que no es de nosotros, para sanear malas prácticas financieras de los sexenios priistas. Una deuda de 100 mil millones de dólares, o 1 millón de millones de pesos, que tiene que pagar el pueblo de México hasta el año 2070. Cada mexicano nacido o no, debe 6 mil 490 pesos por el Fobaproa.
Felipe Calderón, presidente del PAN en 1998, instruyó a sus diputados a cabildear el saqueo y la mayoría PAN y PRI aprobaron la creación del IPAB. En el Congreso, Diego Fernández y Fausi Handam pusieron freno para que las comisiones investigaran las listas y nombres de beneficiarios del Fobaproa.
En la primera lista de beneficiaros estaban empresas con finanzas sanas que no ameritaban rescate, y políticos y medios de comunicación como El Universal y Excélsior; GM, Video Visa, Salinas y Rocha,Taesa, Dina, Cementos Cruz Azul, Mexlub, Estrella Blanca, Home Mart, Zapaterías Canadá, Chedraui, Del Monte, K2, Reino Aventura, Mexicana de Aviación, Aeroméxico, Grupo Lomelí, Club Deportivo Monterrey, Taesa, Fidek, Sincro, Hoteles Camino Real y Francisco Labastida y Vicente Fox Quesada.
Así como Grupo Sidek, de José Martínez Güitrón, con 776 millones de dólares; Grupo Mexicano de Desarrollo, con 6,000 millones de pesos; el PRI con Banca Unión de Carlos Cabal Peniche; Banca Cremi y BCH (de los 1,325 grandes deudores, 600 créditos representaban el 55 % del total de los recursos).
En el comité de desincorporación estaban: Guillermo Ortiz Martínez, Carlos Ruiz Sacristán, Miguel Mancera Aguayo, Jacques Rogozinski y Guillermo Prieto Fortún.
Le expuse al licenciado López Obrador que en Japón, Indonesia y EUA se aplicaron programas similares de rescate financiero, pero sí se castigó con cárcel a los defraudadores.
Ahí llevé el libro que escribió en el año de 1999: Fobaproa. Expediente abierto, y le dije que en la página 10 de este libro su autor sentencia, y cito: “La renovación de la República demanda un cambio democrático auténtico, que permita dar una nueva viabilidad a la nación.
La democracia no nos traerá por sí misma el cuerno de la abundancia, pero con ella vendrá una nueva legalidad, una nueva convivencia y un nuevo México liberado de la corrupción y de la impunidad”.
En el salón Tesorería, le expuse: Usted ha estado en contra desde el principio del Fobaproa y la transparencia es la regla de oro de la democracia.
Luego del contexto económico-político, le pregunté: Usted prometió una comisión de la verdad, ¿la creará? ¿Han pasado 24 años (suficientes) para fincar responsabilidades y castigo a los responsables banqueros o funcionarios públicos responsables del saqueo del siglo XX?; ¿cuándo se terminará de pagar la deuda y cuáles son los pasivos del Fobaproa-IPAB? Y finalmente, ¿Guillermo Ortiz y Pedro Aspe, cuánto le han costado al país?
El martes de la semana pasada (16 de mayo) le pregunté si me podía confirmar ya la venta de Citibanamex, y me respondió que avanzaba muy bien el proceso de venta a Grupo México. Con la salida de Citigroup de la banca comercial en México y la venta de Banamex, y que se quede en manos del gran capital del país, sin medidas autoritarias, se logra mexicanizar la banca mexicana y revertir el proceso de posesión e internacionalización del sistema bancario existente en el país, que era de los mexicanos desde el siglo XIX.
Sostiene el Plan Nacional de Desarrollo que desde principios de los años ochenta del siglo pasado el crecimiento económico de México ha estado por debajo de los requerimientos de su población, a pesar de que los gobernantes neoliberales definieron el impulso al crecimiento como una prioridad por sobre las necesidades de la población; además, ha crecido en forma dispareja por regiones y por sectores sociales: mientras que las entidades del Norte exhiben tasas de crecimiento moderadas pero aceptables, las del Sur han padecido un decrecimiento real.
Así, mientras que los grandes consorcios y potentados han visto multiplicadas sus fortunas, decenas de millones han cruzado las líneas de la pobreza y de la pobreza extrema. Ante la brutal concentración de riqueza generada por sus políticas, los gobernantes neoliberales afirmaban que lo importante era que esa riqueza se generara en la élite de la pirámide social y que ya iría goteando hacia abajo para acabar beneficiando a todos.
