La liturgia de la mentira y la costumbre presidencial
Víctor Sánchez Baños martes 23, May 2023Poder y dinero
Víctor Sánchez Baños
- Desde el púlpito de Palacio Nacional
- Dice que no es expropiación a una expropiación
- ¿Traicionó al líder de Grupo México?
- Ferrosur, tomado a punta de fusil
- Larrea enojado no comprará Banamex
- Rompe el Estado de Derecho
- Imita a Chávez, Maduro, Ortega y a otros izquierdistas
- Corte da palo a decretazo
- Impide que oculte información de obras
- Mondelēz, responsabilidad y gobernanza
El poder es como un explosivo: o se maneja con cuidado, o estalla
Enrique Tierno Galván (1918-1986), político e intelectual español
La desinformación es el común denominador del gobierno de Andrés Manuel López Obrador. Todo en lo oscurito. Todo debajo de la mesa. Todo con un as en la manga. Todo a espaldas del pueblo. Todo sin tener el más mínimo respeto para los mexicanos que nos urge conocer perfectamente el destino de los recursos económicos y, sobre todo, las actitudes autoritarias o democráticas de un gobierno. Imita el estilo de Hugo Chávez que arruinó a Venezuela.
Por medio de artimañas, él y su equipo mienten con flagrancia sobre términos que, en algunos casos, son inalcanzables para el colectivo; términos jurídicos, pues.
López Obrador, al inicio de su gobierno, había prometido que no haría expropiaciones; no tomaría aquello que no es propiedad del gobierno como cosa suya. Sin embargo, no cumplió. Expropió las instalaciones de Ferrosur con el único fin de impulsar el Tren Transístmico, un ferrocarril que correrá de Coatzacoalcos a Minatitlán; unirán Oaxaca y Veracruz, para hacerle competencia al Canal de Panamá.
Además, es uno de sus proyectos icónicos del gobierno de la Cuarta Transformación, de la mano de la refinería de Dos Bocas, el aeropuerto Felipe Ángeles, el Tren Maya, así como otras obras secundarias. Pero, ya que hablamos de mentiras, medias verdades y otras artimañas, hizo lo que había prometido no hacer: expropiar propiedad privada o concesiones.
Al expropiar a Ferrosur, que no es un acto ilegal, es una falta a sus promesas presidenciales.
Es importante destacar también que el Transístmico que tardará otros cinco años, cuando menos, en concretarse, está en manos del Ejército y éste debe concluir las obras en una región inhóspita, por una parte, y en tierras de grupos indígenas a los que se les expropió también esos terrenos, sus parcelas, para que por ahí pasen los trenes.
En las justificaciones que ha dado el gobierno, a través del secretario de Gobernación Adán Augusto López, deja claro que es una expropiación, aunque diga que es la toma y el control de las instalaciones de manera temporal.
No es otra cosa más que un vil engaño y una tomadura de pelo para aquellos que no han leído el gran número de cuartillas, de páginas, del Diario Oficial de la Federación, en donde se basa en los artículos 25 y 27 constitucionales para que, por interés público, expropiaron las instalaciones de Ferrosur.
López Obrador en su conferencia matutina afirmó que no expropió lo que expropió y qué tomaron la decisión luego que ni le contestaban el teléfono a Adán Augusto.
Extraño porque la semana pasada el presidente del Consejo de administración de Grupo Mexico, propietario de Ferrosur, se reunió en dos ocasiones con el presidente López Obrador. Es imposible que ninguna de las dos reuniones hayan dejado a un lado la discusión sobre la expropiación. Es imposible Que no haya habido una negociación entre el Presidente de la República y el presidente de Grupo México, quien dicho sea de paso, es el principal aspirante a adquirir del poderoso grupo Citi, las acciones de la banca minorista de Citibanamex
Incluso hubo una reunión privada la semana pasada, precisamente el miércoles, en la que platicó con López Obrador. Para llegar a un acuerdo el presidente de Grupo México pedía una indemnización de 500 millones de dólares, lo que le pareció una exageración a líder del Ejecutivo. Y le hicieron una contraoferta de sólo 375 millones de billetes verdes, lo que no eran siquiera el 20% de las inversiones.
La respuesta de Larrea no se hizo esperar y ante la falta de seguridad en el Estado de Derecho, se echó para atrás en la inversión de 7,500 millones de dólares, unos 150 mil millones de pesos, para comprar la banca al menudeo de Banamex, a Citi.
Y, no es para menos. El gobierno no tiene dinero suficiente para cumplir todos los caprichos del Presidente de la República. No sólo los electorales en donde regala enormes sumas de dinero para comprar votos entre la ciudadanía, sino también las obras monumentales y faraónicas que viene construyendo en todo el país. Esto con el único fin de develar una placa de bronce o latón en donde diga: “Andrés Manuel López Obrador, presidente constitucional de los Estados Unidos mexicanos, inaugura esta monumental obra en beneficio del pueblo de México”
Al final de cuentas todo es demagogia en la construcción de infraestructura y grandes negocios para los políticos y la nueva casta de empresarios seccionales. Al final de cuentas en los sueños mojados de los políticos, el resto de los mexicanos pagamos únicamente las deudas. Ellos sólo tienen el placer de gastar miles de millones de pesos Sin el mayor escrúpulo que el poder de su firma.
PODEROSOS CABALLEROS
La Suprema Corte de Justicia de la Nación declaró inválido el “decretazo” de Andrés Manuel para convertirse en asunto de seguridad nacional todas las obras que realiza el gobierno federal. Esto le abría las puertas a López Obrador para poder llevar a cabo un sinnúmero de abusos en cuanto al otorgamiento de contratos directos y sin licitación previa. Esto significaba altos niveles de corrupción de parte de aquellos que se dedican a distribuir el dinero para las obras mismo que para salpicar a los funcionarios de la Cuarta Transformación, les dejaban sus moches que van desde cinco hasta el 25% de sobre costo de las obras. Al mismo tiempo pedían, de acuerdo al decreto presidencial, que no se informara a quienes, ni los montos de estas operaciones con recursos públicos. Reservar la información del uso de recursos presupuestales es un crimen, un delito. Por ello, es importante que siempre el gobierno transparente el uso del dinero del pueblo y para el pueblo. Ocultar información es, simplemente, un hecho inmoral corrupto y que tendrá efectos punitivos en el futuro próximo.
RESPONSABILIDAD SOCIAL Y GOBERNANZA
Bajo el liderazgo de Dirk Van de Put, en el marco del Día Internacional del Reciclaje, Mondelēz Snacking México participó en el Primer Foro Nacional Reciclando con Rumbo, en donde anunció la donación de uniformes para los recicladores que operan en el municipio de Puebla con el objetivo de reconocer e impulsar su labor. En el evento, el Ayuntamiento de Puebla otorgó a la compañía un reconocimiento por su colaboración, al donar uniformes para 275 recicladores, que constan de chaleco, pantalón y mochila, y que tienen como objetivo facilitar la labor de estas personas al contar con una vestimenta adecuada para su trabajo diario.