Ecosistemas del planeta, en situación de emergencia
Luis Muñoz lunes 22, May 2023Segunda vuelta
Luis Muñoz
Uno de los graves problemas que enfrenta México y el mundo es la pérdida de bosques y selvas debido al impacto de actividades humanas o causas naturales que están poniendo en situación de emergencia a muchos ecosistemas en todo el planeta.
Según datos del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), nuestro país ocupa el cuarto lugar entre las naciones con mayor reforestación, con 1.18 millones de hectáreas, superado únicamente por China, Indonesia y Etiopía, como una medida para revertir la tala inmoderada que se ha realizado durante décadas.
Existen cifras que demuestran que en México se combate la tala clandestina, una lucha que ha arrojado resultados positivos. La Profepa ha señalado que una prueba de lo anterior es el hecho de que en la Reserva de la Biosfera Mariposa Monarca se encuentra prácticamente controlada esta actividad ilícita.
¿Cómo ha sido posible esto?
Gracias a que el esquema de vigilancia permanente, la aplicación de programas transversales y la participación social de los dueños de los bosques han funcionado; desde 2011 creció la lista de áreas prioritarias de atención, por ser vulnerables a la tala clandestina y al cambio de uso de suelo. Desde sexenios anteriores existía la instrucción (aunque no siempre acatada) de “cero tolerancia” contra la tala clandestina de árboles y en dichas acciones fueron asegurados más de dos mil 500 metros cúbicos de madera, 91 toneladas de carbón vegetal, 7 motosierras, 131 equipos y herramientas, y fueron puestas a disposición del Ministerio Público Federal varias personas como presuntas responsables de delitos contra el medio ambiente.
De acuerdo con el informe “Estimación de la tasa de deforestación bruta en México”, para el período 2001-2018 se estimaba una tasa anual de deforestación de 166 mil 337 hectáreas, lo que representa más del doble que 17 años atrás, cuando se estimaba una tasa total de 79 mil 677 hectáreas deforestadas.
Un exhaustivo análisis de la situación reveló que la Península de Yucatán y los estados de Chiapas, Michoacán y Jalisco tienen las zonas críticas o hotspots más importantes en materia de deforestación. Además, otras regiones como la zona limítrofe sur entre Oaxaca y Veracruz, Guerrero y el norte de Veracruz y San Luis Potosí, también presentaron una dinámica importante de deforestación bruta entre 2001 y 2018.
Entre las principales causas de la deforestación en México están: el incremento de la frontera agrícola y ganadera; la tala ilegal junto y los incendios forestales; la expansión de áreas urbanas e industriales; las plagas y enfermedades de los árboles.
Algunas de las causas indirectas de la deforestación, son la demográfica en lugares donde existen áreas forestales y son pobladas por grupos migrantes; bajos costos de la tierra, mano de obra, combustible o madera; incremento en el precio de los cultivos; políticas que promueven la deforestación; falta de planeación integral sobre el manejo del territorio que conlleva subsidios gubernamentales para el desarrollo de actividades pecuarias, frutícolas o energéticas en áreas con vocación forestal; incremento en la tecnología agrícola que fomenta la rentabilidad en la agricultura y puede llevar al crecimiento de esta actividad; y falta de interés público por la conservación forestal, según datos de la Conafor (Comisión Nacional Forestal). Además, la deforestación conlleva una drástica disminución en el suministro de agua a escala local y nacional y rompe el equilibrio climático a nivel regional e incluso planetario, lo cual incrementa la amenaza que representa el cambio climático global.
Los bosques, por tanto, juegan un papel crucial en la regulación del clima, debido a la capacidad que tienen para absorber y fijar el CO2 y ofrecer servicios ambientales -los cuales son procesos mediante los cuales los ecosistemas, de manera natural o por medio de su manejo sustentable, mantienen y satisfacen la existencia humana- tales como la formación del suelo, purificación del aire y el agua, regulación del clima y del ciclo hidrológico, la captura de carbono, la biodiversidad, alimento, entre otros. Por ello, la pérdida de los bosques genera importantes emisiones de GEI, representando casi 17% del total global.
Pero aún hay más. Un reporte del Centro de Estudios Sociales y de Opinión Pública de la Cámara de Diputados, las áreas forestales están habitadas en la actualidad por 11.04 millones de personas, quienes a su vez padecen los mayores niveles de rezago, lo que muestra el uso desigual de los recursos naturales y obstaculiza que las comunidades se organicen mejor para la protección de los bosques.
Un porcentaje de viviendas particulares habitadas sin drenaje es casi cuatro veces mayor en las áreas forestales que en todo el país.
Algo similar se observa respecto a la disponibilidad de agua entubada, en donde el porcentaje nacional es de 11% de viviendas sin este servicio y de 30% en las áreas forestales.
A pesar de que en México sólo 19% de las viviendas particulares habitadas están en un área forestal, es ahí donde habita el 45% de las personas analfabetas de 15 años y más, 68% de las viviendas sin drenaje, 67% de las viviendas sin energía eléctrica y otras características similares.