La afirmación resultó falsa. Un puñado de empresas y de magnates acapararon el exiguo crecimiento económico y la riqueza jamás llegó a los sectores mayoritarios de la población. Puede afirmarse que más bien ocurrió lo contrario: la riqueza fluyó de abajo hacia arriba, de modo que empobreció más a los pobres y enriqueció por partida doble a los ricos.
El ejemplo más claro de lo anterior es el atraco que se cometió en el sexenio de Ernesto Zedillo con el Fondo Bancario de Protección al Ahorro (Fobaproa), que encubrió los desvíos y los desfalcos perpetrados por un grupo de banqueros, financieros y empresarios y transfirió la deuda resultante –que originalmente ascendía a 552 mil millones de pesos de 1997–, al conjunto de la población. Por añadidura, muchos de los defraudadores iniciales, más otros, hicieron pingües negocios al comprar a precios irrisorios los activos adquiridos por el Estado. De esa manera, un puñado de integrantes del grupo político-empresarial multiplicaron sus fortunas de manera exponencial, en tanto que la gran mayoría de los mexicanos siguen pagando, año con año, una deuda que no deja de crecer: desde aquel impresentable rescate, el país ha pagado cerca de 700 mil millones de pesos y aún adeuda más de 900 mil millones. Mientras tanto, los bancos rescatados y adquiridos en su mayor parte por empresas financieras extranjeras han ganado decenas de miles de millones de dólares, buena parte de las cuales ha sido enviada a los países de origen de los poseedores.
En general, las privatizaciones perversas de la era neoliberal consistían en vender a precios de remate los bienes públicos. Si los nuevos propietarios los administraban mal, el Estado los recompraba a precios desmesurados, los saneaba y los volvía a vender a los privados por menos de su valor real.
Durante esos 36 años la administración pública llevó a cabo una política fiscal claramente orientada a beneficiar a unas cuantas empresas privadas mediante exenciones, créditos fiscales y deducciones injustificadas. La mayor parte de la recaudación cayó en los hombros de las clases medias, las pequeñas y medianas empresas y el pueblo en general. Adicionalmente, la economía se resintió por el peso de la corrupción y la extorsión institucionalizada, por el estancamiento del mercado interno y, desde hace unos años, por la inseguridad generalizada.
Aquí la relación de bancos de acuerdo a la Asociación Mexicana de Bancos: Banco del Bienestar, ABC Capital, American Express Bank (México), Banca Afirme, Banca Mifel, Banco Actinver, Banco Autofin México, Banco Azteca, Banco Bancrea, Banco Base, Banco Covalto,Banco Compartamos, Banco Credit Suisse (México), Banco de Inversión Afirme, Banco del Bajío, Banco Forjadores, Banco Inbursa, Banco Inmobiliario Mexicano, Banco Invex, Banco JP Morgan, Banco KEB Hana México, Banco Monex, Banco Multiva, Banco PagaTodo, Banco Regional de Monterrey, Banco S3 Caceis México, Banco Sabadell, Banco Santander, Banco Shinhan de México, Banco Ve por Más, BanCoppel, Bank of America México, Bank of China México, Bankaool, Banorte, Bansí, Barclays Bank México, BBVA México, BNP Paribas, Citibanamex, CIBanco, Consubanco, Banco del Ejército, Deutsche Bank México, Fundación Dondé Banco, HSBC México, Industrial and Commercial Bank of China, Intercam Banco, Mizuho Bank, MUFG Bank México y Scotiabank.
Con la posible venta por parte de Citi y deje libre el banco más antiguo de nuestro país, Banamex, todo parece indicar que quedará en manos de un nacional, con lo cual se revierte el proceso de internacionalización de la banca y el Presidente de México, López Obrador, tendrá un “banderín” más que ondear de un logro económico-político y junto con la solidez del peso frente a las divisas internacionales, aminorar el pago de la deuda del Fobaproa que está en dólares, y presumir así a propios y extraños de la firmeza de este gobierno y demostrar que sí se puede enderezar el rumbo; aunque parecía una utopía tan sólo el intentarlo. Sé que ustedes tienen la mejor respuesta a mi pregunta: ¿verdad que la situación actual del país es muy distinta a la del entonces 1 de diciembre de 2018, cuando el presidente AMLO tomó las riendas de este gran país? Y hasta aquí con Los Pozos de Carlos Pozos. Y si desean que le haga su pregunta al Presidente de México en la conferencia de prensa “mañanera”, por favor háganmela llegar al correo: lordmolecularedaccion@gmail.com, vía Twitter a: @lordmoleculaoficial, o bien, visiten nuestro portal https://www.lordmoleculaoficial.com, así como también pueden ver mi canal Lord Molécula Oficial.