Decretazos y decretitos
Alberto Vieyra G. martes 23, May 2023De pe a pa
Alberto Vieyra G.
¿Qué esconde AMLO o qué quiere que no sepamos los mexicanos sobre nuestros dineros públicos que se está gastando en sus inservibles obras emblemáticas sexenales? ¿Por qué tanto misterio? ¿Sabrá AMLO que con decretazos o con decretitos, tarde o temprano los mexicanos nos habremos de enterar de los malabares sobre nuestros dineros públicos porque, además, el pueblo azteca tiene el derecho a saber en qué se gastan nuestros dineros públicos?
Apenas el pasado jueves, la Suprema Corte invalidó el decretazo presidencial con el que se reservaba la información sobre las obras sexenales como de seguridad nacional y sólo unas horas después, AMLO salió con un decretito con el que declara, nuevamente, de seguridad nacional las obras de infraestructura.
Dígase lo que se diga, pero el decretito resulta ser un desacato a una resolución judicial inapelable e inatacable, que viene a recrudecer la confrontación entre dos poderes del Estado mexicano. Estamos ante una perversa rendija en la que el Poder Legislativo, es decir diputados y senadores, no podrá exigir a la Corte la declaración de inconstitucionalidad y aunque el Instituto Nacional de Transparencia y Acceso a la Información, el INAI está descabezado, tendrá que ser esa misma institución la que vuelva a pedir a la Corte la inconstitucionalidad del decretito.
El ponzoñoso decretito de AMLO no es otra cosa que una chicanada jurídica, un desacato a la autoridad judicial, a través de un recurso por la vía a la que el Presidente le rinde culto al Estado de derechueco o lo extralegal.
No hay duda de que AMLO está llevando al país a una peligrosa confrontación, que en el horizonte se miran nubarrones que indican que el Presidente quiere perpetuarse en el poder a través de decretazos o decretitos que buscan borrar a las instituciones surgidos por ministerio de la ley suprema de la nación azteca para llevar al país a una indiscutible dictadura.
No estará lejos el día en que AMLO decrete la disolución del parlamento y de la mismísima Suprema Corte de Justicia, bajo la tiránica mentira de que los ministros, magistrados y jueces son unos corruptos al servicio de poderosas oligarquías y como el Poder Judicial, según AMLO está podrido desde arriba hasta abajo, pues entonces se tiene que recurrir a una elección para que los integrantes del Poder Judicial sean electos por “el pueblo bueno y sabio”. Un escenario de tal naturaleza llevaría al país a una total ingobernabilidad al más puro estilo de lo que está ocurriendo en el Perú.
Recuérdese que la lucha por el poder presidencial ha sido sucia, cruenta, tenebrosa y macabra. Los grupos oligárquicos se radicalizan como ocurrió la lucha intestina por el poder en 1968 y lo más asombroso es que ante el desacato de AMLO disfrazada de una chicanada jurídica, la oposición conformada por PRI, PAN, PRD no han dicho ni pío y pareciera que con tal enmudecimiento aprueban los decretazos, decretitos y todo lo extralegal porque no saben qué hacer ni cómo arrebatarle a AMLO los espacios en todos los medios de comunicación.
AMLO se apoderó de los medios de comunicación comenzando por el aparato de comunicación del Estado mexicano y desde ahí mal gobierna con una infame propaganda de engañifas, de confrontación y división del pueblo de México, lo cual es muy peligroso para la salud de la república.
¿Será que la oposición convalida con una infame dictadura?