Mal y de malas
Carlos Ramos Padilla lunes 22, May 2023Se comenta sólo con…
Carlos Ramos Padilla*
Ya había escrito sobre los innecesarios pleitos de AMLO con Panamá, Ecuador, Guatemala y Perú. Las respuestas de estos gobiernos y de algunos activistas y funcionarios han sido contundentes y acusan al mexicano de injerencista.
Ahora resulta que Keiko Fujimori condenó las declaraciones de López Obrador, quien calificó de usurpadora a Dina Boluarte, presidenta de Perú. La activista y opositora peruana señaló: “Ver al Presidente de México llamar ‘usurpadora’ a la presidenta Boluarte es algo que como mujer peruana rechazo tajantemente. Aquí el único usurpador es usted, señor López Obrador, que se está apropiando de la Alianza del Pacífico y robándole ese derecho al Perú”.
Y es que AMLO ha tomado a sus espacios mañaneros para insistir en que se debía restituir a Pedro Castillo como presidente de Perú, luego de ser cesado del cargo por el intento de golpe de Estado. Recuerdo que la misma Keiko Fujimori fue contrincante de Castillo en el proceso electoral presidencial.
“Si tengo que decidir entre apoyar a López Obrador y a (Gustavo) Petro o a Dina Boluarte, respaldo decididamente a quien ha llegado a la presidencia en forma legal y constitucional. Ese es el rol que nos toca a todos como peruanos”, escribió la ex aspirante presidencial.
Estas actitudes del Presidente de México no solamente han orillado a conflictos muy graves en materia internacional. La propuesta de nuestro embajador para Panamá fue rechazada y la respuesta de AMLO fue llamarlos “inquisidores”. La torpe propuesta de asilar en nuestro país a un guerrillero criminal se ganó una réplica durísima desde Guatemala.
El pleito callejero a navajazos verbales de AMLO con el gobierno peruano se ha ganado la descalificación de los miembros de la Alianza del Pacífico y por si fuera poco, la andanada de descalificaciones contra la OEA reducen a nuestra política exterior a su nivel más bajo y vergonzoso.
Aun comprando a incondicionales para que en plazas públicas le pidan la reelección o en su terreno personal (Palacio Nacional) demanden implementar la propuesta para que sea considerado al Premio Nobel, AMLO está metiendo al país en un fango espeso. Y he insistido, Ebrard sólo se mantiene ahí, donde está, por conveniencia. Su formación académica en el Colegio de México así como su práctica política de la mano de Camacho Solís y Salinas de Gortari le indican el cúmulo de errores que la 4T está generando, pero su ambición de poder lo obliga a tragar sapos para mantenerse en las encuestas, aun cuando sabe que no es el predilecto del tabasqueño.
No son gratis los llamados a Mario Delgado para el piso parejo. Ebrard ya nos mostró hasta dónde puede doblarse con los Estados Unidos para recibir el espaldarazo del hombre de Macuspana.
Mal y de malas, pero nos quieren hacer creer que todo esto no tendrá consecuencias. Por lo pronto, nuestro Presidente, así solito, se ha colocado como persona non grata en distintos países. AMLO se conduce una vez más alejado de sus promesas y compromisos electorales, pero más aún, de sus obligaciones legales, morales y constitucionales.
Ha pasado de ser el patiño en programas de comediantes en el mundo para colocarse en el muy lastimoso corredor de los desacreditados por gobiernos y organismos internacionales incluyendo en los últimos días a federaciones deportivas de natación.
* Conductor del programa Va en serio, Mexiquense TV Canal 34.2, IZZI Canal 135 y Mexiquense Radio.